Los mojones

Aunque s¨¦ que mis quejas no llegan a ninguna parte no puedo permanecer indiferente; me niego a ser testigo mudo de la masacre que est¨¢n planificando con la desaparici¨®n cada vez m¨¢s preocupante de nuestro patrimonioa, por la falta de sensibilidad y por la irresponsabilidad de quienes atentan sin escr¨²pulos contra la historia y la belleza de los pueblos.

Expongo el caso: el otro d¨ªa pas¨¦ por cierto lugar el cual hab¨ªan unas m¨¢quinas trasformando unas tierras, entre los ¨¢rboles que se arrancaban cabe destacar una cantidad enorme de pinos. Sin embargo, lo que m¨¢s me indign¨® y me llen¨® de tristeza fue al observar el destrozo de un moj¨®n que all¨ª hab¨ªa. Es vergonzoso ver los grandes atropellos que est¨¢n cometiendo con nuestro patrimonio y con la sistem¨¢tica desaparici¨®n de los mojones de t¨¦rmino que las grandes empresas urbanizadoras hacen desaparecer sin que nadie ?nadie! les diga nada de dichos atentados a nuestro patrimonio. El patrimonio no debe considerarse en modo alguno obst¨¢culo para que desaparezca privando de la ganancia econ¨®mica.

El patrimonio es un bien p¨²blico de todos que hay que conservar y proteger a costa de todo y contra todos. No se puede consentir que se expolie y desaparezca de forma indiscriminada.

Tal vez estas cosas ocurren por la falta de sensibilidad, o de cultura, o quiz¨¢s falta de escr¨²pulos culturales y sociales; o tambi¨¦n la irresponsabilidad de quienes gobiernan y atentan desde el poder, y abusan de su cargo p¨²blico.

Las instituciones p¨²blicas deb¨ªan de fomentar que todo el patrimonio propio sea conocido y respetado y, por supuesto, conservado. Deben velar que la cultura patrimonial se transmita de generaci¨®n en generaci¨®n. Nada de lo que anteriormente fue orgullo de los valencianos debe ahora desaparecer.