Vacuna contra 'Bosman'
El f¨²tbol de Francia y Portugal revive tras una d¨¦cada de ¨¦xodo continuo de sus estrellas
![Xos¨¦ Hermida](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fe025824d-9859-458b-8543-f59a30f56188.png?auth=766204d1330997a091ada06595599afc403caa66d06fcbdee1e75b92e1fc62d8&width=100&height=100&smart=true)
Con esa imbatible seguridad en s¨ª mismo que derrocha en sus comparecencias p¨²blicas, Jos¨¦ Mourinho, t¨¦cnico del Oporto, insiste en una idea desde hace semanas: "Este equipo ya ha marcado un hito en el f¨²tbol portugu¨¦s. Debemos sentirnos orgullosos, porque, desde la implantaci¨®n de la ley Bosman, las cosas se hab¨ªan puesto muy duras para pa¨ªses como Portugal". El argumento resulta irrebatible. Con las facilidades actuales para la compraventa de jugadores, malamente el gran Benfica de los a?os 60 hubiese disputado cinco finales de la Copa de Europa y conquistado dos t¨ªtulos. El mejor equipo portugu¨¦s de todos los tiempos disfrut¨® del recorrido completo de una generaci¨®n irrepetible, abanderada por Eusebio.
La ¨²ltima vez que un club portugu¨¦s hab¨ªa destacado en el m¨¢ximo torneo continental fue cuando el Oporto alcanz¨® las semifinales en 1994, el a?o anterior a la rebeli¨®n legal de un oscuro jugador belga apellidado Bosman. El levantamiento de fronteras para los fichajes comunitarios desat¨® entonces un concienzudo saqueo que se ceb¨® en dos Ligas, las que representan los finalistas de hoy. Portugal perdi¨® a su mejor generaci¨®n desde los tiempos de Eusebio, la de Figo y Rui Costa. Pero no s¨®lo llor¨® la marcha de esas luminarias, como Francia tampoco se qued¨® ¨²nicamente sin Zidane o Henry justo en el momento en que su selecci¨®n se convert¨ªa en la mejor del planeta. El ¨¦xodo prosigui¨® con jugadores de segundo nivel para equipos de medio pelo de Inglaterra o Italia, e incluso con chicos en formaci¨®n, como Anelka.
Tras una d¨¦cada resignado a las disputas nacionales, el Oporto aspira ahora a repetir el t¨ªtulo europeo logrado en 1987 con un equipo habitual en el que se alinean nueve portugueses y con una pol¨ªtica de fichajes que ridiculiza los dispendios de la aristocracia continental. En las dos ¨²ltimas temporadas, el club luso ingres¨® 23 millones de euros por venta de jugadores, entre ellos el deportivista Andrade, y s¨®lo se gast¨® 18 en adquisiciones, sobrantes de la Liga espa?ola como el ex c¨¦ltico Mc Carthy o baratijas del mercado interno. El Oporto, adem¨¢s, ha recuperado esa vieja habilidad portuguesa para exprimir brasile?os desconocidos, caso de Deco y Derlei.
El M¨®naco, que tambi¨¦n comparece con una mayor¨ªa de jugadores nacionales, no pudo fichar a principio de temporada por una prohibici¨®n de la federaci¨®n francesa impuesta por las penurias financieras del club. El t¨¦cnico, Didier Deschamps, busc¨® pr¨¦stamos de otros equipos, entre ellos el de Morientes y el del argentino Ibarra, curiosamente cedido por su rival de hoy. La escalada del M¨®naco apunta a un renacer de otros clubes franceses como el Marsella, finalista de la UEFA, o el Lyon, un m¨¢s que digno cuartofinalista de la Liga de Campeones. Lo corrobora tambi¨¦n la convocatoria de la selecci¨®n de Francia para la Eurocopa, en la que figuran ocho jugadores de la Liga nacional, el doble de los llamados para el Campeonato del Mundo de 2002.
La Liga francesa ha sobrevivido a la liberalizaci¨®n de los mercados gracias en cierta medida a un rasgo muy caracter¨ªstico de sus valores nacionales. No s¨®lo los clubes sino la propia Administraci¨®n p¨²blica han invertido en el sostenimiento de escuelas de f¨²tbol, que en ciertas zonas suburbiales contribuyen a salvar a chicos de la marginalidad y a integrar a los hijos de emigrantes. Muchos de esos centros siguen el modelo de la venerada Academia de Clairefontaine, que en un bosque pr¨®ximo a Par¨ªs educa y ense?a a jugar al f¨²tbol, en r¨¦gimen de internado, a muchachos a partir de 12 a?os.
La buena noticia para los clubes franceses y portugueses es que hay vacuna contra el 's¨ªndrome Bosman'. La mala, que sus efectos son pasajeros. Deschamps se ha afanado para blindar su concentraci¨®n en Alemania y que no le importunen con c¨¢balas sobre su futuro y el de varios de los jugadores. Mourinho ha enfadado al club por las continuas noticias sobre su inminente marcha al Chelsea.
![Giuly y Morientes celebran un gol de ¨¦ste al Madrid el pasado mes.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/AQ7PB3VQ66YPIFBSTWEH7L2N2I.jpg?auth=fdbb079b9a04afb89a13a8e43953a9394e21c3e0de3b7d96d0aca7a1253c20ce&width=414)
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