Honramos nuestros compromisos
El tiempo corre r¨¢pido. Hace cinco a?os, en octubre de 1999, Portugal fue reconocido -por la UEFA- por la credibilidad de la candidatura presentada. El pa¨ªs se involucr¨® -todos nos acordamos- en ese proyecto y, durante casi un a?o, los responsables de nuestra candidatura han tenido la oportunidad de presentar argumentos y proyectos, pero sobre todo de evidenciar una enorme voluntad nacional de organizar la Eurocopa 2004.
Cinco a?os despu¨¦s, Portugal, que tuvo la responsabilidad de acoger este encuentro europeo, ha realizado los esfuerzos a que se hab¨ªa comprometido. Nunca he tenido dudas de que as¨ª ser¨ªa. La Eurocopa 2004 se ha transformado en un proyecto verdaderamente nacional y movilizador de las voluntades. Honramos nuestros compromisos y las responsabilidades del proyecto que abrazamos.
El campeonato europeo de f¨²tbol va a ser contemplado por millones de personas en todo el mundo. En varias ciudades portuguesas, Europa se re¨²ne en la gran fiesta de un deporte que, m¨¢s que cualquier otro, arrastra multitudes, moviliza entusiasmos, multiplica expectativas, alegr¨ªas o decepciones. Durante algunas semanas, las selecciones nacionales oriundas de diversos puntos de esta Europa que nos une, demostrar¨¢n su valor en una disputa abierta y de alta exigencia ¨¦tica y profesional. Al espacio pol¨ªtico de una construcci¨®n europea que acaba de cumplir una ampliaci¨®n hist¨®rica se sucede un espacio deportivo constituido por los Estados miembros de la Uni¨®n Europea, candidatos a la adhesi¨®n y pa¨ªses con los cuales existe una relaci¨®n naturalmente prioritaria.
En el momento en que la violencia de los conflictos y los actos terroristas contin¨²an sacudiendo pa¨ªses y continentes, esta fiesta del f¨²tbol y el ambiente en que se va a desarollar, ser¨¢n una buena oportunidad para recordar la adhesi¨®n y los principios que han norteado el rumbo europeo -la libertad, la democracia, el respeto por los Derechos Humanos- que al final han permitido reunir en Europa, que el siglo pasado dividiera, en la disputa franca y generosa por el ¨¦xito deportivo.
Siempre he visto la Eurocopa 2004 como una oportunidad para la promoci¨®n y modernizaci¨®n de todo el deporte en Portugal, y no s¨®lo del f¨²tbol. La gran inversi¨®n hecha recalificando estructuras y creando nuevos equipamientos, es un serio desaf¨ªo a nuestra capacidad para garantizar su rentabilizaci¨®n sustentada. Tenemos tambi¨¦n que mirar seriamente para nuestro deporte joven, promoviendo, aumentando el acceso de todos a la pr¨¢ctica deportiva y apostando en la formaci¨®n.
Hemos hecho un largo camino desde hace cinco a?os para llegar hasta aqu¨ª. Pero es bueno no olvidar que la alegr¨ªa por lo que est¨¢ hecho s¨®lo aumenta nuestra responsabilidad por las condiciones que tenemos que proporcionar a los equipos y al p¨²blico para que la Eurocopa 2004 discurra en un ambiente de normalidad, de civismo y de fiesta, garantizado as¨ª su pleno ¨¦xito.
A pocas horas del inicio de la Eurocopa 2004, quiero dejar unas palabras de est¨ªmulo a la selecci¨®n portuguesa. Conozco a todos los jugadores, s¨¦ lo que son capaces de hacer y, por eso, estoy esperanzado en su exitoso camino. Pero mis 64 a?os y los muchos campeonatos del mundo y de Europa que he visto, me obligan a ser realista. Tenemos entre nosotros las mejores selecciones del viejo continente. Jugar en casa es una ventaja pero conlleva simult¨¢neamente una presi¨®n y una responsabilidad mayores. Por eso, no puedo ni debo contribuir con ninguna especie de presi¨®n adicional. Ya la tenemos suficiente. Conf¨ªo en el profesionalismo y en el talento de nuestros jugadores. ?Vamos a dejarles hacer lo que ellos tan bien saben hacer!
En nombre de Portugal quiero saludar a todas las selecciones presentes en el campeonato. Nos gusta tenerlos entre nosotros y esperemos que lo pasen bien. Extiendo este saludo a sus seguidores. ?Todos nosotros tenemos la responsabilidad de hacer de esta fiesta una gran manifestaci¨®n de tolerancia y deportividad!
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.