El Museo Leopold exhibe en Viena todas las series de grabados de Goya

El Museo Leopold de Viena expone las cuatro series completas de grabados de Francisco de Goya (1746-1828): Los caprichos, Los desastres de la guerra, La tauromaquia y Los disparates hasta el 20 de septiembre. Es el pintor de moda en la capital austriaca donde, adem¨¢s, se convertir¨¢ en la figura central de una ¨®pera de Gian Carlo Menotti protagonizada por Pl¨¢cido Domingo, que servir¨¢ de antesala para una amplia muestra de su obra que tendr¨¢ lugar en 2005.

Los 227 grabados que pueden verse en el Museo Leopold, adquiridos en 1908 por el mecenas alem¨¢n Theodor Francksen, son hoy propiedad del Museo de la Ciudad de Oldenburg, dirigido por Ewald G?ssler. "Goya hubiera sido mucho mejor comprendido en tiempos de Sigmund Freud que en su propia ¨¦poca", coment¨® G?ssler. Los organizadores se han esmerado en poner de relieve el impacto que ha tenido aquel brillante cr¨ªtico de su ¨¦poca en generaciones posteriores, como precursor del arte moderno en toda Europa. El director del museo, Rudolf Leopold, cree que aquel " ilustrado sin esperanzas" ha llegado a ser, junto a Picasso, "el mejor artista gr¨¢fico del mundo, inspirador de realistas, simbolistas, expresionistas y surrealistas".

Tambi¨¦n habl¨® de la fuerza intemporal del ciclo de Los desastres de la guerra, que, dado su car¨¢cter de denuncia, no se public¨® hasta 45 a?os despu¨¦s de su muerte. All¨ª el artista desvela atrocidades muy similares a las de los conflictos b¨¦licos de hoy. La guerra en Irak fue repetidas veces mencionada en los discursos de la inauguraci¨®n.

Con la intenci¨®n de crear un ambiente intimista y facilitar la visi¨®n de todos los detalles plasmados en t¨¦cnica de la aguatinta, la dise?adora de la exposici¨®n, Angela Hareiter, coloc¨® todas las l¨¢minas sobre paredes bien oscuras. En una sala contigua se ven litograf¨ªas del austriaco Alfred Kubin (1877-1959). Sus alegor¨ªas de los infiernos de la psique demuestran claramente la influencia de Goya, ya sea en sus macabros contenidos como en su formato y hasta en la caligraf¨ªa de los subt¨ªtulos.