Pim-pam-pum contra la consejera de Cultura
El Departamento de Cultura, dirigido por la nueva consejera Caterina Mieras, tuvo un accidente en el primer tramo de su trayecto. Circunstancias que no vienen al caso condujeron a algunos cambios fundamentales en su equipo directivo, justo en la raya de sus primeros 100 d¨ªas. Ello, naturalmente, afect¨® al calendario de puesta en marcha de algunas de sus l¨ªneas b¨¢sicas de trabajo.
Es comprensible que la oposici¨®n trate de apretarle las tuercas al Gobierno con motivo de sus 100 primeros d¨ªas. Pero no es menos comprensible que, al inicio de un Gobierno enteramente nuevo, uno de sus departamentos precise de algunos ajustes que retrasen algo su despegue. Cabe prever, sin embargo, que el Departamento de Cultura alcance su marcha de crucero para el verano.
As¨ª las cosas, resulta normal la impaciencia de quienes m¨¢s han sufrido durante d¨¦cadas la ausencia de pol¨ªticas culturales que merezcan ese nombre. Y es m¨¢s normal a¨²n la impaciencia de quienes han participado en los sucesivos procesos de debate, reflexi¨®n y elaboraci¨®n program¨¢tica que los socialistas venimos convocando desde primeros de la d¨¦cada de 1980 hasta ayer mismo. La madurez de las propuestas alcanzadas y la expectativa levantada por ellas multiplican el desespero de la espera. Despu¨¦s de 24 a?os de frustraci¨®n, pasado ya el ecuador, unos pocos meses parecen siglos.
Resulta sorprendente, sin embargo, el tono chill¨®n de los anteriores responsables, el desmedido pim-pam-pum que le han organizado a la consejera. Una primera se?al la dio el art¨ªculo 100 d¨ªas sin cultura (querr¨¢ decirse sin pol¨ªtica cultural, supongo), firmado por un conspicuo portavoz convergente [Jaume Ciurana, v¨¦ase el art¨ªculo publicado en EL PA?S el pasado 1 de abril]. Afirmaci¨®n a la cual corresponde una respuesta escueta y obvia: nos tuvieron ustedes 8.000 d¨ªas sin cultura, ?de verdad les viene ahora de 100 d¨ªas? Y la cosa ha culminado, finalmente, con la traca parlamentaria de CiU y el PP, al alim¨®n, pidiendo nada menos que la dimisi¨®n de Mieras.
?Ser¨¢ que CiU est¨¢ adquiriendo finalmente un loable e ins¨®lito celo para con las cosas de la cultura? ?Lo echamos tanto en falta durante los largos a?os en que gobern¨®! Su ausencia produjo el martirio de Joan Rigol y la liquidaci¨®n del pacto cultural, y ancl¨® el presupuesto nacional de cultura en el 1%, bastante por debajo que algunas de las autonom¨ªas regionales sin "lengua propia"...
Deber¨ªan ser m¨¢s prudentes. Sobre todo respecto al Institut Ramon Llull. Oriol Pi de Cabanyes ha contado c¨®mo, del modo en que se organiz¨® y a falta de cualquier compromiso del Gobierno espa?ol, el Institut estaba fatalmente destinado a no funcionar. La inacci¨®n posterior as¨ª lo atestigua. Urg¨ªa ahora redefinir responsabilidades y establecer un nuevo equipo. Y ello no ocurrir¨ªa si no lo hac¨ªa la Generalitat en su turno ejecutivo, que iba a extinguirse a primeros de junio. Mieras se dio cuenta de ello y lo hizo, contra viento y marea, esgrimiendo un envidiable coraje. No hacerlo habr¨ªa supuesto ceder al empe?o compartido de CiU y del PP balear por mantener al anterior equipo, a modo de tap¨®n frente a la voluntad del nuevo Gobierno catal¨¢n. Menudo papel el de CiU en este caso.
Cabe esperar ahora que el nuevo Ejecutivo espa?ol se comprometa con el Institut Ramon Llull y, pues, con la promoci¨®n de la cultura y la lengua catalanas en el exterior. Y cabe esperar tambi¨¦n que, a partir de ah¨ª, el PP balear y el PP valenciano, en la nueva situaci¨®n espa?ola, se decidan por una pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica menos instrumental y m¨¢s responsable.
Quien espera desespera, pero ello incrementa los encantos del guiso cuando aparece. Hay que darle un plus de tiempo a la consejera. Pese a su fragilidad aparente, no es alguien que se amilane, ni mucho menos. Y es hoy la depositaria de una propuesta rigurosa e innovadora, afinada durante a?os, altamente participada: el programa socialista de cultura.
Mieras fue durante ocho a?os concejal de Cultura de Badalona y cuenta en su haber con la ejemplar reforma y reapertura del hist¨®rico teatro Zorrilla, y con una excelente pol¨ªtica de patrimonio referida a los restos romanos de Betulia. Es tambi¨¦n una cient¨ªfica de primera magnitud, autora de uno de los tres primeros diagn¨®sticos de sida en el mundo mundial, simult¨¢neo a los de Gallo y Monteigne; su nombramiento contradice, pues, el end¨¦mico y nefasto divorcio entre cultura human¨ªstica y cultura cient¨ªfica. No escapa a nadie tampoco la significaci¨®n que encierra, para la causa de la lengua, su condici¨®n de mallorquina ejerciendo como consejera de Cultura de Catalu?a. Tiene un buen equipo y mucha gente dispuesta a arrimar el hombro. S¨®lo precisa de algo m¨¢s de tiempo, y de que las ¨¦lites no le tengan en cuenta que viene de la periferia por partida doble: insular y metropolitana.
Jordi Font, miembro del Consejo Nacional del PSC.
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