Avanzamos hacia la dignificaci¨®n del SMI

El incremento del Salario M¨ªnimo Interprofesional (SMI) anunciado por el Gobierno, y que ser¨¢ sometido a consulta de los agentes sociales, es una buena noticia porque restaura el poder adquisitivo perdido por sus perceptores durante el Gobierno del PP. Se hace justicia, de esta forma, con los colectivos m¨¢s desfavorecidos: aquellos trabajadores que no tienen un convenio colectivo de aplicaci¨®n, en particular j¨®venes y mujeres, y los perceptores de subsidio por desempleo, que han sufrido una injusta p¨¦rdida de poder de compra durante una etapa de crecimiento econ¨®mico como la vivida.

La existencia de un salario m¨ªnimo radica en la necesidad de garantizar a los trabajadores y trabajadoras una renta que les permita satisfacer sus necesidades de manera adecuada. En este sentido, no es un salario m¨¢s, sino que pretende establecer o mantener niveles de retribuci¨®n m¨ªnimos en aquellas actividades donde no existe un r¨¦gimen eficaz para la fijaci¨®n de salarios y en las que ¨¦stos son excepcionalmente bajos. As¨ª se establece en el art¨ªculo 1? del Convenio n? 26 de la Organizaci¨®n Internacional de Trabajo, ratificado por Espa?a en 1929. Esta garant¨ªa est¨¢ recogida en el Estatuto de los Trabajadores y se configura en el derecho laboral espa?ol como una obligaci¨®n de los poderes p¨²blicos para no permitir salarios por debajo de un umbral.

Esta renta laboral b¨¢sica, que constituye la retribuci¨®n directa del trabajo de m¨¢s de un mill¨®n de personas, se situar¨¢ en 490 euros mensuales (aumenta el 6,6%). El proceso de revalorizaci¨®n progresiva continuar¨¢ hasta los 600 euros mensuales, cifra solicitada reiteradamente por UGT y asumida por el actual Gobierno, y que permitir¨ªa que la cuant¨ªa del SMI est¨¦ en el entorno de la recomendaci¨®n establecida en la Carta Social Europea, que fija como retribuci¨®n salarial m¨ªnima una cuant¨ªa de al menos el 60% del salario medio en t¨¦rminos netos.

Este importante avance precisa adem¨¢s dos medidas complementarias: sustituir el SMI como referente de pol¨ªticas ajenas al ¨¢mbito laboral que poseen repercusi¨®n presupuestaria, y que est¨¢n lastrando la evoluci¨®n de esta renta laboral m¨ªnima; y establecer un mecanismo de revisi¨®n autom¨¢tica del SMI para, al menos, garantizar su poder de compra frente a las desviaciones de los precios sobre las previsiones, una vez alcanzado el nivel m¨ªnimo recomendado por la Carta Social. Sin embargo, queda mucho camino por andar en esta materia para alcanzar los niveles de otros pa¨ªses de la Uni¨®n Europea que poseen un salario m¨ªnimo como parte de su regulaci¨®n de renta.

La dignificaci¨®n del SMI, que se concretar¨¢ m¨¢s en el proceso de di¨¢logo propuesto por el Gobierno con los interlocutores sociales, es una forma de converger socialmente con Europa y forma parte esencial del cambio del modelo productivo que precisa nuestro pa¨ªs para elevar sus niveles de competitividad y de crecimiento sostenido, puesto que revaloriza la importancia del capital humano y de los factores que aportan m¨¢s valor a?adido a la producci¨®n frente al recurso enga?oso y empobrecedor a la rebaja persistente de los costes laborales.

Antonio Ferrer es secretario confederal de Acci¨®n Sindical de UGT.