Argentina sucumbe ante Ronaldo
El brasile?o brilla en el gran duelo suramericano al marcar tres penaltis que ¨¦l mismo forz¨®
El gordo Ronaldo, seg¨²n los comentarios despectivos previos de cierta prensa argentina, impuso a la hora de la verdad su peso de gran jugador y marc¨® la diferencia entre un mediocre Brasil y una ineficaz Argentina en la sexta jornada de las eliminatorias suramericanas que clasifican a cuatro selecciones para el Mundial de Alemania 2006. Tres arranques imparables del goleador forzaron tres faltas sancionadas con penaltis que Ronaldo convirti¨®. Sor¨ªn marc¨® para Argentina tras recoger un rebote en la base del poste despu¨¦s de un remate de cabeza de Aimar.
Ausente Ronaldinho en Brasil debido a una lesi¨®n muscular, ausente Ayala en Argentina porque deb¨ªa cumplir un partido de suspensi¨®n, el protagonismo se redujo al posible duelo entre los futuros compa?eros en el Real Madrid, Ronaldo y Samuel, defensa central en la l¨ªnea de tres jugadores que improvis¨® Marcelo Bielsa, entrenador de Argentina. En su condici¨®n de ¨²ltimo hombre, Samuel no cometi¨® errores serios, pero sufri¨® los fallos ajenos y tuvo que enfrentarse a jugadores que le encararon con el bal¨®n dominado. No tuvo responsabilidad en ninguna de las tres faltas que provocaron los penaltis, pero debi¨® ser sancionado por agarrar de la camiseta a Ronaldo en otra ocasi¨®n. Adem¨¢s, dej¨® la marca de su bota en el gemelo del goleador. Cuando fue a rematar de cabeza al ¨¢rea brasile?a imprimi¨® tambi¨¦n su sello en Roberto Carlos, al que propin¨® un golpe sin intenci¨®n.
Los dem¨¢s jugadores fueron s¨®lo nombres, voces, un coro en el que se pod¨ªan destacar los agudos pero espor¨¢dicos remates de Roberto Carlos, los graves fallos de los centrales brasile?os, Juan y Roque Junior o el fino toque de Kak¨¢. De Argentina, ni eso. Sin D'Alessandro, sin Riquelme, con Aimar en el banquillo porque a¨²n no se recupera de su lesi¨®n muscular, ?que pod¨ªa esperarse? ?Qui¨¦n crea y define en un equipo armado solo para correr, marcar, recuperar el bal¨®n y no saber qu¨¦ hacer con ¨¦l? Un apunte escrito en versi¨®n de Alejandro Sanz podr¨ªa cantar que: "No es lo mismo avanzar que atacar, no es lo mismo voluntad que talento, no es lo mismo tocar para llegar que prestarse el bal¨®n, no es lo mismo improvisar que repetir, no es lo mismo...".
Argentina tuvo el control aparente del juego en el primer tiempo, pero sus llegadas de riesgo se iniciaron a bal¨®n parado, en saques desde la esquina, tirando centros o por causa de errores inconcebibles en la defensa brasile?a. Ni una sola de las jugadas sorprendieron o causaron admiraci¨®n por su elaboraci¨®n previa. Marcelo Bielsa se gradu¨® de Loco, como le llaman. Reemplaz¨® al extremo C¨¦sar Delgado, golpeado en la rodilla, por el extremo Mauro Rosales, pero 24 minutos m¨¢s tarde, ya en la segunda parte, reemplaz¨® a Rosales por Saviola y mand¨® al delantero centro, el grandote Crespo a la banda derecha para que tirarse centros a... ?a qui¨¦n? ?A Saviola?
Bielsa padece de un exceso de teor¨ªa, cree m¨¢s en los sistemas que en los jugadores. A Parreira, el entrenador de Brasil, le sobra en la pr¨¢ctica con Ronaldo y algo de Kak¨¢. El delantero centro del S?o Paulo, Luis Fabiano, reemplazante de Ronaldinho, no dio siquiera se?ales de los m¨¦ritos que se le atribuyen. En la segunda parte Brasil, sin llegar nunca a jugar como se espera de ellos, con Roberto Carlos y Caf¨² m¨¢s contenidos, logr¨® dividir el control del bal¨®n en la mitad del campo a la espera de que el tren se pusiera en movimiento. El gordo Ronaldo caminaba, recuperaba el aire y cada cinco minutos arrancaba como una locomotora que arrastraba detr¨¢s de s¨ª a todo Brasil. A su paso se le colgaban y cruzaban los defensores argentinos, hasta que al fin le volteaban y le comet¨ªan penalti.
Clasificaci¨®n (todos con 6 partidos): 1. Brasil: 12 puntos. 2. Argentina, 11. 3. Chile, 10. 4 Paraguay, 10. 5. Venezuela, 9. 6. Per¨², 8. 7. Ecuador, 7. 8. Uruguay, 7. 9. Bolivia, 6. 10. Colombia, 4.
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