La nueva norma est¨¢ "ahogando" a los reclusos
El auto del presidente de la m¨¢xima instancia judicial penitenciaria de Madrid, Arturo Beltr¨¢n, s¨®lo es aplicable, de momento, al interno B. T. G. C., pero es extrapolable a todos los reclusos de la Comunidad de Madrid. Y es que la Secci¨®n Quinta de la Audiencia es el ¨®rgano superior jer¨¢rquico de los tres juzgados de vigilancia de Madrid, y frente a sus resoluciones no cabe recurso.
Son muchos los internos que delinquieron antes de entrar en vigor la Ley 7/2003, de 2 de julio, y ten¨ªan fundadas esperanzas de acortar sus penas acogi¨¦ndose a los beneficios del tercer grado. Este auto supone para ellos un respiro, porque llueve sobre mojado: "Desde 1995 se han ido eliminando las posibilidades de acortar las condenas: ya no hay reducci¨®n de penas por trabajo ni cabe acceder al tercer grado si el interno no ha cumplido la mitad de la condena", se lamenta Carlos Garc¨ªa, coordinador del Colegio de Abogados de Madrid en temas penitenciarios. "Durante un tiempo se ha aislado a los presos m¨¢s peligrosos para evitar problemas; ahora, los reclusos se ven m¨¢s ahogados a¨²n, lo que puede generar conflictos", a?ade.
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