El Supremo permite al Ej¨¦rcito de Israel destruir centenares de casas en Gaza
La sentencia acaba con las esperanzas de los m¨¢s de 100.000 palestinos del campo de Rafah
El Tribunal Supremo de Jerusal¨¦n autoriz¨® ayer al Ej¨¦rcito de Israel a continuar demoliendo casas palestinas del campo de refugiados de Rafah, al sur de la franja de Gaza. La destrucci¨®n de estas viviendas permitir¨¢ a las tropas ampliar y fortificar el llamado Corredor Filadelfia, que transcurre a lo largo de la frontera de Egipto, donde en la ¨²ltima semana han muerto siete soldados cuando trataban de controlar el contrabando de armas y el paso de combatientes. "Cientos de casas han sido ya marcadas para su destrucci¨®n", ha afirmado un mando del Ej¨¦rcito de Israel.
La sentencia dictada por los jueces Eliahu Mazza, Dorit Beinisch y Eli¨¦zer Riviln cierra de un portazo las ¨²ltimas esperanzas de los refugiados palestinos, del campo de Rafah, uno de los m¨¢s deprimidos y desamparados de la zona, donde se amontan m¨¢s de 100.000 habitantes, quienes desde que se iniciara la Intifada han visto impotentes c¨®mo las excavadoras del Ej¨¦rcito israel¨ª han venido destruyendo sistem¨¢ticamente sus casas, alegando razones de seguridad.
En poco m¨¢s de tres a?os, las tropas israel¨ªes han demolido m¨¢s de un millar de casas de los refugiados de este campo, provocando una situaci¨®n insostenible para millares de habitantes, que en algunos casos han perdido sus viviendas por tercera vez en poco m¨¢s de cincuenta a?os, seg¨²n asegura la UNRWA, la agencia de Naciones Unidas de protecci¨®n y defensa de los refugiados palestinos. S¨®lo en la semana pasada, los soldados destruyeron 88 casas y dejado sin vivienda a m¨¢s de mil refugiados.
La mayor parte de las viviendas demolidas se encuentran en las cercan¨ªas de la l¨ªnea fronteriza con Egipto, donde el Ej¨¦rcito trata de crear una zona vac¨ªa por la que discurra el Corredor Filadelfia, una carretera militar de cerca de cien metros de ancho y nueve kil¨®metros de largo, que sirva de tamp¨®n a la zona, impida el tr¨¢fico de combatientes y el contrabando de armas, en la mayor¨ªa de los casos a trav¨¦s de una red de t¨²neles cavados en la arena.
El Tribunal Supremo arroj¨® ayer por el suelo las razones alegadas por 13 vecinos del campo de Rafah, quienes, amparados por el Centro Palestino de Derechos Humanos, que dirige el abogado Raji Surani, hab¨ªan reclamado el fin de las demoliciones o, en el peor de los casos, que se arbitrara un sistema administrativo, que posibilitar¨¢ recurrir las demoliciones. La sentencia es tajante, ya que asegura que los soldados podr¨¢n continuar demoliendo las casas sin aviso previo siempre y cuando los derribos se efect¨²en por razones de seguridad o si la vida de los soldados est¨¢ en peligro.
Los jueces del Supremo recogen en la sentencia el compromiso del Ej¨¦rcito de que las casas no ser¨¢n destruidas en operaciones de represalia, y que en cualquier caso s¨®lo ser¨¢n demolidas las que se consideren imprescindibles y por necesidades inmediatas. En los dem¨¢s casos, deber¨¢n anunciar su intenci¨®n de derribar las casas y permitir a sus moradores que recurran ante los tribunales.
La sentencia amparando la actuaci¨®n del Ej¨¦rcito, confirma la tendencia habitual del alto tribunal de Israel, que en los ¨²ltimos a?os ha venido dictando resoluciones favorables a las fuerzas de seguridad israel¨ªes, cuando se trata de conflicto con los palestinos.
El doctor David Kretzmer, profesor de Derecho Internacional de la Universidad Hebrea de Jerusal¨¦n, asegura que el "Supremo ha hecho parecer razonables todas las acciones controvertidas, de las autoridades israel¨ªes, especialmente las m¨¢s problem¨¢ticas, bajo los principios del derecho humanitario internacional".
El Supremo en los ¨²ltimos a?os ha amparado, entre otras pr¨¢cticas pol¨¦micas, el uso hasta 1999 de la "presi¨®n f¨ªsica moderada" en los detenidos, la deportaci¨®n de personas, las demoliciones de casas como castigo y la construcci¨®n de asentamientos. El Supremo no ha querido a¨²n ilegalizar los "asesinatos selectivos" de los l¨ªderes de la Intifada, a pesar de que la demanda fue presentada hace m¨¢s de dos a?os y que se ha pedido su suspensi¨®n provisional.
Crimen de guerra
El jefe del Estado Mayor, el general Moshe Yaalon, asegur¨® ayer en la reuni¨®n semanal del consejo de ministros, ante un mapa de la zona, marcado con enormes trazos rojos, que sus tropas est¨¢n ya dispuestas a demoler centenares de casas, que en su opini¨®n est¨¢n vac¨ªas, olvid¨¢ndose de que todas estas viviendas han sido desalojadas en los ¨²ltimos d¨ªas por sus propietarios ante el avance de las tropas.
La pol¨ªtica de demoliciones ha sido criticada por la izquierda israel¨ª, que considera que se trata de un "crimen de guerra"; por la direcci¨®n palestina, que la ha calificado como una operaci¨®n de "limpieza ¨¦tnica"; por la UE, que ha pedido su paralizaci¨®n y por el propio secretario de Estado norteamericano, Colin Powell.
La demolici¨®n de casas ha sido contestada tambi¨¦n por el Campo de la Paz israel¨ª, que el domingo reuni¨® a m¨¢s de 100.000 personas en la plaza de Isaac Rabin, en Tel Aviv, en uno de los actos pacifistas m¨¢s importantes y multitudinarios de los ¨²ltimos a?os. Los congregados reclamaron la salida inmediata de Gaza y la reanudaci¨®n del proceso de di¨¢logo con los palestinos. Los ¨²ltimos sondeos aseguran que el 70% de la poblaci¨®n israel¨ª est¨¢ de acuerdo con la descolonizaci¨®n y retirada del Ej¨¦rcito de Gaza, tal y como lo proyect¨® el primer ministro, Ariel Sharon, en el plan que fue rechazado hace dos semanas por el Likud en un refer¨¦ndum interno.
Anoche, la violencia continu¨® en Gaza. Tres milicianos palestinos murieron por el disparo de un veh¨ªculo blindado israel¨ª en el norte de la franja, cuando trataban de cruzar la verja electr¨®nica de separaci¨®n de un puesto fronterizo, seg¨²n informaron a la agencia Efe fuentes palestinas. De madrugada, por tercera noche consecutiva, helic¨®pteros de combate israel¨ªes disparon misiles contra diferentes objetivos en la ciudad de Gaza, entre ellos las oficinas del partido gubernamental palestino Al Fatah. Siete personas resultaron heridas leves por el ataque.
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