Coherencia y dignidad

El presidente de la Junta de Andaluc¨ªa, Manuel Chaves, reconoci¨® durante el reciente debate de investidura que su credibilidad como presidente de la Junta de Andaluc¨ªa y la de Rodr¨ªguez Zapatero como presidente del Gobierno de Espa?a dependen de una soluci¨®n "justa y r¨¢pida" al contencioso que mantienen ambas administraciones sobre la liquidaci¨®n del sistema de financiaci¨®n. Estamos de acuerdo y vamos m¨¢s all¨¢. No s¨®lo est¨¢ en juego la credibilidad de las personas sino la credibilidad y la coherencia de las m¨¢s altas instituciones andaluzas como son el Gobierno auton¨®mico y el Parlamento de Andaluc¨ªa.

Durante dos legislaturas la estrategia pol¨ªtica del Ejecutivo andaluz y la actividad de la C¨¢mara andaluza han pivotado sobre la reclamaci¨®n y la exigencia al Gobierno de la Naci¨®n de ¨¦sta y otras cuestiones. Basta recordar que el ochenta por ciento de las iniciativas parlamentarias aprobadas se refirieron a reivindicaciones ante el Gobierno del Partido Popular. Singularmente reveladora es la aprobada tres meses antes de las elecciones generales y auton¨®micas, el 11 de diciembre de 2003, que cifraba la "deuda" del Estado por distintos conceptos en 16.300 millones de euros, de los que 4.625 correspond¨ªan a la liquidaci¨®n del sistema de financiaci¨®n, y en la que textualmente se dice que "el Gobierno central nos debe a los ciudadanos de Andaluc¨ªa miles de millones de euros".

El PSOE ha sacado un alto rendimiento de esta estrategia, que amplificada por el apabullante aparato medi¨¢tico socialista y la abusiva publicidad institucional, ha logrado generalizar un sentimiento de agravio que ha perjudicado al Partido Popular de Andaluc¨ªa en las urnas. Se trata ahora de saber si una vez logrados los objetivos electorales, Manuel Chaves y el partido socialista mantienen la coherencia con sus posiciones de hace s¨®lo unos meses o el cambio de gobierno en Espa?a es la raz¨®n ¨²nica y ¨²ltima para rebajar el list¨®n de las reivindicaciones y dulcificar el discurso pol¨ªtico.

El PP ha considerado siempre absolutamente descabellada la cifra exigida y ha denunciado la confrontaci¨®n como un grave perjuicio a Andaluc¨ªa. Sin embargo, los socialistas han esgrimido con vehemencia que se trataba de reivindicaciones leg¨ªtimas en defensa de los intereses de los andaluces. Estos intereses no han cambiado con el relevo en el Gobierno de la Naci¨®n y lo que antes era leg¨ªtimo no deja de serlo por la coincidencia de color pol¨ªtico en ambas administraciones. Por mucho cambio de talante que se predique, no cabe aceptar con una sonrisa condiciones que con el Gobierno del PP eran inadmisibles tales como la retirada de recursos ante los tribunales o el aplazamiento del pago.

En la soluci¨®n de este asunto Andaluc¨ªa se juega la credibilidad de sus instituciones y Manuel Chaves la fidelidad a la palabra dada a los andaluces. Y la ¨²nica soluci¨®n digna y coherente es mantener las reivindicaciones con la misma intensidad o admitir que fue una estrategia partidista con fines electorales en la que se minti¨®, se enga?¨® y se manipul¨® el sentimiento de los andaluces.

Te¨®fila Mart¨ªnez S¨¢iz es presidenta del Grupo Popular en el Parlamento de Andaluc¨ªa