Talento y dinero privado

Hac¨ªa a?os que se ven¨ªa anunciando, pero no fue hasta esta edici¨®n de Roland Garros cuando explot¨® el tenis argentino. Hoy, David Nalbandi¨¢n y Gast¨®n Gaudio disputar¨¢n una de las semifinales, y la otra Guillermo Coria contra el brit¨¢nico Tim Henman, con el sue?o de una final argentina en un Grand Slam, por primera vez en la historia. Ayer, sin embargo, Argentina se llev¨® la primera decepci¨®n. Paola Su¨¢rez fue eliminada por Elena Dementieva, sin ganar su saque m¨¢s que una vez en el partido. Su derrota permiti¨® la primera final rusa, puesto que Anastasia Myskina sorprendi¨® a la estadounidense Jennifer Capriati.

Eclipsado por el potencial del tenis espa?ol en Par¨ªs, los jugadores argentinos se manten¨ªan agazapados, a la espera de que llegara su momento. Vislumbraron la posibilidad de coger el relevo este a?o, porque Juan Carlos Ferrero llegaba tocado. Ante esta situaci¨®n, Coria se convirti¨® en el principal favorito, tras cuadrar un a?o espectacular en tierra batida: una derrota desde la semifinal de Par¨ªs en 2003 y ?30 victorias! ?l cogi¨® la bandera y detr¨¢s se sumaron otros jugadores ¨¢vidos de demostrar su potencial.

Y su sue?o se realiz¨®. En los cuartos de final se especul¨® con la posibilidad de unas semifinales argentinas. Aquello se esfum¨® cuando Henman elimin¨® a Juan Ignacio Chela. Sin embargo, Argentina marc¨® un r¨¦cord -tres jugadores en semifinales de un Grand Slam- que hac¨ªa trizas el anterior de Guillermo Vilas y Jos¨¦ Luis Clerc en 1982, ambos semifinalistas en Par¨ªs.

El referente, no obstante, siguen siendo Vilas y Gabriela Sabatini, los ¨²nicos que han logrado t¨ªtulos del Grand Slam. "Siento que Coria puede ser el segundo Vilas", se?al¨® ¨¦ste. ?l es en gran parte culpable del boom del tenis argentino. Cuando ¨¦l comenz¨® en 1974, s¨®lo unas 200.000 personas practicaban el tenis en aquel pa¨ªs. Cuando su carrera acab¨®, en 1987, eran m¨¢s de tres millones.

"La verdad es que su incidencia en la creaci¨®n del grupo actual de jugadores no fue mucha m¨¢s", explica Juan Jos¨¦ Moro, periodista de Radio Rivadavia que sigue el tenis desde hace m¨¢s de 40 a?os. "Ha hecho algo importante: ceder su club en Buenos Aires para que todos puedan entrenarse, pero poco m¨¢s". El m¨¦rito no es suyo ni de la federaci¨®n, que s¨®lo incluy¨® en su programa a Coria y a Nalbandi¨¢n.

Ellos fueron de los pocos que se beneficiaron de la ayuda federativa. Los dem¨¢s recurrieron a dinero privado para financiar sus carreras. Paola Su¨¢rez viaj¨® a Par¨ªs a los 18 a?os cuando jug¨® la final junior en 1992, gracias al dinero de un grupo de inversores. Y despu¨¦s, en 1995, gan¨® la fase previa, siendo 174? mundial, y antes de afrontar el primer partido del cuadro principal frente a la estadounidense Mary Joe Fern¨¢ndez, una de las favoritas, confes¨®: "Si no gano este partido no puedo seguir jugando; no tengo m¨¢s dinero". Gan¨®.

Gaudio fue ayudado por patrocinadores privados, amigos de su familia, a los que luego les tuvo que devolver el dinero. Y lo mismo ocurri¨® con Chela, con Calleri, a quien financi¨® un potentado alem¨¢n, con Zabaleta, que comenz¨® a viajar de la mano de la familia P¨¦rez Rold¨¢n, y con Ca?as, ayudado por un periodista de un diario econ¨®mico. Adem¨¢s, siguieron un modelo similar al espa?ol: creaci¨®n de circuitos sat¨¦lites y de la Copa Ericsson (circuito de 5 challengers y un masters), involucraci¨®n de muchos ex jugadores convertidos en t¨¦cnicos, y entrenamientos de todos los jugadores entre ellos en una ciudad, Buenos Aires.

La pr¨®xima semana pueda haber -si Gaudio gana el torneo- tres argentinos entre los 10 primeros del mundo y ocho entre los 100 primeros.