?Ojo, que nos matan!
M¨¢s de dos millones de mujeres v¨ªctimas de los malos tratos son aterrorizadas a diario por los medios de comunicaci¨®n que informan asiduamente de c¨®mo otras v¨ªctimas como ellas son salvajemente asesinadas por sus heroicos maridos. Heroicos porque el desarrollo de la informaci¨®n establecida les coloca en el lugar del fuerte y valeroso hombre que decide el destino de los seres de su "horror-hogar" con las armas necesarias sin importar las consecuencias. De las consecuencias raras veces somos informados.
Todas aquellas personas que trabajan en el entorno de los malos tratos conocen muy bien las consecuencias de las informaciones que a diario nos ofrecen telediarios y prensa escrita. En cada uno de los hogares con v¨ªctimas se oye una voz masculina recordando lo que le pasar¨¢ a la mujer si sigue con su comportamiento.
Los psic¨®logos a menudo han visto c¨®mo mujeres maltratadas que durante meses han conseguido armarse de valor y acudir en secreto a terapias de ayuda, abandonan las mismas tras una nueva noticia de asesinato de g¨¦nero.
Las que consiguieron una orden de alejamiento no son capaces de salir a la calle, las que viven con el ogro en casa sufren ataques de ansiedad y los terapeutas se sienten incapaces de ayudarlas.
Informar es un deber. La manera de hacerlo se aprende en las escuelas y universidades. Hace a?os alguien se invent¨® una f¨®rmula de f¨¢cil manejo a la hora de desarrollar una informaci¨®n desnuda de opini¨®n: qu¨¦, d¨®nde, qui¨¦n, cu¨¢ndo, por qu¨¦. Y hasta ahora todas las informaciones a las que aqu¨ª hacemos referencia han seguido a pies juntillas esta l¨®gica period¨ªstica.
?No ser¨ªa mejor escuchar y
leer: "La polic¨ªa persigue a un hombre por haberle asestado a su mujer cinco pu?aladas"; "el juez ha condenado a tres a?os de prisi¨®n a un hombre que dispar¨® a su mujer"; "la polic¨ªa detiene a una multitud que intent¨® linchar a un hombre por rociar de gasolina a su mujer...", en lugar de: "Una mujer ha recibido cinco pu?aladas a manos de su ex marido"; "una mujer ha fallecido despu¨¦s de recibir un disparo realizado por su novio"; "un hombre roc¨ªa de gasolina a su mujer"?
?No deber¨ªamos colocar a cada uno en su lugar? ?Que el hombre maltratador pueda ver y leer en qu¨¦ se va a convertir su vida si contin¨²a con su comportamiento violento? En vez de ?c¨®mo va a terminar su mujer el d¨ªa que a ¨¦l se le antoje?
Las informaciones que recibimos vienen cargadas de peque?as, grandes, graves y d¨¦biles consecuencias. Ser¨ªa muy alentador descubrir que alguien se ha parado a pensar en ellas.
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