Espa?a env¨ªa nueve aviones a Marruecos para combatir una plaga de langostas
La FAO asegura que es dif¨ªcil que el insecto salte a Europa pero que puede llegar a India
Una plaga de langostas nubla desde el invierno las puestas de sol del sur de Marruecos. El fen¨®meno, que no se ve¨ªa desde 1986, puede cruzar el Estrecho. Nueve aviones espa?oles enviados por Asuntos Exteriores combaten la plaga con insecticidas. Han fumigado un mill¨®n de hect¨¢reas desde el Atl¨¢ntico hasta la frontera con Argelia. La Organicaci¨®n de la ONU para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO) dice que, si no se detiene, la langosta devastar¨¢ los cultivos del sur de Marruecos, Argelia y T¨²nez, y que si se dan vientos anormales podr¨ªa llegar a Europa.
La langosta del desierto es un insecto de la familia de los saltamontes. Llega a medir 15 cent¨ªmetros y cuando es adulta se hace gregaria. Viaja en nubes de millones de ejemplares y devora los vegetales que encuentra. Su h¨¢bitat natural es el S¨¢hara (seg¨²n la temporada est¨¢ al norte o al sur), pero a veces, si el viento es favorable, puede cruzar el Estrecho. En 1956 lleg¨® a Extremadura. En 1987, varios ejemplares aparecieron en Roma.
"La langosta no tiene que atravesar el Atlas", se?ala Jos¨¦ Ruiz, uno de los pilotos del equipo con sede en Er-Rachidia. Las dos avionetas 502AT que usan para fumigar con Malation, un insecticida, son amarillas. Es lo ¨²nico que destaca en el rojo uniforme del desierto de piedra de Er-Rachidia. Los otros aviones est¨¢n en Bouarfa, al este, y en Ouarzazate, hacia el Atl¨¢ntico. Los aviones pertenecen a cinco empresas espa?olas. El proyecto cuesta dos millones de euros.
Por la ma?ana, los tres pilotos de Er-Rachidia reciben del Gobierno marroqu¨ª las coordenadas de las zonas a fumigar. Al sur del Atlas hay desierto de piedra y alg¨²n cultivo. Al norte de la cordillera, la cantidad de cultivos dificulta el trabajo. Los marroqu¨ªes marcan en tierra la zona a fumigar con neum¨¢ticos ardiendo o con banderas.
Juan Pe?a, coordinador de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional (AECI) en Marruecos, detalla que Espa?a ha tramitado la ayuda contra la langosta como un proyecto de emergencia. Pe?a reconoce que el inter¨¦s de Espa?a, adem¨¢s de ayudar a Marruecos, era prevenir el paso del Estrecho. "Es mucho m¨¢s f¨¢cil controlar la plaga en el desierto que en Espa?a".
Pe?a asegura que durante la ¨²ltima plaga, entre 1984 y 1987, se cruz¨® con una de las nubes y que es una experiencia espectacular: "Hay que parar el coche si lo atraviesas porque nubla el sol". Los pilotos de Er-Rachidia no se han topado con nubes grandes, s¨®lo con larvas, aunque s¨ª los de Bouarfa.
El director del grupo de langostas de la FAO, Clive Elliott, se?ala que es imposible saber el n¨²mero de ejemplares de langosta pero que se trata de millones. Elliott explica que las condiciones de 2003 permitieron la proliferaci¨®n. En verano, la langosta pone sus huevos en el sur del S¨¢hara. El verano de 2003 fue extraordinariamente lluvioso en la zona. Esto permiti¨® que la mayor¨ªa de los huevos, que est¨¢n enterrados en la tierra, prosperasen. Tras el verano, las langostas que nacen comienzan a subir hacia el norte ayudadas por el viento dominante en la ¨¦poca. All¨ª, a finales de oto?o, vuelven a poner huevos.
El oto?o fue de nuevo muy lluvioso en el norte del S¨¢hara, lo que facilit¨® el desarrollo de los huevos. Esos huevos son los que en primavera comenzaron a abrirse para formar nuevas nubes y los que fumigan los equipos espa?oles. Elliott se?ala que lo l¨®gico es que estas langostas vuelvan al sur en esta ¨¦poca del a?o, pero reconoce que pueden subir hacia el norte si cambian los vientos. La FAO intenta desde octubre concienciar a los pa¨ªses europeos de la importancia de la langosta: "Puede acabar con los cultivos de muchas zonas de Marruecos, de Mauritania y Argelia. Si no la controlamos, puede llegar a India y Pakist¨¢n", sentencia Elliott.
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