Risa y miedo abren la secci¨®n oficial del festival de comedia de Pe?¨ªscola

La risa que queda congelada por el impacto de un golpe de terror. ?sa ser¨ªa la imagen que ofrece el arranque de la secci¨®n oficial del Festival de Pe?¨ªscola tras el pase de Dead End, de Jean-Baptiste Andrea y Fabrice Canepa, un filme que llega a un certamen de comedia tras haber triunfado en otro de terror, la Semana de Donosti. C¨®mo se compaginan ambos g¨¦neros, en apariencia opuestos, es una de las grandes virtudes de una pel¨ªcula que huye de la parodia, como es el caso de la comercialmente rentable saga de Scary Movie, para constituirse en una feroz e ir¨®nica disecci¨®n sobre la instituci¨®n familiar. Esta recreaci¨®n del mito del fantasma en la carretera no deja t¨ªtere con cabeza en todos los sentidos: porque su estructura, milim¨¦tricamente calculada, riega el metraje de cad¨¢veres y porque, en el tr¨¢nsito hacia ninguna parte de la familia protagonista, hay paradas reservadas al humor, sobre todo verbal, para que la demolici¨®n del edificio familiar de la clase media americana se produzca de la manera m¨¢s sutil.

Aunque su vertiente c¨®mica sea discutible (Dead End es un filme de terror que, en ocasiones, hace re¨ªr), la pel¨ªcula franco-americana supuso un buen arranque para una secci¨®n oficial en la que tambi¨¦n se present¨® ayer la coproducci¨®n hispanocubana Perfecto amor equivocado, de Gerardo Chijona, una comedia de enredo sobre el eterno tema cinematogr¨¢fico de las dif¨ªciles relaciones entre hombres y mujeres que aterriz¨® en Pe?¨ªscola con el actor Sancho Gracia como principal valedor. La cinta de Chijona es un sencillo entretenimiento que funciona cuando su estructura mantiene los mecanismos de la comedia, pero naufraga cuando el enredo adquiere tintes folletinescos por culpa de la acumulaci¨®n de t¨®picos en las relaciones entre los personajes.

Por otra parte, ayer dio comienzo tambi¨¦n la otra secci¨®n a concurso del festival, la dedicada a los cortometrajes, con la proyecci¨®n de cinco de los doce trabajos que participan en una competici¨®n que, por lo visto hasta ahora, presenta un nivel de calidad m¨¢s que interesante. Desde la curiosa an¨¦cdota de Llamada de apareamiento, de Patricio Serna, hasta la correcta Profilaxis, de David S¨¢nchez Ar¨¦valo, la sesi¨®n dedicada a los filmes de peque?o tama?o nos dej¨® la extra?a fusi¨®n estil¨ªstica entre el primer Jim Jarmusch y los musicales de Demy de 7.35 de la ma?ana, de Nacho Vigalondo, la fallida aventura con est¨¦tica pop de Las superamigas contra el profesor Vinilo, de Domingo Gonz¨¢lez, y la sencillez nunca re?ida ni con la diversi¨®n ni con la brillantez de Un cuento chino, de Antonio Llorens.