La Eurocopa de f¨²tbol en Portugal eclipsa la campa?a para las elecciones europeas
Los sondeos apuntan una abstenci¨®n del 60% y empate entre socialistas y el bloque de derechas
Portugal es un pa¨ªs inundado de pancartas por todas partes. Pese a eso, los portugueses tienen dificultades para acordarse de que su pa¨ªs est¨¢ en plena campa?a electoral para las elecciones europeas. A menos de una semana del comienzo del campeonato europeo de f¨²tbol, que arranca el 12 de junio en Oporto, y en medio del mayor festival de m¨²sica del mundo -que tuvo lugar en Lisboa en los ¨²ltimos dos fines de semana-, la pol¨ªtica puede muy poco. Las pancartas y los esl¨®ganes hablan de f¨²tbol y m¨²sica. Y de la campa?a electoral apenas llegan ecos -y no siempre buenos- a los ciudadanos.
Pero nadie parece estar extremadamente preocupado. En especial, la coalici¨®n de derechas actualmente en el poder, que suma al Partido Social Dem¨®crata (PSD, liberal) y al peque?o Partido Popular (PP), que en el pasado no tuvo pudor en afirmarse antieuropeo. "Si pudiera,
Dur?o Barroso se saltaba las europeas. El calendario no podr¨ªa ser m¨¢s desfavorable, por la coyuntura econ¨®mica y la inc¨®moda compa?¨ªa del PP, cuya conversi¨®n europea es poco convincente", afirma Ant¨®nio Jos¨¦ Teixeira, analista pol¨ªtico y subdirector del peri¨®dico Jornal de Not¨ªcias. Portugal lleva un a?o y medio en recesi¨®n econ¨®mica, en buena parte motivada por la contenci¨®n financiera exigida por Bruselas para mantener el d¨¦ficit p¨²blico por debajo del 3% del PIB. Por eso, el Gobierno no tiene muchas ganas de debatir los temas internos -dominados por la crisis- ni externos, porque apoy¨® la intervenci¨®n en Irak -Barroso fue el anfitri¨®n de la cumbre de las Azores- y sabe que eso puede perjudicarle en las urnas. Y en cuestiones europeas, tanto la coalici¨®n como su mayor rival, el Partido Socialista (PS), est¨¢n de acuerdo en casi todo.
Los sondeos dan cuenta de este empate y de esta indiferencia. Seg¨²n una encuesta publicada por el diario P¨²blico el 14 de mayo, los socialistas ser¨¢n los m¨¢s votados (conseguir¨¢n un 44,3%), pero acabar¨¢n con el mismo n¨²mero de diputados que la coalici¨®n de derechas (11 para cada). El mismo sondeo atribuye el 40,7% de los votos al PSD/PP. De confirmarse, los resultados ser¨¢n iguales a los de 1999, cuando los socialistas ganaron las elecciones europeas contra un PSD a¨²n no coligado con el PP. La ¨²nica sorpresa est¨¢ en la izquierda m¨¢s radical, porque el Partido Comunista debe perder uno de sus dos diputados actuales para la coalici¨®n Bloco de Esquerda. La abstenci¨®n se acercar¨¢ al 60%.
El PS quiere transformar las elecciones en una especie de sondeo o refer¨¦ndum de evaluaci¨®n al Gobierno de Barroso. Hablan de "ajuste de cuentas" con el Gobierno e insisten en que los electores deben sacar "la tarjeta amarilla" al Ejecutivo. El l¨ªder socialista, Eduardo Ferro Rodrigues, se juega adem¨¢s el futuro como presidente del partido y ya adelant¨® que su objetivo es "superar la prueba" de las elecciones. Si el partido pierde, deber¨¢ ser sustituido en el pr¨®ximo congreso socialista de noviembre.
En la campa?a, el PS insiste en la crisis y en el error de querer respetar a la fuerza la exigencia europea de un d¨¦ficit del 3%. Pero tiene dificultades en sostener la cr¨ªtica. El PSD no se cansa de acusar al anterior Gobierno socialista de ser responsable por ese d¨¦ficit excesivo que oblig¨® a una pol¨ªtica financiera de enorme austeridad. Y, para colmo, el primer nombre de la lista socialista al Parlamento Europeo es Ant¨®nio Sousa Franco, un antiguo ministro de Hacienda del ex primer ministro Ant¨®nio Guterres. Por eso, el argumento preferido del PS son las divisiones internas de la coalici¨®n en temas europeos.
Son los miembros del PP quienes m¨¢s hacen cr¨ªticas directas al candidato socialista. Le llamaron "padre del d¨¦ficit" y llegaron al punto de hacer referencias a peque?as minusval¨ªas f¨ªsicas del candidato socialista, para decir que no tiene "categor¨ªa", lo que provoc¨® una protesta p¨²blica de asociaciones de minusv¨¢lidos. Sousa Franco acus¨® al PP de ser un partido xen¨®fobo de extrema-derecha. Mientras, al principal candidato de la coalici¨®n, Jo?o de Deus Pinheiro, ex ministro de Exteriores de Cavaco Silva y antiguo comisario europeo, le parece dar un poco igual. No ha entrado en este culebr¨®n y tampoco ha defendido de forma frontal a sus compa?eros del PP.
"Est¨¢ apostando todo a devaluar las elecciones. Una campa?a de insultos, polarizados por el PP, ayuda a la degradaci¨®n de la campa?a y a no motivar el voto. La abstenci¨®n disuelve los malos resultados. El eslogan futbol¨ªstico parece querer alejar la atenci¨®n de la gente", afirma Ant¨®nio Jos¨¦ Teixeira. La campa?a de la coalici¨®n tiene como lema "For?a Portugal" (Fuerza Portugal). Adem¨¢s de la similitud con el nombre del partido de Silvio Berlusconi (Forza Italia), es una descarada copia a los esl¨®ganes de apoyo a la selecci¨®n portuguesa de f¨²tbol. Y para que no queden dudas, los candidatos repartieron por todo el pa¨ªs bufandas con este mensaje escrito sobre los colores de la bandera lusa. A esto, se a?ade el discurso de "la tarjeta amarilla" socialista y el de la "tarjeta roja", defendida por el Partido Comunista. Portugal es, estos d¨ªas, un inmenso estadio de f¨²tbol sin lugar para la pol¨ªtica.
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