El desarrollo nuclear y el mantenimientode la tecnolog¨ªa

Los diversos pa¨ªses que no han renunciado al desarrollo de su industria nucleoel¨¦ctrica lo han hecho, en gran parte, porque ¨¦sta es la ¨²nica soluci¨®n segura para poder hacer frente al encarecimiento de los hidrocarburos, que llegar¨¢ con su escasez, evitando el incremento del efecto invernadero que provocar¨¢ el uso del carb¨®n. Esto no es contradictorio con el esfuerzo que hay que hacer en el desarrollo de energ¨ªas alternativas, en el campo de la fusi¨®n nuclear y en el ahorro del consumo superfluo.

Sin embargo, este futuro desarrollo de la energ¨ªa de fisi¨®n est¨¢ condicionado por dos problemas de distinta ¨ªndole, que merecen destacarse: en primer lugar, la oposici¨®n a este tipo de energ¨ªa por gran parte de la opini¨®n p¨²blica; en segundo, por la necesidad de preservar la capacidad t¨¦cnica adquirida, incrementando el progreso tecnol¨®gico relacionado con la seguridad.

Respecto al primer problema, quiz¨¢ el m¨¢s grave, tuve ya la ocasi¨®n de expresar mi opini¨®n en EL PA?S (19-12-2002) y ahora quisiera hacer algunas reflexiones sobre el segundo.

Con el paso de los a?os y la disminuci¨®n de las inversiones en la industria nuclear se reduce el reclutamiento de j¨®venes ingenieros. Por otra parte, la p¨¦rdida de prestigio social de esta industria ha reducido la vocaci¨®n de los m¨¢s brillantes universitarios hacia esta profesi¨®n. Al mismo tiempo, se acercan a su jubilaci¨®n aquellos que han participado en el dise?o y la gesti¨®n de las centrales. Existe el riesgo evidente de que no s¨®lo no se mantenga la experiencia t¨¦cnica suficiente para la construcci¨®n de centrales nuevas, sino que tampoco se garantice la gesti¨®n segura de las que permanezcan en producci¨®n.

Cuando se piensa en seguridad nuclear, no se trata s¨®lo de la fiabilidad de los componentes ni de la calidad de la ingenier¨ªa y de la construcci¨®n que los ensambla; se trata, adem¨¢s, del factor humano, de la capacidad t¨¦cnica y del comportamiento de los hombres que manejan la central.

Es dudoso que sea m¨¢s segura una central nuclear moderna y bien construida, con un equipo humano deficiente durante su periodo de producci¨®n y mantenimiento, que otra antigua pero con operadores competentes.

Este problema preocupa a las autoridades de varios pa¨ªses, que empiezan a considerar el papel ben¨¦fico que pueden desempe?ar las inversiones y los trabajos en ingenier¨ªa e I+D necesarios para prolongar la vida de las centrales existentes m¨¢s all¨¢ de los 40 a?os para los que fueron dise?adas.

Si esta prolongaci¨®n se aborda decididamente, ser¨ªa preciso realizar inversiones cuantiosas que equivaldr¨ªan, en el mundo entero, a cifras del orden de cerca de cien centrales nuevas. Por otra parte, muchos componentes a reemplazar ser¨ªan distintos y m¨¢s sofisticados, lo que llevar¨ªa a inversiones considerables en I+D, necesit¨¢ndose en total numerosos ingenieros j¨®venes de alta formaci¨®n.

Finalmente, conviene considerar el papel relevante que frente a esta pol¨ªtica tendr¨ªan que desempe?ar los organismos reguladores de los distintos pa¨ªses, rejuveneciendo sus plantillas e incrementando su capacidad t¨¦cnica. Como ejemplo, tanto en Suecia como en Francia se plantea en este momento un incremento importante de los presupuestos de los respectivos organismos reguladores (SKS y DSNR).

Me parece importante en este sentido hacer una alusi¨®n al caso espa?ol. El Consejo de Seguridad Nuclear, que he tenido el honor de presidir hasta hace dos a?os, tiene una reconocida capacidad t¨¦cnica en la actualidad; sin embargo, esa capacidad se ver¨¢ disminuida en pocos a?os. La evoluci¨®n natural de la plantilla del Consejo presenta aspectos dram¨¢ticos; por ello, me parece que es una grave responsabilidad no adoptar algunas medidas que modifiquen la evoluci¨®n natural de su plantilla y que podr¨ªan resumirse en lo siguiente:

- Plan de jubilaci¨®n anticipada a los 50 a?os con mantenimiento del sueldo.

- Reclutamiento de j¨®venes de menos de 30 a?os a medida que se jubilen los m¨¢s antiguos.

- Acercamiento de las remuneraciones a las que se practican en la industria.

El problema no es de ¨ªndole econ¨®mica. Su coste es totalmente despreciable en comparaci¨®n con los grandes beneficios de la prolongaci¨®n de vida de las centrales y con la necesidad absoluta de gestionarlas con suficiente seguridad.

Juan Manuel Kindel¨¢n es ingeniero de Minas, ex presidente del Consejo de Seguridad Nuclear.