No bajo esta bandera

El alcalde de M¨®stoles, se?or Parro, ha convocado a toda la ciudadan¨ªa, a trav¨¦s de un emocionado bando, a acudir a la izada de la nueva bandera que pretende servir como ense?a y elemento identificador de nuestra ciudad. Resulta cuanto menos parad¨®jico, si no provocador, que se nos pida que asumamos como propia una simbolog¨ªa que incorpora un escudo en el que un 50% del mismo se consagra a glosar el incre¨ªble dogma cat¨®lico de la sempiterna virginidad de Mar¨ªa (Tota pulchra est Maria).

Para muchos resulta ofensivo en "nuestra bandera" un simbolismo confesional de una religi¨®n que oficialmente no es la del Estado espa?ol ni la de las instituciones p¨²blicas que, sin embargo, siguen ampar¨¢ndola econ¨®micamente y privilegi¨¢ndola sobre el resto, de manera vergonzosa y flagrante, sirvi¨¦ndose para ello de los impuestos de todos nosotros, creyentes y no creyentes.

Un simbolismo m¨¢s propio del nacionalcatolicismo preconstitucional que del de una instituci¨®n democr¨¢tica laica, como deben serlo los ayuntamientos.

Pero, si resulta esperp¨¦ntica la actitud del gobierno municipal del PP, ?qu¨¦ podemos decir de la connivencia c¨®mplice y culpable de los partidos de izquierda que no han dudado en bendecir tama?o desatino y sumarse al paneg¨ªrico ritual de la nueva ense?a?

Como mostole?o no cat¨®lico, lamento profundamente que el Consistorio haya desaprovechado de este modo una oportunidad hist¨®rica de forjar un s¨ªmbolo realmente unificador e integrador de los distintos colectivos que componemos el tejido plural y cosmopolita de nuestra ciudad.

Nac¨ª en esta ciudad. Me cri¨¦ en esta ciudad. Siento m¨ªos cada calle y cada rinc¨®n, pero no estar¨¦ el 2 de mayo bajo la sombra de esta bandera excluyente, de esta ense?a que consagra oficialmente los privilegios de unos ciudadanos sobre los del resto por motivos religiosos, en abierto desacato a los principios consagrados en nuestra Carta Magna.