Fiesta y lamento
Es imposible estarse quieto ante la avalancha musical que Amparanoia despliega en directo. No parec¨ªa una sala rigurosa de c¨®modas butacas; m¨¢s bien, la plaza de un pueblo en d¨ªa de baile y fiesta mayor. Dos canciones tard¨® Amparo S¨¢nchez en pasar de la melancol¨ªa de las violas y trompetas de eco gitano balc¨¢nico a las fanfarrias y el jaleo del ska, la rumba, M¨¦xico, el rock y Cuba.
Un carromato que con s¨®lo seis artistas celebra una fiesta all¨¢ donde va, que canta con alegr¨ªa, con abrasiva trompeta y fiscorno, guitarra sugerente, bajo implacable, percusi¨®n contagiosa, viola y viol¨ªn enigm¨¢ticos, y esa voz de negrona c¨¢lida que s¨®lo Amparo sabe sacar. Alegr¨ªa para cantar las penas del mundo.
Amparanoia, en el ciclo Ac¨²sticas
M¨²sicas al desnudo. Centro Cultural de la Villa. Madrid, 9 de junio.
Nadie pudo volver a sentarse en todo el concierto. Y el compromiso de Amparo es cre¨ªble, cuando en mitad del fragor del baile y el desmelene, sigue afirmando que otro mundo mejor es posible. Por ello ha titulado su disco recopilatorio Rebeld¨ªa con alegr¨ªa.
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