"Reducir el IVA es un problema ideol¨®gico"
Carmen Calvo (C¨®rdoba, 1957) confiesa estar en pol¨ªtica por "pasi¨®n y convicci¨®n". Y reconoce que el de Cultura es el ministerio que mejor cuadra con su manera de ser. Dice estar profundamente "sumergida" en este ¨¢mbito y reconoce su inter¨¦s por las m¨¢s diversas disciplinas. Va al cine todos los domingos por la tarde ("he visto hace poco la ¨²ltima de Gerardo Herrero, la de Saura, H¨¦ctor, una mexicana que se llama Nicotina...; adoro a Woody Allen") y es mel¨®mana (m¨²sica cl¨¢sica, pero tambi¨¦n rock y hip
-hop, "los trovadores del presente"). Considera que no hay nada tan intenso como el teatro o los conciertos en directo, y cuenta que, con tanto trabajo, lee ahora, sobre todo, poes¨ªa: "Valente, Cernuda, Gil de Biedma...". Y tambi¨¦n mucho ensayo, y no tarda en mencionar a Mar¨ªa Zambrano. La excepci¨®n cultural, la proyecci¨®n de la cultura espa?ola a trav¨¦s del Instituto Cervantes, la reducci¨®n del IVA, las leyes de propiedad intelectual y de mecenazgo o los problemas con el Archivo de Salamanca son algunas de las cuestiones de las que habla en su nuevo despacho, cuya decoraci¨®n ha simplificado reduciendo al m¨ªnimo el mobiliario. Casada y con una hija de 25 a?os, explica que llega al ministerio para darlo todo, porque "no tienen sentido tantos cambios en tu propia vida si no peleas a fondo por lo que crees".
"Fue Malraux el que dijo que la verdadera civilizaci¨®n consiste no s¨®lo en reconocer que el otro existe, sino en verlo como imprescindible"
"Sin dinero no se hace nada, pero en cultura valen tanto los recursos econ¨®micos como las ideas bien planteadas, con objetivos claros"
Salvo Vicente Todol¨ª, al que quer¨ªa ofrecerle la direcci¨®n del Reina Sof¨ªa, todas las dem¨¢s personas con las que habl¨¦ han aceptado"
Pregunta. ?Qu¨¦ sentido tiene la recuperaci¨®n del Ministerio de Cultura como tal?
Respuesta. Creo que la cultura tiene unos valores simb¨®licos y de conciencia colectiva. Para el ciudadano es importante saber que dentro del programa de un Gobierno hay un ¨¢rea espec¨ªficamente dedicada a plantearse, pensar, ocuparse y resolver las cuestiones culturales, y las aspiraciones de los ciudadanos en esta materia (que cada vez son mayores). Cualquier pa¨ªs con los que nos gusta compararnos nunca ha dejado de tener la Cultura con rango de ministerio. Incluso los propios funcionarios de esta casa ten¨ªan confianza en que recuperara su autonom¨ªa.
P. ?Cu¨¢l es la impronta que Carmen Calvo le quiere dar a este ministerio?
R. Quiero darle un poco de profundidad y saber valorar lo que la cultura realmente significa para la vida de los individuos y para la convivencia de los ciudadanos. La vida de los individuos es algo subjetivo y personal; en ese ¨¢mbito, cada cual le puede dar a la cultura el valor que quiera. Pero luego est¨¢ la dimensi¨®n colectiva, que tiene que ver con valores de convivencia. Muchos espa?oles coincidimos en que algo ha fallado cuando se han desencadenado situaciones cargadas de violencia, y posiblemente ha sido aquello que tiene de m¨¢s importante la cultura, que es su capacidad de propiciar el entendimiento con el otro. Fue Malraux el que dijo que la verdadera civilizaci¨®n consiste no s¨®lo en respetar y reconocer que el otro existe, sino en dar un paso m¨¢s: ver al otro como imprescindible. La cultura no la va a hacer el ministerio; la hacen los creadores. Lo que haremos es impulsar, ayudar, sostener, ofrecer recursos p¨²blicos, canalizar, tomar decisiones jur¨ªdicas...; pero la cultura la hacen los creadores y los ciudadanos, y viceversa.
P. ?Qu¨¦ ha podido poner en marcha hasta ahora?
R. Lo que hasta ahora se ha podido hacer es conformar un ministerio que no exist¨ªa. Valorar los recursos que se tienen, formar un equipo, recuperar competencias que estaban dispersas en otros departamentos. Voy a seguir, de todas formas, manteniendo pasarelas con otros ministerios, como el de Industria, que es importante para el audiovisual y las nuevas tecnolog¨ªas. Hay determinadas ¨¢reas en la cultura que tienen un componente puramente industrial, y de esos segmentos no debe ocuparse este ministerio. Es lo que Dominique Wolton llama "el margen de maniobra", lo que es estrictamente creativo debe separarse de lo que no es sino industrial.
P. En la organizaci¨®n del staff parece que ha tenido dificultades para encontrar a sus colaboradores id¨®neos, que son muchas las personas que se han negado a aceptar un nombramiento...
R. Salvo una persona, Vicente Todol¨ª, al que quer¨ªa ofrecer la direcci¨®n del Reina Sof¨ªa, a todas las dem¨¢s personas a las que les he ofrecido un cargo me lo han aceptado. Soy consciente de que a este ministerio lo rodean muchos rumores y muchas vanidades. Me sorprenden algunos rumores por lo infundados que son.
P. ?Y qu¨¦ pasa ahora con el Reina Sof¨ªa y con el cine?
R. Ya tengo las personas. Si se arreglan los papeles, que siempre van lentos, igual en este mismo Consejo de Ministros llevo estas dos propuestas.
P. ?Habr¨¢ sorpresas?
R. Puede que s¨ª. Hay una persona que es muy solvente y capaz, pero, por los rumores, no es de las que se han barajado.
P. Hablemos de sus desaf¨ªos. ?De d¨®nde van a salir los recursos econ¨®micos?
R. Mis ocho a?os dedicados a la pol¨ªtica cultural me han ense?ado una lecci¨®n importante. Sin recursos no se hace nada, esto es una obviedad, pero en cultura valen tanto los recursos como las ideas bien planteadas con objetivos claros. En cultura hay mucho diletantismo y dispersi¨®n. Hay que gestionar los recursos con un intenso sentido de la eficacia. He hecho muchas cosas con poco dinero y, a veces, lo que he hecho con mucho dinero pero sin una buena idea, al final no ha resultado. Es muy importante tener claros los proyectos y evitar los reinos de taifas.
P. Se habla mucho de la excepci¨®n cultural...
R. Es la punta del iceberg del concepto verdaderamente importante: el de la diversidad cultural. La excepcionalidad no es m¨¢s que una medida pr¨¢ctica para defender un mundo diverso, humano, que no se va a doblegar a la mundializaci¨®n de la econom¨ªa. Se trata de defender la diversidad frente al mercado total. Este ministerio tiene que hacer una propuesta importante para la diversidad interior de Espa?a, como compartir otros idiomas (cooficiales con el castellano) y propuestas que procedan de otros territorios.
P. Como consejera, reclamaba muchas transferencias; ahora est¨¢ en el otro lado...
R. Entend¨ªa, y entiendo, que la gesti¨®n bic¨¦fala de una instituci¨®n es in¨²til. He convocado el 17 de junio a todos los consejeros para analizar la situaci¨®n, el calendario, los programas de colaboraci¨®n, sus problemas.
P ?Qu¨¦ planes tiene el ministerio con el Cervantes?
R. El Cervantes est¨¢ vinculado a Asuntos Exteriores, Educaci¨®n y Cultura. En lo que afecta puramente al idioma, las competencias son de Educaci¨®n, que tiene que proyectar una lengua en expansi¨®n. Cultura debe trabajar en el Cervantes para convertir sus sedes en verdaderas embajadas culturales. Hay que evitar la dispersi¨®n de recursos. No tiene sentido que Exteriores monte una exposici¨®n con los medios de un museo que pertenece a Cultura. Tenemos, adem¨¢s, el cuarto centenario del Quijote, que es una oportunidad para llegar al ¨²ltimo rinc¨®n del mundo con una obra que constituye, precisamente, una gran exaltaci¨®n de la lectura.
P. ?Y Latinoam¨¦rica?
R. ?Qui¨¦nes est¨¢n dando en Estados una gran batalla contra el ingl¨¦s? Los latinoamericanos. Tenemos que entender la responsabilidad tan grande que tenemos en com¨²n con ellos. Pero no se trata de liderar ninguna iniciativa, sino de compartir y aprender. Somos muchos millones los que compartimos ancestros, historia, lengua..., y tenemos que circular juntos. Tambi¨¦n creo que es importante nuestra proyecci¨®n en el Mediterr¨¢neo. Si muchos nos hemos negado a la barbaridad de esta guerra, es porque todav¨ªa sigue viva una vieja relaci¨®n con el mundo ¨¢rabe. Cervantes, sin ir m¨¢s lejos, estuvo en Argel, en Or¨¢n... Tenemos que estar atentos a nuestra historia para saber qui¨¦nes somos.
P. No todos los proyectos son posibles. Est¨¢n Europa y una legislaci¨®n com¨²n que se debe respetar. Ya ha habido problemas con la propuesta de reducci¨®n del IVA, con el canon de bibliotecas...
R. En el tema del IVA, lo que yo he hecho es fijar la posici¨®n del Gobierno. Cuando he hablado de rebajar las tarifas, s¨®lo he expresado la posici¨®n del Gobierno en un debate que ha existido, existe y se va a revitalizar, porque se est¨¢ revisando la directiva 388 del a?o 77, en el que se establec¨ªan los tipos de IVA y sus excepciones. S¨®lo he posicionado al Gobierno a partir de un programa electoral. Me ha sorprendido el revuelo. Si queremos defender la diversidad en Europa, tiene que existir una cierta flexibilidad en la imposici¨®n de tipos de IVA en los distintos pa¨ªses. La posici¨®n de Espa?a la comparten Luxemburgo, Italia, Francia y otros pa¨ªses en un debate que se ha reabierto en los ¨²ltimos meses de 2003. En noviembre o diciembre, el Parlamento Europeo aprob¨® una rebaja del IVA para la m¨²sica. Adem¨¢s, la comisi¨®n de cultura del Senado, en los primeros d¨ªas de diciembre, aprob¨® por unanimidad posicionar a Espa?a en una rebaja del IVA para el debate que se va a iniciar. Me ha extra?ado que algunos se extra?aran. Estamos hablando de no meter a la cultura en los t¨¦rminos puros y duros del mercado. La reducci¨®n del IVA es un problema ideol¨®gico. Tan ideol¨®gico como las declaraciones que hizo Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en Washington hace unos cuantos meses, donde se posicion¨® totalmente en contra de la idea de excepcionalidad cultural
P. ?No se puede caer en el peligro de una cultura subvencionada gracias al af¨¢n de preservar su diversidad?
R. La cultura est¨¢ en el mercado. Forma parte de las industrias culturales. Pero debe haber un margen de maniobra y de libertad donde la cultura respire con sus propias caracter¨ªsticas. Como debe respirar tambi¨¦n cuando est¨¢ enfocada exclusivamente como negocio. La cultura no puede estar sujeta a criterios de rentabilidad, porque entonces no se hubieran hecho un mont¨®n de cosas...
P. ?Y el canon de las bibliotecas, por ejemplo?
R. Es imprescindible defender al creador, que vive de su trabajo. Este canon lo imponen los pa¨ªses n¨®rdicos para proteger sus derechos de autor, y me parece bien que lo hagan, porque tienen unas bibliotecas muy bien dotadas e ¨ªndices de lectura muy buenos. Pero aqu¨ª las condiciones son distintas. Las bibliotecas espa?olas ni est¨¢n bien dotadas, ni tampoco hay ¨ªndices de lectura tan altos. No es el momento adecuado para cobrar este canon, No voy a aceptar en ning¨²n caso que los criterios de una cultura hegem¨®nica se impongan a todas las dem¨¢s.
P. ?La ley de propiedad intelectual puede ayudar en estas batallas?
R. Vamos a hacer una ley de propiedad intelectual que debe pactarse con todas las fuerzas pol¨ªticas. Y eso nos va a permitir, dentro de nuestra normativa jur¨ªdica, tomar las medidas dentro de los m¨¢rgenes que permite la legislaci¨®n comunitaria. Hay ya una instrucci¨®n en Europa que recomienda la flexibilidad para que cada pa¨ªs pueda tener sus propios m¨¢rgenes de maniobra en determinados ¨¢mbitos. Y es una manera de avisar a Estados Unidos, que ha sabido proteger los intereses de su industria audiovisual, que tambi¨¦n Europa est¨¢ dispuesta a defenderse.
P. ?C¨®mo ve el tema del mecenazgo?
R. En Estados Unidos, el mecenazgo es muy importante porque la cultura no forma parte de una pol¨ªtica de Estado. Todo est¨¢ privatizado y est¨¢ en el mercado. Y las leyes fiscales est¨¢n muy adaptadas a esta situaci¨®n. Aqu¨ª no hay costumbre de mecenazgo ni de patrocinio. Aqu¨ª falta tradici¨®n, un clima para implicarse en la cultura. Es necesario hacer un esfuerzo para estimular el mecenazgo, y lo que hizo el Partido Popular, aunque fue un paso, es insuficiente. Es imprescindible, por ejemplo, coordinarse con las autonom¨ªas, donde hay mucho campo para que se produzcan iniciativas puntuales en ¨¢mbitos m¨¢s reducidos. Generar un clima de prestigio social es fundamental: en Francia se adora a los mecenas. A veces no es un problema de la norma, sino del ambiente.
P. Su primera prueba de fuego pasa por el Archivo de Salamanca.
R. Tengo que convocar el patronato, renovar ese patronato (hay nombramientos que dependen del titular del ministerio), escuchar a la Junta Superior de Archivos, contar con el criterio de las universidades y con informes de investigadores e historiadores particulares. ?ste es un primer paso, pero que no s¨®lo es formal: tiene que ver mucho con el fondo de la cuesti¨®n. Es un debate que debo hacer a partir de la seriedad y rigor de los informes t¨¦cnicos, y contando con la reivindicaci¨®n sentimental y pol¨ªtica, que es muy importante, de los catalanes (ni siquiera hablo de la Generalitat). Mantener la memoria de algo desgraciadamente tan tr¨¢gico como la Guerra Civil debe estar en el centro de mis preocupaciones. En todo buen pacto, como dec¨ªa mi maestro Manuel Garc¨ªa Pelayo, todos deben salir medio contentos y todos medio tristes. Porque todos han cedido. En este tema no puede haber vencedores ni vencidos.
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