Glorioso adi¨®s de Marie

Aunque le qued¨® tiempo para terminar alguna otra cosa -creo que un telefilme- antes de encontrarse con su mala muerte, Marie Trintignant nos dijo su adi¨®s, su buen, su glorioso adi¨®s en Janis y John, una comedia hiperb¨®lica, exagerada, con tintes negros, triste y bastante loca, formalmente situada al borde del gran gui?ol, pero que funciona -y a r¨¢fagas lo hace muy bien- gracias a la presencia de la infortunada actriz, que devora cuanto la rodea en la pantalla y convierte un filme de gran reparto casi en un mon¨®logo.

No es que sus eminentes colegas -Sergi L¨®pez, Christopher Lambert, Fran?ois Cluzet, Jean-Louis Trintignant y Amparo Soler Leal, que bordan sus personajes y son todos ellos c¨®micos muy expertos- hagan mal o medianamente su trabajo y esto permita a Marie lucirse por contraste con ellos. Al contrario, todos en esta pel¨ªcula act¨²an muy bien, conforman un reparto s¨®lido y bien engarzado, y es precisamente esto lo que da la verdadera medida de la fuerza de arrastre con que la actriz filma aqu¨ª su canto de cisne: esta preciosa r¨¦plica suya a la legendaria cantante americana Janis Joplin, que tambi¨¦n fue una mujer infortunada. El proceso de conversi¨®n de Marie en Janis es una escalada c¨®mica hecha con tan notable finura y tanta sabidur¨ªa que sit¨²a a la actriz francesa en el ramillete de las glorias de su oficio.

La pel¨ªcula est¨¢ construida aposta en el borde del disparate, pero se sostiene con firmeza sin caer nunca en ¨¦l. Se ve bien, tiene ligereza y agilidad, expulsa gracia, se agradece su extra?a y singular secuencia y cumple a las mil maravillas una bella funci¨®n l¨²dica y nost¨¢lgica adem¨¢s de ser indicio de un sistema de producci¨®n cinematogr¨¢fica muy vivo y rico, como el franc¨¦s, que se permite este tipo de lujos, de juegos y de extravagancias. Pero esta ¨²ltima presencia de Marie Trintignant delante de las c¨¢maras se escapa de la pantalla y alcanza una escala de valores sin fronteras: secuestra, emociona, cautiva. No bastan para describirla los t¨¦rminos del oficio: va m¨¢s all¨¢ de ellos. Porque nace y muere en esta pel¨ªcula menor una actriz mayor y tr¨¢gicamente irrepetible.

El juego de gran gui?ol y la riada de desmelenamientos que arrastra a los cuatro protagonistas de Janis y John adquiere cordura y se serena incluso cuando Marie Trintignant toma, hacia la mitad de la pel¨ªcula, las riendas de la trama y la torpe imitadora de Janis Joplin comienza a convertirse en otra Janis Joplin. El desparpajo con que la actriz, escoltada por todo lo alto por Sergi L¨®pez -mejor actor franc¨¦s que espa?ol-, Christopher Lambert -que hace una deliciosa parodia del rockero varado en el tiempo- y Fran?ois Cluzet -que clava un John Lennon imposible-, es inolvidable y da idea del diamante en bruto que ha perdido el cine con su muerte.