Rolando S¨¢nchez Mej¨ªas viaja a Alemania en su nueva novela
"Un contrapunteo entre varios g¨¦neros", as¨ª define el escritor cubano Rolando S¨¢nchez Mej¨ªas (Holgu¨ªn, 1959) su Cuaderno de Feldafing (Siruela). En sus p¨¢ginas ha reunido 90 cuadros, di¨¢logos, cartas, apuntes, dibujos e incluso fotograf¨ªas. "Es una mezcla de libro de viajes, de notas, de novela breve. Es ficci¨®n aunque no pasa por g¨¦neros, por diferencias entre literatura y el mundo", asegura con voz entrecortada. Advierte adem¨¢s de que no se trata de un libro "puramente posmoderno, no son juegos de combinaciones ni pasa por la idea de literatura como artefacto de Cort¨¢zar". Explica que el Cuaderno de Feldafing "flota entre la pura t¨¦cnica y el sentimiento tr¨¢gico de la vida".
S¨¢nchez Mej¨ªas habla de una realidad cambiante, ficticia, que necesita de nuevos g¨¦neros literarios para ser contada: "Si entre literatura y vida la conexi¨®n es cada vez menos concreta, por lo pronto hay que buscar g¨¦neros que constantemente se muestren al mismo nivel de la ficci¨®n que quieres contar, g¨¦neros que se van autoproduciendo. No es que cuentes una historia o un acontecimiento, es que est¨¢s al nivel de los dos procesos vida y literatura, por lo menos esto ocurre en el Cuaderno". En este su cuarto libro el escritor ha buscado un proceso realista para plasmar la realidad que considera ficticia. Adelanta que est¨¢ hecho "como una serie de bocetos que se tocan, pero no son causales. Los 89 capitulillos son una serie larga, todos pertenecen a un mismo mundo, a un nivel de ficci¨®n que no pasa por contar una historia que tenga planteamiento, nudo y desenlace".
Claustrofobia
S¨¢nchez Mej¨ªas lleg¨® a Barcelona en 1997: "Me fui de Cuba por cuestiones pol¨ªticas, pero tambi¨¦n personales. En los ¨²ltimos a?os sent¨ªa que me estaba pudriendo, no s¨¦ si era el calor, lo h¨²medo en un lugar con ciertos l¨ªmites en que no puedes viajar, ni salir. Daba una sensaci¨®n claustrof¨®bica. Si me quedaba me pod¨ªa convertir en algo que no era. Si sigues en esas condiciones pol¨ªticas y vitales puede desaparecer hasta tu propia literatura". En el Cuaderno de Feldafing, el escritor viaja hasta Alemania. "En Cuba siempre piensas en paisajes, en pa¨ªses a los que nunca has ido. Estableces una relaci¨®n fant¨¢stica con todo lo que no es Cuba. Son lugares de sue?o, donde t¨² tienes vida por la imaginaci¨®n misma. Cuando caes, caes en tu imaginaci¨®n. No hay diferencia entre lo que es real y lo que yo supuse, se crea como un tercer lugar que no es Cuba, ni Fieldafing es el lugar de la literatura". En ese peque?o pueblo de Alemania estuvo tres meses -"con sensaci¨®n de ciencia ficci¨®n"- escribiendo "de pie, sentado en trenes, caminando". El protagonista fundamental del libro es el propio Cuaderno de Feldafing porque, seg¨²n explica su autor, "es una historia que se arma en el momento en que se crea, se va autoproduciendo, autocre¨¢ndose. Es el testimonio de ese proceso, no es el libro a posteriori, es la copia exacta o din¨¢mica del proceso mismo".
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