Madres sin compa?ero
Un 10% de las mujeres que recurren a la reproducci¨®n asistida son lesbianas o no tienen pareja masculina
El n¨²mero de mujeres que se plantea tener hijos sin un hombre al lado cada vez es mayor. Las nuevas t¨¦cnicas de reproducci¨®n asistida han derribado la puerta de lo dif¨ªcil o imposible a las mujeres que viven solas y quieren ser madres y a las parejas de lesbianas.
Sol (nombre ficticio) ha pasado los ¨²ltimos cuatro de sus 40 a?os intentando ser madre. Se ha sometido a una inseminaci¨®n artificial, primero, y luego ha seguido un proceso de fecundaci¨®n in vitro. No tiene pareja, pero ello no es obst¨¢culo para un anhelo que empieza a dudar si no se habr¨¢ convertido ya en obsesi¨®n. Sin embargo, se ha dado un plazo: "Si no lo consigo para finales de a?o, posiblemente, lo deje".
El caso de Mar¨ªa, de 40 a?os, e Idoia, de 31, es bien diferente. Son madres de dos hijos de dos a?os y 13 meses. Una de ellas fue su madre biol¨®gica tras someterse a inseminaci¨®n artificial. Forman una familia y los vecinos del pueblo vizca¨ªno donde viven lo saben. "Hemos vencido dudas y temores. Nuestro miedo era que se pudiera hacer da?o a los ni?os".
El 40% de los casos se resuelve con ¨¦xito, por t¨¦rmino medio
Ambos casos representan a ese casi 10% de casos del total de mujeres que recurre a las pr¨¢cticas de fecundaci¨®n asistida. "El deseo de tener un hijo se convierte en un derecho cuando existe tal deseo", sostiene Carmen Ochoa, embri¨®loga.Jos¨¦ Gurrea, primer ginec¨®logo que practic¨® en Espa?a la inseminaci¨®n artificial a una pareja homosexual en su cl¨ªnica de Bilbao, reconoce que se est¨¢ registrando un aumento de casos. "Cuando en 1991 una pareja de lesbianas de San Sebasti¨¢n se atrevi¨® a confesar p¨²blicamente su caso, pensamos que iba a seguir un boom, que muchas m¨¢s se iban a animar y que vendr¨ªan por decenas, pero no fue as¨ª", se?ala.
Sin embargo, tanto Sol como Mar¨ªa e Idoia tienen la impresi¨®n de que hay cada vez m¨¢s mujeres sin una pareja masculina que tienen hijos por medio de estas t¨¦cnicas. "Lleg¨® un momento, con 36 a?os, en el que pens¨¦ que o era madre o no lo ser¨ªa nunca. No ten¨ªa pareja, as¨ª que podr¨ªa haber ido a la calle a buscar un hombre, pero me parec¨ªa absurdo buscar una pareja s¨®lo para tener un hijo. Son dos cosas distintas. As¨ª que recurr¨ª a la inseminaci¨®n artificial", explica Sol, a quien "el bombardeo" hormonal le ha cambiado el cuerpo.
El largo y, en su caso, frustrante proceso le ha marcado tambi¨¦n psicol¨®gicamente, adem¨¢s de gastar casi dos millones de las antiguas pesetas. "Es agotador. Los m¨¦dicos lo ven f¨¢cil, pero no es as¨ª siempre. Primero me somet¨ª a inseminaci¨®n artificial, pero como no me quedaba embarazada y el reloj biol¨®gico es implacable, pasaron a la fecundaci¨®n in vitro. He tenido muchos problemas, algunos derivados o agravados por el tratamiento durante estos cuatro a?os", recuerda.
Sol parece quejarse de que las explicaciones que recibi¨® al principio sobre sus posibilidades no fueron reales. Pese a todo, sigue empe?ada en quedarse embarazada. "La gente que sabe lo que estoy haciendo no entiende por qu¨¦ tanta insistencia, pero yo sigo pensando que me compensa".
?Obsesi¨®n? "?D¨®nde est¨¢ la frontera entre lo razonable y la obsesi¨®n?", se pregunta, pero el cansancio empieza a hacerle mella. Por eso aventura que probablemente se embarcar¨¢ en un intento m¨¢s, el ¨²ltimo, a finales de a?o.El n¨²mero de ¨¦xitos con estas t¨¦cnicas es relativamente alto. El ginec¨®logo Jos¨¦ Luis Neyro destaca que la media se encuentra en torno al 40% de los casos, que puede sobrepasar el 50%, en los casos de mujeres m¨¢s j¨®venes. "Una de las constantes que nos encontramos es que muchas de las mujeres sin pareja que quieren ser madres son de edad avanzada y claro, el embarazo resulta m¨¢s dif¨ªcil. De todas formas, podemos aplicar t¨¦cnicas combinadas", explica.
Idoia y Mar¨ªa cuentan que pensaron en la adopci¨®n antes que en el embarazo, pero la imposibilidad de hacerlo como pareja y el no querer caer en subterfugios les decidi¨® por la maternidad biol¨®gica. La primera candidata fue Idoia, al ser la m¨¢s joven, pero un aborto espont¨¢neo y otro segundo obligado por una malformaci¨®n del feto, cambi¨® el rumbo. Tras algunos problemas, por fin, despu¨¦s de dos a?os de intentos, lleg¨® el embarazo. "Nosotras no tenemos ning¨²n problema. Todo lo contrario. Nunca hemos sido tan felices. Como el resto de familias, no tenemos la seguridad cien por cien de que los ni?os van a ser felices, pero nos rompemos la vida en ello", dicen. Actualmente, lo ¨²nico que ambas piden es que se les reconozca legalmente como una familia.
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