India deja en la cuneta a 160 millones de musulmanes
La miseria econ¨®mica y la discriminaci¨®n social se convierten en el caldo de cultivo del integrismo isl¨¢mico
"En India no se ha incrementado el fanatismo isl¨¢mico, pero aqu¨ª, como en el resto del mundo, se est¨¢ arrinconando a los musulmanes, lo que es una fuente de violencia", sostiene Noor Vano, candidata del partido del Congreso a las elecciones generales indias por la circunscripci¨®n de Rampur, con un 40% de poblaci¨®n musulmana, el porcentaje m¨¢s alto de India despu¨¦s de Cachemira. Recorrer Rampur es como trasladarse a la Edad Media: no hay industrias y, en las zonas rurales, arados tirados por bueyes roturan la tierra. India tiene 160 millones de musulmanes, entre los que se encuentran decenas de millones de ni?os no contabilizados por el censo; superan el 15% de la totalidad de la poblaci¨®n y la inmensa mayor¨ªa se ha quedado en la cuneta del despegue econ¨®mico que ha experimentado el pa¨ªs en el ¨²ltimo lustro.
Envuelta en un impecable sari blanco y con unos espectaculares brillantes como pendientes, Noor Vano reparte sonrisas entre los desharrapados mientras pide que le den su voto para que mantenga el esca?o en la Lok Sabha (el Parlamento central) y defienda sus intereses. La candidata, como tantos otros pol¨ªticos indios, pertenece a una rancia familia musulmana, es nuera del desaparecido nabab (rey) de Rampur, que se convirti¨® en senador al independizarse India en 1947. Su hijo le sigui¨® los pasos y al fallecer en 1992, la viuda decidi¨®, cuatro a?os m¨¢s tarde, retomar las riendas del feudo, que cuenta con 1,4 millones de habitantes y est¨¢ situado a unos 220 kil¨®metros al norte de Nueva Delhi.
Noor Vano se enorgullece de que en su zona "nunca hubo disturbios comunales", pero asegura que desde que en 1988 gobiernan los nacionalistas hind¨²es del Partido Bharatiya Janata (BJP), la situaci¨®n se ha hecho m¨¢s dif¨ªcil para las minor¨ªas indias, en especial para la musulmana despu¨¦s de la matanza de Gujarat (2002), y no descarta un estallido de la violencia. Todo apunta a que el BJP podr¨¢ volver a formar Gobierno tras las elecciones generales que concluyen el lunes. "Los musulmanes indios cada d¨ªa estamos peor y ni siquiera tenemos el consuelo de los imames que se venden por debajo de la mesa al partido gobernante, incluso aunque sea el BJP", sostiene Kureshi, un int¨¦rprete de ingl¨¦s.
Si el atraso es palpable en el campo, en las ciudades la marginaci¨®n de los musulmanes se hace m¨¢s lacerante. Viven amontonados entre monta?as de basura de barrios semiderruidos o nunca acabados de construir, sin apenas servicios p¨²blicos. "Si tenemos que hablar de discriminaci¨®n musulmana, es a favor de ellos. El presidente de India es musulm¨¢n, hay ministros, militares, profesores, adem¨¢s de tener una cuota entre los funcionarios, trabajos a los que acceden no por m¨¦ritos propios, sino por ser musulmanes", se?ala el empresario Krishna Verma. Votante del BJP, Verma sostiene que durante los 50 a?os en que el Partido del Congreso ha gobernado India, "los musulmanes han sido unos privilegiados". "Ellos no supieron aprovechar las oportunidades que les brindaban y nosotros, los hind¨²es, nos hemos cansado de un partido irritablemente inclinado a favorecerles cuando son s¨®lo una minor¨ªa", a?ade.
El islamismo, al introducirse en India, absorbi¨® sus tradiciones, entre ellas la de las castas y la sumisi¨®n, que se han convertido en las peores losas de los musulmanes indios. Son castas distintas a las hind¨²es, se basan en la propiedad, pero tienen tal carga feudal que condenan a la miseria a millones de ciudadanos.
"Mi gran obsesi¨®n es la educaci¨®n de las mujeres, porque ellas son las que se encargan de educar a los hijos y porque as¨ª comprender¨ªan la necesidad de controlar la natalidad", comenta Noor Vano. Al dividirse India y Pakist¨¢n, el porcentaje de musulmanes que qued¨® bajo control de Nueva Delhi apenas llegaba al 12% de la poblaci¨®n, pero ahora se acerca al 16%. En Rampur, la media de las familias es de cinco hijos. Los ni?os suelen ir a la escuela hasta los nueve o 10 a?os, cuando muchos la abandonan para trabajar. Las ni?as a esa edad hace ya tiempo que se dedican a cuidar a sus hermanos menores, mientras la madre trabaja en el campo. Pocas son las que acuden a la escuela. El analfabetismo entre musulmanes dobla al de los hind¨²es, y en zonas rurales supera el 60%.
Recuerdo de una matanza
El recuerdo de Gujarat anida en la memoria de millones de musulmanes indios y ha profundizado el abismo de recelo que separa a musulmanes de hind¨²es. Hordas hind¨²es de la ciudad de Gujarat se lanzaron en 2002 sobre la minor¨ªa musulmana, mataron a unas dos mil personas y destrozaron decenas de miles de humildes viviendas en respuesta al incendio por fan¨¢ticos musulmanes de un tren repleto de extremistas hind¨²es, en el que perecieron 50 personas. Unos y otros saben que las heridas no se han cerrado y que el tiempo las ha infectado. Incluso el sacerdote cat¨®lico Varghese Mattamana est¨¢ convencido de que "antes o despu¨¦s estallar¨¢ la venganza de Gujarat". Mattamana sostiene que "los fan¨¢ticos hind¨²es son pocos, pero est¨¢n organizados y gozan del apoyo de los partidos pol¨ªticos".
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