"Tolkien s¨®lo me ha dado la idea de crear un mundo complejo"

Poderes enfrentados, magos que dominan diferentes elementos, un joven que emprende una aventura inici¨¢tica...; nada hay de muy sorprendente en la novela de g¨¦nero fant¨¢stico Herej¨ªa (Minotauro / C¨ªrculo de Lectores), a excepci¨®n de su notable calidad y del hecho de que su autor la escribi¨® ?a los 16 a?os!, siendo escolar y cantor de coro de iglesia.

El brit¨¢nico Anselm Audley, nacido en 1982, es un caso extraordinario de precocidad en el panorama literario: Herej¨ªa, su primera novela, una extensa y emocionante fantas¨ªa sobre un mundo acu¨¢tico dominado por una celosa religi¨®n ¨²nica con sacerdotes fan¨¢ticos y guerreros, fue adquirida en 2000 por los editores Simon and Schuster por m¨¢s de 75.500 euros, que inclu¨ªan la escritura de dos secuelas (la trilog¨ªa ya ha sido completada con los t¨ªtulos Inquisici¨®n y Cruzada, que se publicar¨¢n tambi¨¦n en castellano). La obra ha conseguido un apreciable ¨¦xito de cr¨ªtica y p¨²blico (m¨¢s de 250.000 ejemplares vendidos) y logrado que le cuelguen al autor la etiqueta promocional de "el nuevo Tolkien", nada menos. "Tolkien, del que soy un gran admirador, s¨®lo me ha dado la idea de crear un mundo complejo", matiza ¨¦l.

Audley, que sigue teniendo aspecto de adolescente retra¨ªdo, aunque el martes cumpli¨® 22 a?os, se encuentra en Barcelona para hablar de su novela, cosa que hace cohibido aunque mostrando ramalazos de entusiasmo. El joven novelista acepta de entrada que su mundo debe mucho m¨¢s al Dune de Frank Herbert que a la Tierra Media de Tolkien: "S¨ª, he le¨ªdo Dune y todas sus continuaciones. Soy un gran fan de Dune y reconozco las influencias en mi trilog¨ªa. Hay muchos paralelismos entre el planeta Dune y mi planeta Aquasilva".

Aquasilva es un mundo tan cubierto de agua como Dune lo estaba de arena, con tremendas tormentas y una serie de familias que dominan cada una sobre distintas islas y archipi¨¦lagos, mientras que el planeta est¨¢ globalmente regido por una especie de teocracia alerta ante cualquier disidencia religiosa. "Siempre me ha fascinado el mar", dice Audley que, tras estudiar Historia Medieval y Moderna en Oxford, cursar¨¢ un doctorado sobre arquitectura hist¨®rica en EE UU, donde espera poder iniciarse en la vela, "algo no muy seductor en el invierno ingl¨¦s".

El mundo de Aquasilva, con magia y tecnolog¨ªa (hay unos estupendos submarinos denominados "mantas"), parece un h¨ªbrido de ciencia-ficci¨®n y fantas¨ªa. "As¨ª es, me interesan los dos g¨¦neros y los he mezclado", explica Audley. El protagonista se enfrenta a un poder religioso fan¨¢tico. "Me impresion¨® mucho un viaje que hice al sur de Francia, a las antiguas tierras del catarismo. Nunca quise hacer una novela hist¨®rica, pero ese fen¨®meno y su represi¨®n fueron la verdadera gran inspiraci¨®n de Herej¨ªa. Traslad¨¦ el tema a un mundo fant¨¢stico, lo que proporciona mucha m¨¢s libertad". ?Haber cantado de colegial en un coro le ha influido al retratar tan malos a los personajes eclesi¨¢sticos? "De mis experiencias dentro de la Iglesia sali¨® parte de mi inter¨¦s por la pol¨ªtica de las religiones", dice con una sonrisa el escritor, que admite que su visi¨®n es negativa. ?Alguna mala experiencia en el coro? "Ninguna en particular; sobre todo, aquello, verlo desde dentro, me hizo algo esc¨¦ptico".

Sorprende la madurez y la coherencia de esa novela resultado de la imaginaci¨®n de un chico de 16 a?os. "No s¨¦ cu¨¢l es el secreto, c¨®mo pude hacerlo. Creo que tiene algo que ver con mis conocimientos hist¨®ricos. Era muy consciente de que si creaba un mundo, ¨¦ste deb¨ªa tener una l¨®gica hist¨®rica interna". Pese a la madurez, alg¨²n asunto, como el sexo, resulta un pel¨ªn ingenuo. Audley mira a la moqueta. "S¨ª, inevitablemente, al leerlo ahora veo inocencia ah¨ª. Estoy en un proceso de aprendizaje. En mis pr¨®ximos libros, aspectos como ¨¦se ser¨¢n m¨¢s reales".