La deuda de los 40 hospitales concertados se dispara el 51% en cuatro a?os

La precariedad financiera de la sanidad catalana no s¨®lo amenaza a los grandes hospitales propiedad del Instituto Catal¨¢n de la Salud. Los centros concertados, cuya oferta supone cerca del 70% de las camas de uso p¨²blico, tambi¨¦n se hallan ante una situaci¨®n delicada. Entre 1998 y 2002, la deuda de estos hospitales, 40 en el conjunto de Catalu?a, aument¨® el 51% y sus principales financiadores, los bancos y las cajas, ya comienzan a denegarles nuevos cr¨¦ditos.

La situaci¨®n ya hace tiempo que es cr¨ªtica. Cr¨ªtica y sin una salida clara. La organizaci¨®n patronal que agrupa a la mayor parte de estos centros, la Uni¨®n Catalana de Hospitales (UCH), cifra el endeudamiento de estos hospitales en 1.613 millones de euros, una cifra que ha estado creciendo entre 7 y 14 puntos cada a?o desde 1998. La cifra del endeudamiento corresponde al 31 de diciembre de 2002, el ¨²ltimo ejercicio con las cuentas cerradas en este momento, ya que la Generalitat todav¨ªa no ha efectuado todos los pagos correspondientes al ejercicio de 2003.

Estos atrasos son, precisamente, la principal causa de los problemas financieros de los hospitales concertados. El director general de la UCH, Boi Ruiz, hace a?os que advierte de la perversidad de un sistema que ha trasladado a los hospitales concertados los problemas financieros del sistema p¨²blico."El hecho de no cobrar a tiempo la totalidad del trabajo que hacemos para la Seguridad Social nos obliga a recurrir a los cr¨¦ditos bancarios para cosas tan simples como pagar las n¨®minas de nuestros trabajadores, unos pr¨¦stamos que tenemos que devolver con sus correspondientes intereses", explica el director general.

Cr¨¦ditos para pagar d¨¦ficit

Gracias a estos cr¨¦ditos los hospitales pueden seguir funcionando normalmente pese a cobrar las operaciones y todo el trabajo que hacen para la Seguridad Social con las tarifas que reg¨ªan hasta septiembre u octubre del a?o anterior. Sin embargo, los salarios de los trabajadores y las tarifas que pagan a sus proveedores se actualizan autom¨¢ticamente cada primero de enero. El d¨¦ficit que esto genera se paga con cr¨¦ditos. "Es grave que tengamos que utilizar dinero p¨²blico para pagar intereses a los bancos en lugar de destinarlos a hacer m¨¢s operaciones y reducir las listas de espera", lamenta Ruiz.

De acuerdo con los ¨²ltimos datos, la deuda de estos hospitales con los bancos y las cajas asciende a m¨¢s de 424 millones de euros. Una tercera parte de ¨¦sta debe saldarse a corto plazo. Esto obligar¨¢ a los gerentes de estos hospitales a hacer nuevos equilibrios presupuestarios para no dejar de pagar a trabajadores y proveedores pese a los nuevos y previsibles atrasos de Sanidad.

La sanidad p¨²blica tiene en Catalu?a un endeudamiento de unos 3.000 millones de euros, seg¨²n los datos actualizados por el Gobierno.

En el sector concertado existe el convencimiento de que sus hospitales acaban pagando los platos rotos del desbarajuste financiero que ha reinado en la sanidad catalana. Los hospitales del Instituto Catal¨¢n de la Salud (ICS) -por ejemplo, Vall d'Hebron, Bellvitge y Josep Trueta de Girona- no pueden, por su naturaleza jur¨ªdica, recurrir a la banca para financiarse, as¨ª que la Generalitat acaba pagando sus inversiones.

En cambio, centros concertados como los de Granollers, Valls, Vic y el Cl¨ªnico de Barcelona, pertenecientes a consorcios y fundaciones m¨¢s o menos p¨²blicas, s¨ª tienen capacidad para endeudarse. La Generalitat ya cuenta con ello al hacer la planificaci¨®n sobre qu¨¦ y cu¨¢ndo les pagar¨¢ por los servicios que les encarga. La paradoja es que la mayor parte de estos hospitales, pese a no ser de la red de la Seguridad Social o del ICS, dedican m¨¢s del 90% de su actividad a trabajar para la sanidad p¨²blica.

Ruiz espera que el nuevo Gobierno sea m¨¢s sensible que el anterior a las demandas de los centros concertados. ?stos "son la clave para que el sistema p¨²blico pueda seguir funcionando".