El premio sorpresa

En una noche de felicidad, tras recibir el premio de periodismo Cirilo Rodr¨ªguez, el corresponsal de La Vanguardia en Beirut, Tom¨¢s Alcoverro, cont¨® una historia triste, la de su p¨¢jaro llamado Canari, que hab¨ªa soportado con facilidad fuera de la jaula varios bombardeos, pero que, el a?o pasado, no se pudo escabullir del peso de los equipajes de la bodega de un avi¨®n que lo trasladaba desde Amm¨¢n (Jordania) a la capital de L¨ªbano, porque al reportero no le dejaban viajar con el animal en la cabina, tras haberse hecho compa?¨ªa mutua en plena guerra de Irak. Cuando a los asistentes a la entrega del galard¨®n se les comenzaba a hacer un nudo en la garganta mientras el veterano periodista segu¨ªa con el relato de c¨®mo aquella jaula en la que yac¨ªa el p¨¢jaro daba vueltas sobre la cinta transportadora del aeropuerto, el presidente de la Asociaci¨®n de la Prensa de Segovia, Alfredo Matesanz, emulando a los mejores magos, hizo aparecer en el escenario nada menos que un canario revoloteando y trinando, para sorpresa y emoci¨®n de Alcoverro, fruto de una trama en la que participaron colegas del galardonado, como Pilar Rodr¨ªguez, Felipe Sahag¨²n y Ram¨®n Lobo, entre otros. Por el momento, el ave ha quedado bajo la custodia de Laura, de ocho a?os, hija del reportero de TVE Jos¨¦ Antonio Guardiola, que fue finalista junto al delegado de EL PA?S en Bruselas, Carlos Y¨¢rnoz, ya que Alcoverro no quiere pasar por otro disgusto y ha encontrado en la ni?a una buena cuidadora, pero como condici¨®n deber¨¢ llamarlo tambi¨¦n Canari, como el anterior.-