Los beneficios del sue?o
Una unidad espec¨ªfica en el hospital La Fe de Valencia analiza los problemas de los insomnes
Parece incre¨ªble, pero hay personas que deben acudir al hospital La Fe de Valencia para dormir. Esta es la ¨²nica forma que el doctor Antonio Benet¨®, jefe de la unidad del sue?o, pueda ayudar a algunos pacientes a superar sus problemas con el descanso nocturno.
Al principio impresiona cuando a uno le dicen: "Venga usted ma?ana dispuesto a pasar la noche". Lo primero que se piensa es: "?Yo? ?Para qu¨¦? Si no me duele nada". Pero una vez se entiende la necesidad, todo el temor desaparece. Seg¨²n el doctor Benet¨®, "hay quien piensa que no podr¨¢ tranquilizarse, pero lo cierto es que todos dormimos igual de bien en cualquier cama. Pueden existir man¨ªas, pero no dejan de ser eso, man¨ªas. Lo importante para alcanzar el sue?o es la relajaci¨®n de los m¨²sculos y los huesos. Influye el colch¨®n, pero, en general, cualquier cama es buena."
"El paciente debe aprender algunas pautas inductoras del sue?o"
"Observamos los sonidos y vemos las posiciones que adopta el paciente al dormir"
"De todos modos, si alg¨²n paciente no duerme bien la primera noche", comenta el doctor, "puede volver durante dos o tres d¨ªas hasta que desaparezca el s¨ªndrome del laboratorio. As¨ª llamamos a la ansiedad que se puede sufrir al dormir en un hospital."
Una vez en la unidad, el paciente se encuentra con una habitaci¨®n peque?a, as¨¦ptica y blanca. Una cama, una silla y un peque?o armario completan el mobiliario. Pero llaman la atenci¨®n algunos objetos que no son habituales en ninguna otra planta del hospital. En el techo, sobre la almohada, un micr¨®fono. Frente a la cama, donde en otras habitaciones suele estar el televisor, aqu¨ª vemos una peque?a c¨¢mara digital. Al lado de la cabecera, el polisomn¨®grafo, un aparato compuesto por toda una serie de finos cables de distintos colores que se aplican al cuerpo del paciente con peque?as ventosas. Es indoloro. Con ¨¦l se descubre lo que el doctor denomina la arquitectura del sue?o.
"A trav¨¦s de estos sensores", especifica Benet¨®, "analizamos los diversos fen¨®menos que se presentan durante la noche. Descubrimos la combinaci¨®n y las diferentes fases del sue?o por las se?ales encefalogr¨¢ficas, el tono muscular y el movimiento de los ojos. Con estos datos podremos llegar a las conclusiones pertinentes que se reflejar¨¢n en el ordenador que tenemos aqu¨ª fuera, en el pasillo, para que no moleste al durmiente."
Adem¨¢s, la m¨¢quina aporta otros datos. "El ritmo cardiaco", apunta el doctor, "las se?ales, los movimientos y los esfuerzos respiratorios, los ronquidos, la saturaci¨®n de ox¨ªgeno y las distintas posiciones de los m¨²sculos de las piernas. Y tambi¨¦n observamos los sonidos y vemos las posiciones que adopta el paciente para dormir."
"Con la polisomnograf¨ªa", explica Benet¨®, "descubrimos las irregularidades que sufrimos durante el sue?o. Las hay realmente graves como la narcolepsia. El paciente se duerme sin control, en cualquier sitio, en cualquier lugar y a cualquier hora. Es una enfermedad peligrosa. Reduce al 90% las posibilidades de poder desarrollar una vida normal. No se puede conducir, ni pasear solo, ni viajar... Adem¨¢s, esta enfermedad suele ir acompa?ada de cataplej¨ªas, es decir, los m¨²sculos de las piernas pierden fuerza, y el paciente se cae, como si se desmayara."
Una enfermedad indolora f¨ªsicamente, pero que lleva consigo m¨²ltiples complicaciones para quien la padece. "Para cualquier trabajador puede suponer la perdida del empleo", apunta el doctor. "Tuve una paciente que era maestra y pidi¨® la baja porque los alumnos se re¨ªan de ella, pensaban que no dorm¨ªa en casa. La tomaban por el pito del sereno. Esto le acarre¨® una fuerte depresi¨®n. Por mucho que advirtamos a los empresarios, con un folleto explicativo, las consecuencias de esta enfermedad, muchos llegan a la conclusi¨®n que el paciente es un vago y punto."
"La narcolepsia es una enfermedad cr¨®nica", especifica el doctor, "que aparece a partir de los 25 a?os y para la que existen tratamientos eficaces pero muy caros que no cubre la seguridad social. Supone un grave problema en todos los sentidos", concluye el doctor.
"Otra enfermedad que se controla con el polisomnogr¨¢fo es la parasomnia", sigue explicando Benet¨®, "es lo que conocemos coloquialmente como sonambulismo. Suele darse en los ni?os y hay que vigilarla porque el paciente puede hacerse da?o. Pero, pasado un cierto periodo de tiempo, suele desaparecer as¨ª que no es m¨¢s que una disfunci¨®n pasajera. S¨®lo hay que controlarla. Eso es todo."
Tambi¨¦n existe el s¨ªndrome de piernas inquietas. "Esta enfermedad", apunta el doctor, "se caracteriza por una especie de nerviosismo que ataca las extremidades. Se mueven tan intensamente que el paciente no puede llegar al sue?o profundo."
Y por supuesto, la m¨¢s conocida, las apneas del sue?o. "Gracias a esta enfermedad", aclara Benet¨®, "muchas personas se han dado cuenta de que la falta o el exceso de sue?o deben ser tratados como lo que son, enfermedades. Y adem¨¢s, debe hacerse m¨¦dicamente porque si no, pueden acarrear problemas muy graves. No podemos olvidar que para vivir, es indispensable dormir."
La experiencia lleva al m¨¦dico a insistir sobre esta enfermedad. "Muchos minimizan el problema de las apneas, m¨¢s conocidas como ronquidos cr¨®nicos, porque ellos mismos no son conscientes del problema que supone. Al margen de las molestias que acarrea a la pareja, el paciente, en cada ronquido, deja de respirar unos segundos, la respiraci¨®n se hace intermitente. Este movimiento incorrecto hace que sufra el coraz¨®n, que no llegue ox¨ªgeno al cerebro y puede ocasionar consecuencias graves".
"Para evitarlo, el cerebro te fuerza a tener un sue?o m¨¢s ligero", sigue enumerando Benet¨®, "y por eso, muchos enfermos sufren somnolencias diurnas. No es un problema balad¨ª ya que se produce en el 4% de los varones y en el 2% de las mujeres y suele manifestarse a partir de los 30 o 40 a?os. Ahora existe una soluci¨®n, la CPAP, una bomba que insufla aire a una presi¨®n continuada y que estabiliza la respiraci¨®n. Hasta hace 20 a?os el ¨²nico remedio era la traqueotom¨ªa, un tratamiento dr¨¢stico, pero no exist¨ªa otra soluci¨®n."
El problema es que los trastornos del sue?o siguen siendo un campo relativamente nuevo. "Yo llevo treinta a?os tratando estas enfermedades y la unidad de La Fe se cre¨® hace doce; aun as¨ª, nos falta mucho camino por recorrer. Por el momento, aunque todas estas dolencias han existido siempre, seguimos sin saber por qu¨¦ se producen. As¨ª que habr¨¢ que seguir investigando."
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