Michael Atiyah e Isadore Singer reciben en Oslo el Premio Abel en su segunda edici¨®n
Los matem¨¢ticos Michael Atiyah, brit¨¢nico, e Isadore Singer, estadounidense, recibieron ayer de manos del rey Harald de Noruega, en la Universidad de Oslo y ante unas 500 personas, el Premio Abel que comparten en su segunda edici¨®n por descubrir y probar el teorema del ¨ªndice. Dotado con 750.000 euros por el Parlamento noruego, este galard¨®n pretende convertirse en el equivalente al Nobel en otras ¨¢reas cient¨ªficas, con el objetivo final de atraer a las matem¨¢ticas a j¨®venes talentos de todo el mundo.
Vitalidad a trav¨¦s de la visibilidad podr¨ªa ser el lema del Premio Abel, instituido al cumplirse en 2002 el segundo centenario del nacimiento del matem¨¢tico noruego Niels Henrik Abel. La preocupaci¨®n de sus organizadores es que sirva, junto con otras actividades educativas y divulgativas de la Fundaci¨®n Abel, para dar vitalidad a las matem¨¢ticas, evitando que se pierdan talentos en cualquier pa¨ªs.
En matem¨¢ticas, la visibilidad es m¨¢s ¨²til que la divulgaci¨®n, que resulta muy dif¨ªcil, como reconoci¨® ayer Singer. "Nadie en mi familia entiende lo que hago", coment¨®. "Los matem¨¢ticos puros estamos conectados a un mundo diferente que, sin embargo, es un mundo real". Singer, a sus 80 a?os, record¨® la existencia de una unidad en las matem¨¢ticas que los especialistas sienten con intensidad, aunque les resulte "frustrante" no poder explicarla al p¨²blico en general.
Seg¨²n la cr¨ªtica de un trabajo matem¨¢tico de hace m¨¢s de un siglo, recordada ayer por Lars Walloe, presidente de la Academia Noruega de Ciencias y Letras: "Para el profano la matem¨¢tica es antigua, venerable y completa, un conjunto de razonamientos secos, irrefutables y sin ambig¨¹edad. Por el contrario, para el matem¨¢tico, su ciencia est¨¢ todav¨ªa floreciendo en su vigorosa juventud, extendi¨¦ndose por todas partes hacia lo alcanzable pero no alcanzado, y llena de la excitaci¨®n de pensamientos en germen".
Hace 42 a?os que ambos premiados, trabajando juntos, cambiaron el panorama de las matem¨¢ticas a trav¨¦s del teorema del ¨ªndice, que relaciona tres ¨¢reas: la topolog¨ªa, la geometr¨ªa diferencial y el an¨¢lisis. Despu¨¦s se dieron cuenta de que su trabajo se pod¨ªa aplicar a la f¨ªsica te¨®rica, lo que supuso "una gran alegr¨ªa" en palabras de Atiyah, de 74 a?os. Uno de los beneficiados por esta colaboraci¨®n es Edward Witten, experto en la teor¨ªa de supercuerdas para explicar el universo, que ayer acompa?¨® tambi¨¦n a los premiados.
Personaje hist¨®rico
Aunque muri¨® a los 26 a?os y no pudo desarrollar su capacidad cient¨ªfica del todo, Abel es uno de los personajes hist¨®ricos m¨¢s conocidos y admirados en Noruega. El premio debe mucho, sin embargo, a la tradicional rivalidad con su vecina, Suecia, donde nacieron los Premios Nobel.
El nuevo galard¨®n, que otorga cada a?o un comit¨¦ de s¨®lo cinco miembros, es visto como algo muy positivo por los matem¨¢ticos. "Es una idea magn¨ªfica, porque hasta ahora no hab¨ªa un premio para el trabajo de toda una vida", coment¨® ayer Carlos Andradas, presidente de la Real Sociedad Matem¨¢tica Espa?ola, que asisti¨® en Oslo a la entrega del Abel. "Al nuevo premio hay que darle unos a?os para que se consolide su prestigio y mantenerlo apartado de las presiones pol¨ªticas", coment¨® tambi¨¦n este matem¨¢tico espa?ol. La presencia de Andradas en Oslo se debe en parte a que Madrid ser¨¢ en 2006, por primera vez, sede del Congreso Mundial de Matem¨¢ticos, que se celebra cada cuatro a?os: "Creemos que es una oportunidad ¨²nica para aumentar el peso internacional de Espa?a en esta ¨¢rea, en la que ya est¨¢ a muy buen nivel".
El brasile?o Jacob Palis ha estado estos dos primeros a?os en el comit¨¦ del Premio Abel. Su gran preocupaci¨®n es que ¨¦sta y otras iniciativas sirvan para evitar la fuga de cerebros de los pa¨ªses en desarrollo. "Incluso los pa¨ªses m¨¢s pobres merecen nuestro apoyo", dijo ayer. Jens Erik Fenstad, presidente de la Fundaci¨®n Abel, espera que esas otras actividades, especialmente los premios para alumnos y profesores de matem¨¢ticas, inicien una nueva era de visibilidad para esta ciencia. Atiyah coincidi¨® con ¨¦l: "Noruega es un pa¨ªs peque?o pero con una gran tradici¨®n. Puede mostrar el camino, liderar los esfuerzos para apoyar a la juventud".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.