Los servicios de rescate hallan los cuerpos de cinco de los 10 tripulantes del 'O Bah¨ªa'
El barco naufrag¨® frente a las islas Sisargas probablemente por un "golpe de mar espectacular"
La se?al autom¨¢tica que emiti¨® la radiobaliza del m¨¢stil antes de sumergirse en el oc¨¦ano fue como el ¨²ltimo lamento del pesquero O Bah¨ªa. Todo debi¨® de suceder muy r¨¢pido, un traicionero golpe de mar en la popa y un barco que se fue a pique sin que ninguno de sus 10 tripulantes tuviese tiempo de ponerse el chaleco salvavidas. Los cad¨¢veres de cinco de los marineros, todos de las inmediaciones de Vigo, fueron recuperados a primera hora de ayer cerca del lugar del naufragio, junto a las islas Sisargas, en la Costa da Morte (A Coru?a). Los servicios de rescate continuaban a ¨²ltima hora rastreando la zona en busca de los cinco desaparecidos, que se teme est¨¦n en el barco a 70 metros bajo el mar.
La Costa da Morte estaba acostumbrada a casi toda clase tragedias, pero la de ayer lleg¨® del modo m¨¢s imprevisto, en los d¨ªas finales de la primavera, pasados ya los apocal¨ªpticos temporales del invierno. La v¨ªctima fue adem¨¢s un barco construido en 1999, de casco de acero, cumplidor escrupuloso de las medidas de seguridad y con un patr¨®n que era casi una leyenda en la r¨ªa de Vigo por su destreza en el oficio. El O Bah¨ªa regresaba del puerto de Pasaia (Guip¨²zcoa), despu¨¦s de mes y medio de una poco provechosa campa?a en la costera de la anchoa. Hab¨ªa hecho una ¨²ltima escala en Burela (Lugo), de donde zarp¨® el mi¨¦rcoles por la ma?ana de regreso a casa, en Redondela, junto a Vigo.
Hermindo Castro Veiga, de 48 a?os, propietario y patr¨®n del O Bah¨ªa, mantuvo su ¨²ltima comunicaci¨®n por radio sobre las 18.30 horas del mi¨¦rcoles. Navegaban viento en popa, pero las rachas del nordeste empezaban a ser preocupantes al acercarse a la Costa da Morte. "Tranquilo", le dijo su camarada del Ameixa, otro pesquero que regresaba del Pa¨ªs Vasco y le llevaba la delantera en algunas millas. "Cuando bajes Finisterre, pasar¨¢s del infierno al cielo". A las 20.33 horas, los servicios de salvamento mar¨ªtimo recibieron una alerta de emergencia emitida por la radiobaliza del O Bah¨ªa desde una zona a unas cuatro millas (7,5 kil¨®metros) de las Sisargas, cerca de Malpica. Las llamadas por radio fueron in¨²tiles. El barco hab¨ªa enmudecido. "Debi¨® de ser como un terremoto", conjetur¨® Manuel Castro, antiguo tripulante del pesquero. "Un golpe de mar espectacular", resumi¨® el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, tras o¨ªr a los expertos de su Gobierno.
Sorprendidos en el catre
Durante toda la noche se rastre¨® la zona desde aire, mar y tierra. Poco a poco fueron apareciendo restos del buque. A las 8 de la ma?ana se encontr¨® el primer cad¨¢ver, que hab¨ªa derivado unas siete millas del lugar del naufragio. En las dos horas siguientes se rescataron otros cuatro, algunos desnudos, lo que hace suponer que lo ocurrido sorprendi¨® a algunos en sus catres. Los cinco cad¨¢veres recuperados son los del patr¨®n, Hermindo Castro, y los marineros Jaime Migueles D¨ªaz, Antonio S¨¢nchez Cobi¨¢n, Enrique D¨ªaz V¨¢zquez y Manuel Refojo Sousa, todos residentes en Redondela, excepto el ¨²ltimo, vecino de Nigr¨¢n, tambi¨¦n en la r¨ªa de Vigo. El resto de la tripulaci¨®n, con edades comprendidas entre los 22 y los 57 a?os, la compon¨ªan Leopoldo Couto ?lvarez, Luis Monteagudo Mart¨ªnez y Jos¨¦ Antonio Andreu Castro, los tres de Redondela; Juan Antonio Cordero Novas, de Cangas do Morrazo, y Antonio Dom¨ªnguez Baulo, de Cambados.
El puerto de Corme, adonde fueron conducidos los cad¨¢veres, ten¨ªa ayer un aspecto irreal, impropio de la Costa da Morte, con un sol que abrasaba los muelles y el mar resplandeciente de los mejores d¨ªas del verano. En el horizonte, las grandes aspas de los parques e¨®licos que rodean el pueblo semejaban enormes cruces para recibir a los familiares de los marineros, una excursi¨®n del dolor que hab¨ªa llegado en autob¨²s a primera hora de la ma?ana desde el sur de Galicia. Los cad¨¢veres fueron alojados en la nave de la lonja, donde un guardia civil, junto a una puerta de hierro, iba abriendo paso a los familiares. Cuando sal¨ªan, pod¨ªa distinguirse perfectamente a quienes hab¨ªan identificado a los suyos. Dejaban el almac¨¦n casi sin poder mantenerse en pie, como le ocurri¨® a Miguel D¨ªaz, hermano de uno de los muertos, quien minutos antes hab¨ªa estado charlando tranquilamente con los periodistas para contarles que el naufragio le hab¨ªa sorprendido a ¨¦l mismo en el mar. Miguel D¨ªaz sali¨® de la lonja directo a una ambulancia.
El dispositivo de rastreo (participaron un avi¨®n, tres helic¨®pteros y nueve barcos) localiz¨® el punto exacto donde el mar engull¨® al O Bah¨ªa. Est¨¢ a unos 70 metros de profundidad, lo que har¨¢ muy dif¨ªcil la inspecci¨®n del casco en busca de m¨¢s cad¨¢veres, si bien la ministra de Agricultura y Pesca, Elena Espinosa, anunci¨® que lo intentar¨¢ un equipo de escafandristas de Alicante. "Les pedimos que hagan un esfuerzo", rog¨® Jos¨¦ Castro, abuelo de uno de los desaparecidos. "Que al menos tenga un sitio para llevarle flores a mi nieto".
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