Poco ligados al partido

S¨®lo han pasado dos meses desde las elecciones del 14 de marzo, dos meses llenos de acontecimientos excepcionales, y es todav¨ªa dif¨ªcil evaluar el funcionamiento del primer Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. De momento, se constata que se trata de una estructura muy peculiar, con un grupo de ministros de fuerte personalidad y poca cultura de partido; con equipos muy heterog¨¦neos, pero de gran formaci¨®n t¨¦cnica, que deber¨¢n convivir con otro foco de poder, el potente equipo presidencial que se ha ido formando discretamente en La Moncloa, bajo al direcci¨®n de Miguel Sebasti¨¢n.

La estructura del Gobierno se mueve sobre dos pivotes principales, los vicepresidentes Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega y Pedro Solbes. El ministro de Econom¨ªa y vicepresidente segundo es bien conocido por sus maneras suaves, pero tambi¨¦n por la fortaleza que suelen esconder. "Manda tanto como un fara¨®n", comentan con humor en su entorno ministerial.

La futura ejecutiva despierta muchas apetencias, pero Blanco ha quedado fortalecido al incorporarse a mecanismos habituales de di¨¢logo con el Gobierno

Cortocircuitar

Solbes se las ha arreglado adem¨¢s para imponer pr¨¢cticamente en su totalidad su propio equipo, algo que no pueden decir todos los ministros Algunos han conocido a varios de sus colaboradores horas despu¨¦s de ser nombrados y algunos han tenido que cortocircuitar a toda prisa la llegada de un colaborador no deseado. En cualquier caso, el ¨¢rea econ¨®mica est¨¢ claramente jerarquizada y estructurada, y es el propio Solbes el que marca su ritmo, m¨¢s pausado, sobre sectores m¨¢s fogosos.

Entre quienes despiertan m¨¢s curiosidad est¨¢ la ministra de Fomento, Magdalena ?lvarez, directora general en la ¨¦poca de Carlos Solchaga y del propio Solbes, y muy acostumbrada a mandar y a decidir con libertad desde el puesto de consejera de Econom¨ªa y Hacienda de la Junta de Andaluc¨ªa, que ocup¨® durante los ¨²ltimos 10 a?os. Aqu¨¦llos fueron tiempos de sonados enfrentamientos con el consejero andaluz de la Presidencia, Gaspar Zarrias, quien le reproch¨® siempre su desconocimiento de las estructuras y del funcionamiento interno del PSOE y de la poca atenci¨®n que prestaba a sus necesidades.

Este desconocimiento de las estructuras m¨¢s cl¨¢sicas, o territoriales, del Partido Socialista es una caracter¨ªstica de otros muchos ministros, incluido el otro pivote del Gabinete, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega.

La vicepresidenta primera conoce muy bien la Administraci¨®n (fue secretaria de Estado), la justicia y el Parlamento, pero muy poco el PSOE. Ahora va a coordinar a un grupo de ministros muy dif¨ªcil, algunos de ellos con contacto directo con el presidente del Gobierno (como el titular de Interior, Jos¨¦ Antonio Alonso) o con mucha experiencia y personalidades muy marcadas (como el ministro de Defensa, Jos¨¦ Bono).

Las relaciones con el partido se llevar¨¢n a cabo a trav¨¦s de Jos¨¦ Blanco, que ha quedado fuera del Gabinete, en contra de lo que fue tradici¨®n en el PSOE durante mucho tiempo, y al que Rodr¨ªguez Zapatero ha fortalecido incorpor¨¢ndole a mecanismos habituales de consulta y di¨¢logo.

Congreso de julio

"El principal peso pesado que ha saltado del PSOE al Gobierno es Jes¨²s Caldera. Bono est¨¢ muy ocupado con su ministerio y el resto de los ministros no tiene ni ha tenido fuerza propia dentro de la organizaci¨®n, ni desde un punto de vista territorial, ni nacional", asegura un ex responsable auton¨®mico. El partido, a?ade, tampoco est¨¢ presente en el gabinete que se ha creado en La Moncloa al servicio directo del presidente del Gobierno.

"Algunos creen que ¨¦sta es una buena ocasi¨®n para entrar en la ejecutiva del partido y para fortalecerla. Conf¨ªan en que la ocasi¨®n sea el congreso de julio", explica un diputado veterano, quien, sin embargo, reconoce que esa propuesta despierta resquemor en otros sectores del partido.

Un diputado m¨¢s vinculado a la actual ejecutiva confirma ese an¨¢lisis. "No creo que haga ninguna falta el desembarco de antiguos pesos pesados". Los actuales dirigentes, seg¨²n su opini¨®n, se bastan y se sobran para encontrar las ayudas que precisen en esta nueva etapa, sin necesidad de recurrir a este tipo de personalidades. La actual ejecutiva y las personas pr¨®ximas a ella "han hecho un buen trabajo, como demostraron las elecciones, y lo l¨®gico es que el congreso lo reconozca", prosigue. "El grupo que est¨¢ al frente del partido tiene una cultura com¨²n y experiencias compartidas, y no ser¨ªa adecuado introducir elementos de cultura o experiencias diferentes. El presidente del Gobierno lo sabe y lo comparte".