Moneo, Bohigas y Sol¨¤-Morales reivindican el esp¨ªritu cr¨ªtico de 'Arquitecturas Bis'
Ya no hay revistas como Arquitecturas Bis, que se caracteriz¨® por un esp¨ªritu cr¨ªtico que propiciaba la continua discusi¨®n de ideas y opiniones. As¨ª se expresaron ayer arquitectos como Rafael Moneo, Oriol Bohigas o Manuel Sol¨¤-Morales. Los tres formaban parte del consejo de redacci¨®n de la emblem¨¢tica publicaci¨®n, editada en Barcelona entre 1974 y 1985 y dirigida por Rosa Reg¨¤s, nueva directora de la Biblioteca Nacional, al igual que los tambi¨¦n arquitectos Federico Correa, Llu¨ªs Dom¨¨nech, Fernando Villavecchia y el dise?ador Enric Satu¨¦.
Todos ellos se reunieron ayer en la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia con motivo de la presentaci¨®n del CD, publicado por la editorial valenciana Faximil, que recopila los 54 n¨²meros de la revista surgida de la necesidad de "explicar cr¨ªticamente lo que ocurr¨ªa en muchos aspectos de la cultura" durante la "ominosa etapa del franquismo", en palabras de Reg¨¤s. Tan s¨®lo faltaron Helio Pi?¨®n, Luis Pe?a y el cr¨ªtico de arte Tom¨¢s Llorens para completar la n¨®mina de aquel reputado consejo de redacci¨®n que pronto convirti¨® la publicaci¨®n, con innovador dise?o de Satu¨¦, en un veh¨ªculo de modernidad, discusi¨®n y conexi¨®n con el exterior.
La idea fue gestada en el conocido local de los a?os setenta Bocaccio por un n¨²cleo formado por Bohigas, Reg¨¤s y Satu¨¦. "Un grupo m¨¢s amplio que luego se conoci¨® como la gauche divine, que aglutin¨® a gente empe?ada en el compromiso antifranquista pero sin renunciar a la posibilidad de divertirse y de ser santamente fr¨ªvolos", explic¨® con humor Bohigas.
Revista de opini¨®n
Moneo destac¨® que el ¨¦xito de la revista se bas¨® en "la falta de estructura", en un funcionamiento un tanto an¨¢rquico que conduc¨ªa a una discusi¨®n de ideas permanente. El arquitecto lament¨® la p¨¦rdida de este car¨¢cter en las actuales revistas de arquitectura, cuyas cr¨ªticas "intelectualizadas" se alejan del objeto arquitect¨®nico o cuyos intereses denotan una p¨¦rdida de las funciones que corresponder¨ªan a los arquitectos.
"Se discut¨ªa mucho y se opinaba mucho. Era una revista de opini¨®n y esto ahora ya no existe. Uno de los muchos males de la arquitectura contempor¨¢nea es la falta de estos lugares donde opinar", apunt¨® Sol¨¤-Morales.
Correa resalt¨® el car¨¢cter ideol¨®gico m¨¢s que pol¨ªtico de una revista que continu¨® con la labor de profesores expulsados de la universidad. El eclecticismo, entendido como "la posibilidad de mirar a todos lados", fue rese?ado por Dom¨¨nech. Satu¨¦ habl¨® de la "valent¨ªa" de todos por la apuesta por una imagen nueva, estimulante, "como lo era su contenido cr¨ªtico". Villavecchia record¨® que la "amistad" fue el "pegamento" para salvar las dificultades.
Durante el acto, moderado por el arquitecto Emilio Gim¨¦nez, se incidi¨® en la generosidad y el papel aglutinador de Rosa Reg¨¤s.
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