La ley del term¨®metro

"Depender¨¢ del term¨®metro y de qui¨¦n lo mida". La frase, de uno de los componentes del equipo espa?ol de aguas abiertas, resume la incertidumbre levantada por las inclemencias del tiempo en el embalse de San Juan, a 70 kil¨®metros de Madrid, escenario de las pruebas de larga distancia del Europeo de nataci¨®n. Pruebas que peligran si las aguas no alcanzan los 14? de temperatura, m¨ªnima exigida por la Liga Europea de Nataci¨®n en su reglamento y alcanzada con ribetes de suspense -despu¨¦s de los 13? registrados inamovibles desde el fin de semana-, justo ayer, a 24 horas del inicio de las pruebas de 5 km femenino y 10 km masculino.

En realidad, a 26 horas. Visto el escaso margen de d¨¦cimas de que disfruta, la organizaci¨®n decidi¨® retrasar dos horas el inicio de la primera prueba, prevista para hoy a las 10.30. De no repetir o superar los grados requeridos, la organizaci¨®n retrasar¨¢ sine die las modalidades damnificadas. "Circulan muchas hip¨®tesis, pero nunca ser¨ªa inmediatamente; la decisi¨®n debe ser meditada y discutida, no tomada en una hora", esgrim¨ªa V¨ªctor Nogueira, jefe del Comit¨¦ T¨¦cnico de Aguas Abiertas. "Esto, m¨¢s que una prueba deportiva, es una prueba de supervivencia, por eso es tan importante la temperatura m¨ªnima", insist¨ªa. "Si no habr¨ªa peligro de hipotermia", apuntaba a su vez Nacho N¨²?ez, el m¨¦dico del combinado espa?ol.

Las conjeturas de seleccionadores, nadadores, capitanes de barco y alg¨²n chismoso trataban del baile de grados que, arriba o abajo, se escuchaban en boca de unos o de otros. "Por ah¨ª desfilan 50 term¨®metros que van de los 11? a los 15?, pero ya nos da igual, lo ¨²nico que pedimos es que no suspendan las pruebas", sosten¨ªa Esther N¨²?ez, espa?ola en el listado de participantes de 10 y 25 km. "Tiene raz¨®n, llevamos prepar¨¢ndonos toda la temporada, por nosotros que nos enga?en aunque el agua est¨¦ a 13?", apuntaba con sorna Jordi Jou, compa?ero de equipo.

"El fr¨ªo hace que las manos y los pies se vayan durmiendo hasta que se nos quedan como garfios", expon¨ªa David Meca, angustiado por verse sin nadar y por tanto sin una medalla en el pescuezo. De paso, el catal¨¢n

dejaba caer: "La medici¨®n no va a ser en el medio del embalse, como dice el reglamento, sino en un punto que desconocemos", afirmaci¨®n desmentida por el propio Nogueira.

De permitirse la salida, los participantes estrenar¨¢n chips en sus extremidades que determinen con exactitud el tiempo de llegada. Tambi¨¦n se enfundar¨¢n en sus trajes de neopreno -legales para menos de 16?-, m¨¢s finos que los de buceadores y surfistas y con los que se flota m¨¢s. Libertad que no impedir¨¢ la multiplicaci¨®n de magulladuras en los cuellos. "Me ha salido una despu¨¦s de nadar durante 20 minutos, as¨ª que prefiero no pensar en las horas que me esperan", soltaba Meca que, como el resto de espa?oles, lleva tres semanas alternando el pl¨¢stico con el ba?ador. Los roces en la piel son la punta del iceberg: "Siempre nos entrenamos en piscina, en ba?ador, que requiere una t¨¦cnica distinta", a?ad¨ªa Esther. Las cremas calor¨ªficas tampoco son opci¨®n: "Las manos nos resbalar¨ªan

y las gafas se nos escurrir¨ªan de la cara". A¨²n as¨ª, espa?oles y for¨¢neos coincid¨ªan: "Sin los trajes no podr¨ªamos aguantar".

Los elementos tampoco les imped¨ªa ser optimistas. En especial a Meca, que ha aumentado estos d¨ªas su dieta para tener una capa calor¨ªfica suplementaria.