Deco, v¨ªctima del vestuario

V¨ªctima del vestuario, el Mago Deco comenzar¨¢ la Eurocopa en el banquillo. No es que no haya hecho m¨¦ritos para ser titular: fue el mejor jugador de la pasada Liga de Campeones, que conquist¨® con el Oporto. Pero el seleccionador, Luiz Felipe Scolari, no quiere romper el equilibrio de egos de su equipo esta tarde en el deb¨² de la anfitriona ante Grecia. Evita que se enfaden Rui Costa y Figo. Pretende tener de su lado a dos de los pesos pesados de Portugal en los ¨²ltimos 10 a?os. Los necesita para ganar el torneo, del mismo modo que necesit¨® a las estrellas brasile?as para proclamarse campe¨®n del mundo en Corea y Jap¨®n 2002. Por lo mismo, Scolari dejar¨¢ hoy sentado a Carvalho, uno de los centrales m¨¢s en forma de Europa, en beneficio de Couto, verdadero jefe del camerino portugu¨¦s.

Ven en ¨¦l a un intruso, un brasile?o que se col¨® de rond¨®n tras nacionalizarse en 2003

Figo y Rui Costa ven en Deco a un intruso. Un brasile?o que se col¨® de rond¨®n en la selecci¨®n despu¨¦s de haberse nacionalizado portugu¨¦s en 2003. Un cuerpo extra?o que lleg¨® a la cima de repente, sin el largo tr¨¢nsito que ellos llevaron desde la triunfal ¨¦poca de juveniles. "Yo he vivido la formaci¨®n y s¨¦ lo que me ha costado llegar. Son opciones que desvirt¨²an el esp¨ªritu de la selecci¨®n y no estoy de acuerdo", dijo Figo en una reciente entrevista con EL PA?S que un periodista portugu¨¦s le record¨® ayer. A lo que respondi¨®: "Mi opini¨®n no cambia de un a?o para otro. Y no cambiar¨¢ dentro de dos a?os". En la misma l¨ªnea est¨¢ Rui Costa, el media punta del Milan, de 32 a?os, oscurecido este curso por la irrupci¨®n de Kak¨¢. "Lo bonito de esta selecci¨®n", ha dicho Rui Costa, "es que hay dos generaciones que conviven muy bien: por una parte somos Figo, Couto, Pauleta y yo; y, por otra, los j¨®venes que est¨¢n creciendo y aprendiendo". Ni rastro de Deco. Compiten por el mismo puesto porque Scolari apuesta por dos medios defensivos (Costinha y Maniche), dos extremos (Figo y Sim?o) y un media punta que enganche con el delantero Pauleta. O Deco o Rui Costa. El entrenador prev¨¦ dar paso a Deco a medida que avance el campeonato. A punto de cumplir 27 a?os, no deja de ser un reci¨¦n llegado a la sele?ao. Debut¨® precisamente ante su pa¨ªs de origen y marc¨® el gol decisivo en la primera victoria lusa sobre la canarinha desde el Mundial del 66. Ha sido 11 veces internacional y, aunque su temperamento es muy fuerte, ha preferido mantenerse en silencio porque sabe que la situaci¨®n es compleja.

Lleg¨® a Portugal con 19 a?os procedente de un Segunda brasile?o, el Corinthians Alaboano. Lo descubri¨® el Benfica. Lo cedi¨® a su filial, el Alverca, pero dej¨® cabos sueltos en el contrato, y se aprovech¨® el Salgueiro, un peque?o club de Oporto, para ficharlo. Detr¨¢s estaba el Oporto de verdad, que lo incorpor¨® poco despu¨¦s por una cantidad m¨ªnima. All¨ª encontr¨® a Mourinho y el resto ya se conoce: dos veces campe¨®n de Liga, una de la Copa de la UEFA, otra de la Liga de Campeones... Excelente lanzador de faltas, fue bautizado como el acelerador de part¨ªculas, por su capacidad para revolucionar los partidos. Fue el toque de fantas¨ªa que le a?adi¨® Mourinho a su conjunto de acero. Ahora el Oporto est¨¢ a punto de cerrar su negocio redondo vendi¨¦ndolo por 20 millones al Chelsea.

Es una inc¨®gnita c¨®mo recibir¨¢ el p¨²blico de Oporto esta tarde a Scolari. M¨¢s que por las suplencias de Deco y Carvalho, est¨¢ que trina por la ausencia de su portero V¨ªtor Ba¨ªa. La decisi¨®n de Scolari sigue abierta a interpretaciones. Una apunta a que alguien le cont¨® que Ba¨ªa y Figo envenenaban el ambiente del equipo. Y ya se sabe que para el entrenador brasile?o lo principal es la uni¨®n del grupo: las leyes del vestuario.