Qu¨¦ belleza de espect¨¢culo

En un momento de efervescencia de las ¨®peras de Cavalli, despu¨¦s de los recientes lanzamientos de Eliogabalo en Bruselas con Ren¨¦ Jacobs y La Statira, principessa di Persia en N¨¢poles con Antonio Florio, llega al Festival Mozart de A Coru?a como ¨®pera inaugural de la actual edici¨®n Gli amori d'Apollo, e di Dafne, en la producci¨®n de Pier Luigi Pizzi, que inaugur¨® el festival de m¨²sica antigua de Fano en 1998, en lo que supon¨ªa el inicio de una serie de acercamientos a las ¨®peras compartidas por el libretista Giovanni Busenello y el compositor Francesco Cavalli. La ¨®pera se repuso en el teatro de La Fortuna, de Fano, al a?o siguiente, y desde entonces, hab¨ªa ca¨ªdo en el olvido, entre otras razones como consecuencia de la supresi¨®n del citado festival. La recuperaci¨®n desde Galicia no puede ser m¨¢s oportuna.

Por la belleza de la m¨²sica, en primer lugar, pero tambi¨¦n por la deslumbrante e inteligente puesta en escena de Pier Luigi Pizzi. Los amores se ha convertido en uno de los referentes de la escenificaci¨®n de la ¨®pera barroca en nuestros d¨ªas con esa vuelta de tuerca al teatro de las maravillas a base de un escenario circular lleno de misterio y poes¨ªa de la geometr¨ªa, un vestuario de colorido a la veneciana, un tratamiento escultural de unos personajes que se deslizan inm¨®viles congelando el gesto por unas plataformas, reforzando un estatismo de impresionante belleza de hoy y de siempre, y una direcci¨®n de actores al servicio de los sentimientos de los protagonistas y sus pasiones.

La colosal t¨¦cnica de Pizzi est¨¢ al servicio de la recreaci¨®n de un periodo musical y de la explosi¨®n de un tipo de belleza que solamente el teatro l¨ªrico puede hacer suya. Imponente espect¨¢culo. Alberto Zedda vuelve a su territorio amado del barroco con una orquesta joven que en m¨¢s de un momento acus¨® la falta de experiencia estil¨ªstica, pero a la que no se puede negar una muy positiva actitud de entrega e ilusi¨®n.

Contagi¨® el director italiano su fulminante energ¨ªa y las cosas salieron razonablemente aceptables. Tambi¨¦n por la contribuci¨®n de un reparto vocal homog¨¦neo en el que destacaron Assumpta Mateu, Marisa Martins, Marianna Pizzolato o Mario Zeffiri. El p¨²blico reaccion¨® al final de la representaci¨®n con un calor como yo no hab¨ªa visto hasta ahora en A Coru?a.

El Festival Mozart empieza sin un t¨ªtulo de Mozart, desde luego, pero transmitiendo con este retorno al primer barroco posmonteverdiano una emoci¨®n y un asombro incontenibles.