El pol¨ªtico sin enemigos
En cierta medida, Ronald Reagan era para los dem¨®cratas lo que John F. Kennedy fue para los republicanos: alguien que no pod¨ªa caerles mal por mucho que lo intentaran. De todas las reacciones de costa a costa de EE UU y los mensajes de l¨ªderes mundiales, s¨®lo unos pocos le tildan de imperialista o criminal de guerra, como ha dicho el libio Muammar el Gaddafi. El resto ensalza su bonhom¨ªa, su disposici¨®n a criticarse a s¨ª mismo antes que a nadie y su capacidad para suplantar sus carencias con una pasi¨®n por sus ideas y una maestr¨ªa en su manera de comunicarlas.
El primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, destac¨® su "visi¨®n y su liderazgo para restaurar la autoconfianza y aportar cambios significativos a la pol¨ªtica estadounidense. Sus negociaciones de acuerdos para el control de armas y su b¨²squeda de una relaci¨®n m¨¢s estable con la Uni¨®n Sovi¨¦tica ayudaron a acabar con la guerra fr¨ªa".
Margaret Thatcher, antecesora de Blair, mantuvo una amistad personal con Reagan y viajar¨¢ a Washington para asistir al funeral. "Se le echar¨¢ de menos, no s¨®lo quienes le conoc¨ªamos o quienes viven en su pa¨ªs, sino tambi¨¦n millones de hombres y mujeres que viven hoy en libertad gracias a las pol¨ªticas que defendi¨®. Ronald Reagan tiene m¨¢s derecho que nadie a decir que gan¨® la guerra fr¨ªa por el bien de la libertad, y lo hizo sin un solo disparo". Reagan apoy¨® a Thatcher en la guerra de las Malvinas.
El ex presidente sovi¨¦tico Mija¨ªl Gorbachov concedi¨® a Reagan el mismo valor hist¨®rico que Thatcher: "Fue quien inici¨® el proceso que culmin¨® con el fin de la guerra fr¨ªa. Reagan, que era considerado ultraconservador, se atrevi¨® a dar esos pasos, y ¨¦sa fue su fortaleza".
El ex canciller alem¨¢n Helmut Kohl, que estaba junto a Reagan cuando ¨¦ste formul¨® su hist¨®rico llamamiento para destruir el Muro de Berl¨ªn, concedi¨® al ex presidente "una contribuci¨®n decisiva a la libertad y a la superaci¨®n de la divisi¨®n de Europa. Nosotros los alemanes tenemos mucho que agradecer a Reagan".
Gran tristeza del Papa
El portavoz del Vaticano, Joaqu¨ªn Navarro-Valls, asegur¨® que el Papa "recibi¨® la noticia de la muerte de Reagan con gran tristeza" y record¨® que en la visita de Bush hace unos d¨ªas le transmiti¨® recuerdos de buena voluntad para la familia del ex presidente.
John Kerry, candidato dem¨®crata a la presidencia de EE UU, ha suspendido su campa?a electoral. Kerry ha reconocido que "incluso cuando Reagan romp¨ªa el coraz¨®n de los dem¨®cratas, lo hac¨ªa con una sonrisa y con un esp¨ªritu honesto de debate abierto. Su amor por este pa¨ªs era infeccioso".
En el lado opuesto se situ¨® el l¨ªder libio, Muammar el Gaddafi, que no lament¨® la muerte de Reagan, sino "que haya muerto sin comparecer ante la justicia por su crimen de 1986 contra ni?os libios". Reagan orden¨® un bombardeo a¨¦reo sobre Libia que provoc¨® decenas de v¨ªctimas, entre ellas una hija de Gaddafi de s¨®lo 15 meses.
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