La venganza de Eto'o
El mallorquinista, triunfador de nuevo en el Bernab¨¦u, se siente despreciado por el Madrid
Samuel Eto'o (N'ko, Camer¨²n; 1981) siempre camina flanqueado por dos individuos. Uno se encarga de su seguridad personal. Es un guardaespaldas. El otro le lleva los papeles. Es un secretario personal. El delantero que se?al¨® al palco del estadio Bernab¨¦u el pasado s¨¢bado tras marcar dos goles al Madrid, el club al que pertenecen el 50% de sus derechos, abulta muy poco, es delgado, con los hombros redondeados, la cabeza casi esf¨¦rica y los pies diminutos. Lleva unos pantalones rasgados a la altura de las rodillas y una cazadora negra de cuero. Sonr¨ªe despreocupado y habla un castellano correcto con un leve acento de desaf¨ªo. Es ir¨®nico. Sus frases son cortas. "Si el Madrid a¨²n no se ha dado cuenta de que valgo para jugar en ¨¦l es que ya no se va a dar cuenta nunca", comenta en un tono mitad franco, mitad reivindicativo. Y vuelve a sonre¨ªr. Estar¨ªa dispuesto a regresar al equipo blanco, pero ha confesado a sus ¨ªntimos: "No para ser suplente de nadie, sino para competir de igual a igual".
Eto'o acaba de recibir el bal¨®n de oro africano. No le basta. "Ahora quiero el europeo porque llevo dos a?os jugando a un gran nivel", insiste, aunque muestre su agradecimiento por el galard¨®n y repita lo contento que se siente por haberlo recibido. Da la impresi¨®n de que no lo puede evitar. Quiere m¨¢s: "Me har¨ªa ilusi¨®n ganar a Zidane o Ronaldo".
Su t¨¦cnico, Luis Aragon¨¦s, sabe que el ciclo de Eto'o en el Mallorca ha terminado. Generalmente muy r¨¢cano en el elogio individual, dedica una frase rotunda a su delantero: "Es uno de los diez mejores del mundo". Tres a?os atr¨¢s, le sujet¨® con agresividad de la camiseta en un entrenamiento. Pero la relaci¨®n de Eto'o con "el viejo" es especial. "Es casi como un padre deportivo", concede.
Un padre que ha tenido que ver c¨®mo su hijo estrellaba su BMW contra una ambulancia a la salida de una sesi¨®n preparatoria o su estramb¨®tica historia con el marido de una de sus hermanas. Hace un a?o, su cu?ado, que le exig¨ªa dinero por una comisi¨®n en su traspaso al club balear, le acus¨® de haberle dado una paliza y arrebatado los zapatos, una advertencia de muerte, seg¨²n ¨¦l, en Camer¨²n. "Samuel se part¨ªa de risa. Es que no pod¨ªa parar de re¨ªrse", cuenta un allegado al jugador.
Ahora sus temas los lleva Jos¨¦ Jes¨²s Mesas, el que fuera compa?ero suyo con 17 a?os en el Legan¨¦s. "Est¨¢ feliz porque ganar en el Bernab¨¦u es algo que le estimula especialmente", coment¨® el agente el domingo pasado. Una opini¨®n desmentida por el jugador: "Ya no me resulta especial jugar all¨ª. Lo he hecho muchas veces". Una afirmaci¨®n que contrasta con sus gestos tras marcar. "Al que iban dirigidos ya lo sabe", explic¨® el camerun¨¦s tras el encuentro.
Eto'o se considera un producto de la cantera blanca. Un producto desechado y despreciado. Por eso, su an¨¢lisis de lo que le sucede al Madrid tiene mucho que ver con su m¨ªmica reivindicativa en Chamart¨ªn: "La responsabilidad la tienen los que han planificado la temporada. Siempre responsabilizan a la cantera, pero un chaval no puede rendir a un nivel alto si le ponen ah¨ª de golpe". Y reitera: "En el Madrid siempre se acusa a la cantera".
El delantero camerun¨¦s, que lleva 17 goles en la Liga, le garantiza al Madrid un m¨ªnimo de 7,5 millones de euros. A partir de los 15 millones, el club blanco percibir¨¢ la mitad del montante del traspaso. "S¨ª, me voy a ir al club que ha comprado mi padre", responde con sorna a los rumores que indican que su salida del Mallorca es inminente. Le queda un a?o de contrato con el club balear. "Los medios necesitan llenar p¨¢ginas en verano. Por eso se inventan noticias. Es lo m¨¢s divertido del a?o", comenta elevando el tono y bufando una sonrisilla. "Hasta el a?o que viene... en el Manchester, ja, ja", fue su despedida el pasado jueves a los informadores que cubren al Mallorca.
Eto'o gana un mill¨®n y medio de euros libres de impuestos en el conjunto balear. Una cantidad que le sirve para tener un conglomerado de negocios en su pa¨ªs y en Francia. Los temas econ¨®micos en Camer¨²n los lleva su padre, un ex contable. En Francia viven dos de sus hermanas. Tambi¨¦n all¨ª posee una mansi¨®n.
Un grupo de ni?os con camisetas rojas le acorrala a la puerta de los campos de entrenamiento. Les da su aut¨®grafo, pero les advierte: "Sois muchos, no puedo firmaros a todos". Despu¨¦s recibe una foto de un se?or mayor. Estampa su r¨²brica, pero le dice que no firmar¨¢ dos postales iguales. Eto'o es agradable, pero espont¨¢neo. No quiere que nadie haga negocio con su imagen. No quiere estar bajo el sol m¨¢s de cinco minutos atendiendo a la gente. Quiz¨¢ tenga que ver con que su mayor afici¨®n sea dormir. Dormir horas y horas, solo en una habitaci¨®n con el televisor encendido. A ser posible, con una pel¨ªcula de Torrente de fondo y un plato de arroz a la cubana esper¨¢ndole en la mesa.
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