Peregrinaje por las letras polacas
La literatura originaria de la remota mitteleuropa fue hasta no hace mucho para el lector espa?ol un misterio pol¨ªglota, que tras la ca¨ªda de los reg¨ªmenes de aqu¨ª y de all¨ª se ha ido abriendo paso por medio de un lento pero imparable flujo de autores que han ido configurando una idea menos opaca de esas naciones orientales que hoy ya son parte del nuevo proyecto europeo. De este contrastado y extravagante mosaico cultural destaca, por su amplia representatividad, el panorama literario polaco, de donde han surgido voces tan influyentes como din¨¢micas y modernas, que han sabido incorporar en su corpus la herencia de los entrecruzamientos ling¨¹¨ªsticos, las irracionales aventuras pol¨ªticas y unos movimientos fronterizos abstrusos.
La nostalgia por la desapa-
rici¨®n del Imperio Austroh¨²ngaro ha tenido muchos retratistas, pero pocos han sabido extraer una vertiente metaf¨ªsico-on¨ªrica como Andrzej Kusniewicz (1904-1993) en sus novelas El rey de las Dos Sicilias y La lecci¨®n de lengua muerta, donde los protagonistas contemplan el fin de una ¨¦poca desde la incredulidad y a la vez como presagio de redenci¨®n de una existencia mon¨®tona, o los de Josef Wittlin (1896-1976), que en La sal de la tierra pululan desconcertados por paisajes de evocador lirismo. De forma tambi¨¦n existencialista, pero aderezada con una visi¨®n grotesca, el ap¨¢trida Witold Gombrowicz (1904-1969) construy¨® su obra en torno a la decadencia y falsedad de las estructuras adquiridas por la civilizaci¨®n occidental, consiguiendo con su libro clave, Ferdydurke -aunque Transatl¨¢ntico o Bakakai (Memorias del periodo de la inmadurez) no son menos transgresores-, plantear c¨®mo la incapacidad del hombre contempor¨¢neo de construir, so?ar o habitar transmutan su alienaci¨®n en rid¨ªcula impotencia.
De alguna manera su pu-
rismo formal ya hab¨ªa sido concebido por el iconoclasta Stanislaw I. Witkiewicz (18851939), representante de una experimentalidad de ra¨ªces rom¨¢nticas cuyo afilado talante rupturista a¨²n hoy conserva su esp¨ªritu vanguardista, manifestado en novelas como Adi¨®s al oto?o e Insaciabilidad, quien prefiri¨® el suicidio antes que contemplar al Ej¨¦rcito Rojo entrando en Polonia.
Jaroslaw Iwaszkiewicz (18941980), uno de los fundadores del destacado grupo de poetas Skamander, influenciado por una perspectiva proustiana, deriv¨® hacia una narrativa que conjuga escenarios id¨ªlicos y vivencias inici¨¢ticas, en la b¨²squeda de un significado que respondiese ante la amenazante invariabilidad del paso del tiempo y la inexorable presencia de la muerte, postulados que se desprenden de Las se?oritas de Wilko o El bosque de los abedules, obras adaptadas a la gran pantalla por el prestigioso cineasta polaco Andrzej Wajda, quien tambi¨¦n llevar¨ªa con maestr¨ªa al cine la desgarradora novela de Jerzy Andrzejewski (19091983) Cenizas y diamantes, icono de toda una generaci¨®n.
Otra enaltecedora adaptaci¨®n al s¨¦ptimo arte es la futurista Solaris (realizada por el talentoso y malogrado director ruso Andr¨¦i Tarkowski), cuyo autor Stanislaw Lem (1921) es quiz¨¢ el escritor polaco m¨¢s vendido y popular en todo el mundo, pese a que tard¨® en ser reconocido en su propio pa¨ªs, posiblemente debido a que se adscribi¨® por completo al g¨¦nero de la ciencia-ficci¨®n.
Contrariamente, Andrzej
Szczypiorski (1934-2000) se decant¨® por una ficci¨®n de corte hist¨®rico de denuncia y una prosa depurada e intimista, tal como lo demuestran sus novelas Una misa por la ciudad de Arras y La bella se?ora Seidenman. El autor dram¨¢tico Slawomir Mrozek (1930), heredero de Gombrowicz, tambi¨¦n cultiva el relato desde una vertiente mordaz que pone al descubierto el desencanto del hombre ante el sinsentido del mundo, del cual destacan las colecciones Dos cartas, El ¨¢rbol o el drama Tango. Antoni Libera (1949), otro reconocido dramaturgo, cosech¨® internacionalmente una generosa aceptaci¨®n con su primera novela, Madame, la cual se desenvuelve mediante una ambiciosa prosa entre la educaci¨®n sentimental adolescente y el ideal femenino, impregnada de hechos reales, memorias y emotividad por una edad inviolada, en la que todo parec¨ªa conducir a misterios insondables pero que al final se revelar¨¢n como piezas de un episodio realista sobre lo que fue haber crecido en un pa¨ªs comunista.
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