Soldados inmunes

El esc¨¢ndalo que conmueve al mundo entero por las torturas y malos tratos a los presos iraqu¨ªes en la c¨¢rcel de Abu Ghraib convierte en inmoral la petici¨®n por la Administraci¨®n de Bush de una pr¨®rroga de la inmunidad legal internacional de sus soldados en Irak. Esta posici¨®n no es nueva. El Consejo de Seguridad ya le otorg¨® esta ventaja en 2002 y 2003. Pero el contexto ha cambiado y la petici¨®n estadounidense se convierte en un desaf¨ªo a la raz¨®n de ser de la reci¨¦n constituida Corte Penal Internacional (CPI): poner fin a la impunidad de cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad, categor¨ªas en las que entra lo ocurrido entre los muros del penal de la verg¨¹enza.

Ni EE UU ni Irak son parte de la CPI, un tribunal que s¨®lo intervendr¨ªa en caso de que los pa¨ªses en cuesti¨®n no fueran capaces de juzgar en sus propios sistemas judiciales estos cr¨ªmenes, algo para lo que la justicia estadounidense est¨¢ perfectamente capacitada. Pero

EE UU quiere una garant¨ªa total, que ya logr¨® con la exenci¨®n, conseguida en las resoluciones 1.422 y 1.487. Estas resoluciones, posteriormente prorrogadas, ponen a salvo a los "funcionarios y personal" -lo que en principio no cubre a los civiles contratados en esta privatizaci¨®n de las guerras- de un Estado que no forma parte de la CPI y que contribuye a operaciones "establecidas o autorizadas" por la ONU.

Justamente, la nueva fase en la que EE UU quiere entrar, con la nueva resoluci¨®n que est¨¢ propiciando, supondr¨ªa tras el 30 de junio el cambio de la calificaci¨®n de las fuerzas all¨ª desplegadas de ocupantes a invitadas. Y su presencia quedar¨ªa bendecida por el eventual Gobierno provisional que se ponga en pie y por la ONU, aunque sea por un a?o, que tambi¨¦n resultar¨ªa prorrogable.

Bastar¨ªan siete abstenciones de los 15 Estados sentados en el Consejo de Seguridad para bloquear esta pr¨®rroga. No es probable que se re¨²na tal cifra. Pero en 2003, Francia, Alemania y Siria se abstuvieron. La Espa?a de Aznar y el Reino Unido de Blair -ambos supuestamente ardientes defensores de la CPI- votaron a favor. ?Cambiar¨¢ sus instrucciones a su nuevo embajador en el Consejo de Seguridad el Gobierno de Zapatero? Deber¨ªa hacerlo.