La frontera de Sodoma y Gomorra
Los sacerdotes de la zona de La Jonquera claman contra el auge de burdeles
Los seis rectores de una quincena de parroquias de la zona fronteriza del Alt Empord¨¤ se han cansado de mirar hacia otro lado mientras los burdeles proliferan y los arcenes de la carretera N-II son un escaparate de j¨®venes prostitutas. Los curas reclaman a la Administraci¨®n que ponga coto a la creciente proliferaci¨®n de prost¨ªbulos y ofrezca ayudas a las mujeres que quieran escapar de su explotaci¨®n. Seg¨²n sus c¨¢lculos, en la zona trabajan un millar de mujeres.
La reciente apertura de un ostentoso burdel en Capmany capaz de albergar a 100 prostitutas, con 48 habitaciones y una antigua capilla anexa reconvertida en un gimnasio, ha sido la gota que ha colmado la paciencia de los p¨¢rrocos. "Mucha gente entiende que se ha llegado al l¨ªmite. Esto no puede continuar as¨ª", afirma Ferran Jarabo, firmante de un documento contra la prostituci¨®n y rector de La Vajol, Agullana, Darnius y Ma?anet de Cabrenys. "En un momento en el que se habla tanto de violencia dom¨¦stica y de la dignidad de las mujeres, no podemos cerrar los ojos ni tolerar la explotaci¨®n, la denigraci¨®n diaria que sufren muchas de estas j¨®venes", a?ade.
Jarabo admite que, ante la pasividad de las administraciones, pretenden crear una ONG para atender y ayudar a las j¨®venes, "a menudo enga?adas y siempre vejadas", que quieren dejar la prostituci¨®n. En ning¨²n caso quieren que se vea en ellos a un grupo de puritanos que proclama la castidad y arremete contra el sexo. En una cruel iron¨ªa, uno de los locales con los que hab¨ªan so?ado para el proyecto, el antiguo balneario de La Merc¨¨, en Capmany, se ha erigido en el m¨¢s boyante prost¨ªbulo. El noble nombre del edificio ha pasado a publicitarse con el elocuente Madam's.
El documento de los curas, titulado Una mala entrada a Catalunya, advierte de que la prostituci¨®n "es un signo de degradaci¨®n y de pobreza humana" que "denigra y afecta psicol¨®gicamente a quien la ejerce". Los religiosos quieren tambi¨¦n "tocar la conciencia de los explotadores", a quienes reclaman que "busquen otras maneras de ganarse la vida y no contribuyan por m¨¢s tiempo a la degradaci¨®n social, moral y sanitaria de tantas mujeres".
El rector de Agullana ha conocido de primera mano el drama de alguna de estas j¨®venes. Una le confes¨® su situaci¨®n de desamparo y cuando le aconsej¨® que denunciara su caso a la polic¨ªa, la muchacha le respondi¨® que no ten¨ªa papeles y que sus proxenetas podr¨ªan matarla.
Muchos veh¨ªculos aparcados en el exterior de estos locales tienen matr¨ªcula extranjera. Los vecinos de la zona admiten que al comercio del tabaco, el alcohol o la restauraci¨®n, que ofrece en Espa?a mejores precios que en Francia, se ha sumado tambi¨¦n el del sexo. El incesante flujo de transportistas a trav¨¦s de la frontera ha contribuido tambi¨¦n al florecimiento del negocio de los burdeles.
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