Radiograf¨ªa de un gueto educativo
Profesores del barrio de Sant Cosme, en El Prat, reclaman medidas urgentes para frenar el proceso de exclusi¨®n en las aulas
El barrio de Sant Cosme, en El Prat de Llobregat, tiene 7.000 habitantes, de los que m¨¢s del 10% est¨¢n en edad escolar. Pero a pesar de que tiene tres centros p¨²blicos-dos de infantil y primaria, y un instituto-, casi la mitad del alumnado estudia en escuelas situadas fuera del barrio sin ning¨²n tipo de problema. Los centros de Sant Cosme, en cambio, tienen un ¨ªndice de absentismo escolar que supera con creces el 50%. Los profesores llevan a?os explicando a quien quiera escucharlo que estas escuelas sufren un muy preocupante proceso de exclusi¨®n educativa que hay que frenar urgentemente.
Y es que en 1996 el Departamento de Ense?anza, entonces convergente, dio instrucciones para que los ni?os del barrio pudieran matricularse en otros centros alejados de su lugar de procedencia. Esta medida, "de clara intencionalidad pol¨ªtica e ideol¨®gica", seg¨²n los sindicatos, ha derivado en "una sangr¨ªa" de los mejores alumnos hacia las escuelas situadas m¨¢s all¨¢ de Sant Cosme. El motivo es que el instituto del barrio s¨®lo ofrece la ense?anza obligatoria, esto es, hasta cuarto de ESO. De esta forma, los alumnos que, con 16 a?os, acaban los estudios se encuentran con que si quieren seguir estudiando, sea bachillerato o ciclos formativos, y llegar m¨¢s tarde a la universidad, deben cambiar de centro y buscar plaza en otro. Ante esta magra oferta, los padres con expectativas eductivas para sus hijos los matriculan desde peque?os fuera del barrio, de forma que en las aulas de Sant Cosme quedan los alumnos de familias desestructuradas, con problemas de exclusi¨®n o tan marginadas socialmente que no conf¨ªan o no creen en el sistema educativo. "Hay peligro de que el barrio se convierta en una zona educativa cero: se acabar¨¢ dando s¨®lo soporte asistencial y no pedag¨®gico", explic¨® ayer Ester de Alc¨¢zar, del sindicato CGT, quien, junto con representantes de CC OO, UGT Y USTEC-STE, organiz¨® ayer una rueda de prensa para reclamar una intervenci¨®n pol¨ªtica urgente a la Generalitat.
"El cambio de color en la Generalitat deber¨ªa notarse", dicen los sindicatos
Profesores y sindicatos recordaron ayer que el pasado mes de marzo el conseller en cap, Josep Bargall¨®; la consejera de Bienestar Social, Anna Sim¨®, y la de Ense?anza, Marta Cid, se reunieron con la corporaci¨®n municipal de El Prat y posteriormente con los equipos docentes de los centros de Sant Cosme para asegurar la implicaci¨®n de la nueva Administraci¨®n en la soluci¨®n del problema. El alcalde de la poblaci¨®n, Llu¨ªs Tejedor, expres¨® entonces su satisfacci¨®n ante "la ins¨®lita presencia" de miembros del Gobierno en el barrio. Tejedor subray¨® que tanto la Administraci¨®n local como el personal docente llevaban ocho a?os reclamando una reuni¨®n con miembros del anterior Ejecutivo, de CiU, para tratar de la situaci¨®n. Las peticiones fueron en vano. El tripartito, en cambio, se person¨® r¨¢pidamente. Pero tras las felicitaciones y las promesas, dos meses despu¨¦s no han vuelto a recibir noticia alguna de la nueva Administraci¨®n. "El cambio de color en la Generalitat deber¨ªa notarse", dicen los sindicatos, que recuerdan que la igualdad de oportunidades, el derecho a la educaci¨®n y garantizar la cohesi¨®n social "deber¨ªa ser el primer objetivo de un Gobierno".
"No podemos esperar a un nuevo plan integral para el barrio. Ya llevamos tres en 10 a?os", explic¨® De Alc¨¢zar, quien pidi¨® que se instauren l¨ªneas de bachillerato y ciclos formativos "para normalizar las escuelas y que vaya a ellas todo el alumnado procedente del barrio, que, como en todos, es muy variado". En opini¨®n de De Alc¨¢zar, en la situaci¨®n actual peligra "la tarea educativa profesional", porque son muchos los profesores que se dedican a asumir papeles propios de los servicios sociales, "como ir casa por casa a buscar a los ni?os para que no falten a clase". Profesores y sindicatos piden una actuaci¨®n conjunta entre los departamentos de la Generalitat, el Ayuntamiento y el Consejo Comarcal del Baix Llobregat.
Lo cierto es que, si no hay cambios urgentes, las perspectivas para el pr¨®ximo curso no son nada halag¨¹e?as. Seg¨²n datos no oficiales, para el primer curso de ESO del instituto del barrio de momento s¨®lo se han preinscrito 11 alumnos, y para el primer curso de infantil tampoco superan la docena. "La matr¨ªcula subir¨¢ m¨¢s tarde, cuando los profesores se impliquen en la tarea de convencer a los padres de que sus hijos deben estudiar", explican.
Los sindicatos denuncian que estos problemas son extrapolables a barrios de otros municipios catalanes que tambi¨¦n corren peligro de convertirse en guetos. "En realidad, lo que pedimos es que las escuelas sean realmente educativas", concluy¨® Joan Escalona, de UGT.
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