"Los grandes int¨¦rpretes deben mojarse y tocar obras de su tiempo"

El compositor Gabriel Erkoreka (Bilbao, 1969), afincado en Londres desde 1993, se siente un privilegiado. Es, junto a Roberto Gerhard, el ¨²nico autor europeo con un contrato exclusivo de edici¨®n y distribuci¨®n de obras con la editorial brit¨¢nica Oxford. "Es algo fundamental para que se escuchen, no s¨®lo en Inglaterra, sino en todos los pa¨ªses de habla inglesa", reconoci¨® el jueves, horas antes de la que la Orquesta Sinf¨®nica de Euskadi (OSE) abriese el concierto que ofreci¨® en la iglesia San Nicol¨¢s de Newbury con su obra Canci¨®n y danza.

Erkoreka es una de las excepciones a la regla. Sus obras no s¨®lo llegan al p¨²blico vasco y al brit¨¢nico, sino tambi¨¦n al norteamericano o australiano -en septiembre se estrenar¨¢ en Sidney Bizitza, obra que escribi¨® sobre poemas de Bernardo Atxaga-. Y adem¨¢s lo hacen en un momento en el que, en su opini¨®n, "lo que m¨¢s se echa en falta en las programaciones del Pa¨ªs Vasco y en otros lugares, es la interpretaci¨®n incluso de los cl¨¢sicos" del siglo XX.

"Creo que lo fundamental para conseguir poner a esta m¨²sica en el sitio que se merece es lograr que los grandes int¨¦rpretes se decidan a interpretarlo. Que se mojen y elijan obras del repertorio de su tiempo", apunta.

Erkoreka, profesor del Conservatorio Superior de M¨²sica del Pa¨ªs Vasco, ultima en estos momentos por encargo de la OSE Oc¨¦ano, obra que supone una evoluci¨®n l¨®gica en su carrera creativa hacia un lenguaje m¨¢s personal. Porque para el compositor bilba¨ªno no "no se trata tanto de innovar, de decir algo nuevo como de decir algo personal, de ser fiel a uno mismo". Pero eso no significa ni instalarse en la comodidad ni repetirse. "Uno no puede eludir su forma de expresarse, siempre hay elementos que de alguna forma est¨¢n presentes", apunta. "Eso s¨ª, yo procuro variar la forma, la estructura de la obra. Con el tiempo que lleva componer m¨²sica, si encima te repites no tendr¨ªa ning¨²n sentido".

Erkoreka lleva a?os investigando, buscando nuevos caminos y lenguajes para sus partituras. "Lo fundamental es seguir experimentando", asegura. "Las posibilidades de la m¨²sica siguen siendo infinitas. Ya simplemente por combinatoria es imposible agotarlas todas", argumenta.