Israel impone cinco condenas perpetuas al l¨ªder palestino Barguti

Maruan Barguti, el l¨ªder m¨¢s carism¨¢tico de la Intifada, fue condenado ayer por un tribunal de Tel Aviv a cinco cadenas perpetuas, por su supuesta implicaci¨®n en los asesinatos de cinco personas, perpetrados en tres ataques efectuados por grupos radicales entre enero y junio de 2002. La sentencia impone asimismo a este dirigente palestino otros 40 a?os de prisi¨®n por un intento de asesinato y su participaci¨®n en un "grupo terrorista".

El condenado no recurrir¨¢ la sentencia ya que no reconoce la competencia de los tribunales israel¨ªes.Barguti recibi¨® la sentencia con una sonrisa en los labios, con un gesto desafiante, mientras hac¨ªa con los dedos la V de la victoria y pronunciaba ante el tribunal una breve soflama en la que anunci¨® que "la Intifada continuar¨¢, ya que es el ¨²nico camino para conseguir la independencia". Recalc¨® que la "ocupaci¨®n israel¨ª es la peor ocupaci¨®n colonial que la humanidad haya conocido nunca", para acabar asegurando que "poco importa que sea condenado a una, a diez o a cincuentas cadenas perpetuas, ya que ser¨¦ libre el d¨ªa que acabe la ocupaci¨®n israeli".

Maruan Barguti, 45 a?os, casado, padre de cuatro hijos y licenciado en Ciencias Pol¨ªticas y Literatura ?rabe por la Universidad de Bir Zeit, era el maximo responsable del partido gubernamental palestino Al Fatah en Cisjordania cuando estall¨® la Intifada, en septiembre de 2000. Su prestigio como hombre de partido y como diputado del Consejo Legislativo Palestino lo convirtieron en el responsable visible de la revuelta, lo que permiti¨® al espionaje israel¨ª atribuirle indistintamente la jefatura de las inexistentes milicias Tanzim o de las Brigadas de los M¨¢rtires de Al Aqsa.

Las autoridades israel¨ªes atribuyeron a Barguti su participaci¨®n en unos 30 ataques de radicales palestinos y en agosto de 2001 intentaron matarlo disparando un misil contra su veh¨ªculo en Ramala. Siete meses despu¨¦s, el Ej¨¦rcito lo deten¨ªa en Cisjordania.

La detenci¨®n y la condena de Barguti ha supuesto el fin del di¨¢logo que el dirigente palestino trataba de impulsar con Israel. Pero su aislamiento no ha impedido que desde la celda defendiera una tregua con el Ej¨¦rcito, el desarme de la revuelta y la reconversi¨®n de la Intifada en una movilizaci¨®n popular pacifica.