Cada d¨ªa m¨¢s desolados
Desolados. Es la palabra m¨¢s suave que utilizan algunos lectores para expresar su estado de ¨¢nimo cuando comprueban los errores de todo tipo, erratas y faltas gramaticales con que cada d¨ªa les obsequiamos en EL PA?S. Simplemente, no pueden entenderlo. Por m¨¢s que se revistan de buenas intenciones y comprensi¨®n, les cuesta admitir que un peri¨®dico como ¨¦ste, de alcance internacional, serio y riguroso, es decir, de los llamados "de calidad", pueda cometer tal cantidad de fallos.
No es la primera vez que esta Defensora toca este tema y, posiblemente, para nuestra verg¨¹enza, no ser¨¢ la ¨²ltima, dado lo mucho que preocupa a nuestros lectores, a juzgar por sus insistentes y numerosas cartas en tal sentido.
"Me permito escribirle para expresarle mi desolaci¨®n", dice Alfredo Montehermoso desde Santiago de Cali (Colombia). La pesadumbre de nuestro lector colombiano est¨¢ muy justificada, a juzgar por el titular que sali¨® publicado, a cuatro columnas, en la portada del pasado 10 de abril: Los combates y el caos asolan Irak un a?o despu¨¦s de la ca¨ªda de Sadam. "Desolaci¨®n", dice Montehermoso, "porque en un diario como EL PA?S no se puede conjugar de mala manera un verbo en el mismo centro de la primera p¨¢gina. El verbo 'asolar' es irregular y debe conjugarse como el verbo consolar; por ello, creo que deber¨ªa haberse escrito Los combates y el caos asuelan Irak..., aunque suene poco convencional. ?Cu¨¢ndo llegar¨¢ el consuelo para tanta desolaci¨®n?".
No hace falta decir que el lector tiene toda la raz¨®n y que el verbo irregular asolar (no confundir con el otro asolar, que viene de "sol" y que significa secar o echar a perder por el calor) no es la primera vez que juega una mala pasada a los redactores, correctores, editores, redactores jefes y dem¨¢s responsables de este peri¨®dico, aunque s¨ª es la primera vez que lo hace en portada y a cuatro columnas...
Otro lector de Terrassa, Santiago Juv¨¦, se?ala los numerosos errores de tipo cient¨ªfico, t¨¦cnico o cartogr¨¢fico que detecta, y que hacen que "le duelan los ojos" con m¨¢s frecuencia de la deseada. "La probabilidad de encontrar alguna de esas perlas es casi del 100% en temas cient¨ªficos, astron¨®micos o m¨¦dicos...". Y como ejemplo cita una noticia del 25 de mayo -p¨¢gina 9 de Internacional- titulada La explosi¨®n de un cami¨®n de amonio deja 16 muertos en Ruman¨ªa. "Pues bien, les tengo que decir que el amonio es un i¨®n que no puede existir en estado libre y que, por tanto, no se puede cargar un cami¨®n con ¨¦l. M¨¢s tarde se acercan un poco m¨¢s a la realidad y, en el texto, mencionan el producto como 'nitrogenado de amonio', que no existe y al que en propiedad deber¨ªan llamar 'nitrato de amonio' o 'nitrato am¨®nico' NH4NO3, que es una sal, ¨¦sa s¨ª, peligrosa por sus propiedades explosivas. Supongo que todos estos errores se deben a la no existencia de un 'filtro' o corrector para detectarlos". Aunque la noticia, de la Agencia Efe, se refer¨ªa en todo momento en el texto al "nitrogenado de amonio", y en su t¨ªtulo a la explosi¨®n "de un cami¨®n nitr¨®geno", est¨¢ claro que el error ten¨ªa que haberse corregido en la edici¨®n.
Afortunadamente, hay lectores, como Fernando Mar¨ªn, de Barcelona, que hacen gala de un divertido sentido del humor, muy de agradecer, para se?alar alg¨²n fallo. Es el caso del gazapo que se col¨® en una columna de Javier Rioyo, en el suplemento Domingo del 11 de abril, donde hac¨ªa menci¨®n a una actuaci¨®n del violagambista Jordi Savall. "En soledad, acompa?ado por su viola de gamba, con una leve luz genital...", figuraba en el texto. "Sospecho", dice el lector, "que se tratar¨ªa de una iluminaci¨®n cenital y que el corrector ortogr¨¢fico les hizo una mala pasada (aparte de todo, por la posici¨®n en la que se toca el instrumento en cuesti¨®n, ser¨ªa muy dif¨ªcil de percibir una luz de un origen tan sorprendente)".
Tambi¨¦n al humor recurre otro lector de Barcelona, Rafel Roig, que se?ala el desastroso franc¨¦s con que se pretend¨ªa -Gente del 27 de abril- reflejar el t¨ªtulo de la famosa canci¨®n de Serge Gainsbourg Je t'aime, moi non plus (Te quiero, yo tampoco), que pasar¨¢ a las hemerotecas como J'ai aime, mois non plus. "Que literalmente traducido ser¨ªa 'Tengo amo, mes tampoco' (le ruego me disculpe la demagogia, humor¨ªstica en este caso, de haber escogido amo entre los posibles 'quiero' y 'amo'). No deja de ser lamentable que en seis palabras haya tres faltas de ortograf¨ªa".
Y para re¨ªr ser¨ªa tambi¨¦n, si no indicara lo que indica, el fallo denunciado por tel¨¦fono por un lector de Madrid, A. B., que se public¨® -p¨¢gina 4 de Internacional del 10 de mayo- en la informaci¨®n titulada El Pent¨¢gono aprob¨® hace un a?o 20 t¨¦cnicas para intimidar a los presos en Guant¨¢namo, y en la que se dec¨ªa: "Miller asumi¨® el puesto en Guant¨¢namo con la misi¨®n espec¨ªfica de 'agilizar los interrogatorios y obtener el m¨¢ximo de inteligencia de los prisioneros...'. ?Curiosa forma de obtener inteligencia! Espero que no cunda el ejemplo...", dice A. B.
"?Qu¨¦ est¨¢ pasando en EL PA?S?", preguntan intrigados y desconcertados los lectores. Esta Defensora tambi¨¦n se lo pregunta. Y ante la falta de un riguroso an¨¢lisis comparativo de fallos entre ¨¦pocas anteriores y la actual, s¨®lo puede reflexionar en voz alta. ?Los periodistas somos cada d¨ªa m¨¢s incultos y escribimos peor? ?Hemos dejado de lado el orgullo del trabajo bien hecho y la calidad es ya cosa del pasado? ?Son suficientes los medios con los que trabajamos para ejercer un adecuado control de calidad del peri¨®dico? ?No har¨ªan falta m¨¢s correctores y filtros? Me temo que un poco de todo.
Hace unos meses, y a prop¨®sito de lo mismo, les hablaba de un nuevo corrector autom¨¢tico que ¨ªbamos a implantar en el sistema inform¨¢tico y con el que esper¨¢bamos paliar algunas de estas rocambolescas deficiencias. Pues bien, se encuentra en fase de retoque y entrar¨¢ en funcionamiento en dos semanas. De todas formas, y aunque sea bienvenido, ya sabemos que los correctores autom¨¢ticos no son ninguna panacea. Me temo que la calidad y el rigor que todos deseamos para este peri¨®dico vendr¨¢n, si es que vienen, por una recuperaci¨®n a todos los niveles de la calidad y por la valoraci¨®n del trabajo bien hecho.
Parece que el r¨¦cord mundial de fallos en un peri¨®dico lo tiene, hasta el momento, el prestigioso londinense The Times. Nada menos que 78 equivocaciones en una sola p¨¢gina, en una ¨¦poca en la que no exist¨ªan los correctores autom¨¢ticos. Como pueden ver, no somos los ¨²nicos, pero me temo que en cualquier momento podemos desbancar a The Times.
Los lectores pueden escribir a la Defensora del Lector por carta o correo electr¨®nico (defensora@elpais.es), o telefonearle al n¨²mero 913 377 836.
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