Teloneros de serie B
Croacia y Suiza protagonizan el primer petardazo con un empate sin goles ni juego, pero lleno de codazos y malos modos
Primer petardazo. La Eurocopa, en cada edici¨®n, reclama tambi¨¦n sus candidatos a la cuchara de madera y ayer Croacia y Suiza se confirmaron como serios aspirantes a ella. Cabe la posibilidad de que todav¨ªa alguna selecci¨®n las iguale, pero dif¨ªcilmente las aventajar¨¢. Lo mismo se tiene que resolver por sorteo, aunque, a decir verdad, Croacia hizo mas m¨¦ritos para el t¨ªtulo, ya que jug¨® pr¨¢cticamente toda la mitad del partido en superioridad num¨¦rica por la expulsi¨®n de Vogel, un inexperto a pesar de tener 27 a?os y jugar en el PSV Eindhoven. La cuchara de madera no s¨®lo premiar¨ªa su mal juego, su falta de ideas, de criterio, de inteligencia, de estilo, sino su aproximaci¨®n descarada al rugby, deporte con el que rivalizaron a juzgar por la suma de codazos y placajes que se sucedieron durante los 90 minutos, como ¨²nico motivo de entretenimiento popular.
Suiza pudo defender la igualada a pesar de estar en inferioridad n¨²merica la mitad del partido
Croacia aline¨® cinco jugadores de al menos 30 a?os escenificando su crisis
Ya se sab¨ªa que la selecci¨®n croata ideada, es un decir, por Otto Baric se distingu¨ªa por su bravura y su tendencia a jugar al l¨ªmite de la legalidad. Y que la selecci¨®n suiza organizada, eso s¨ª, por Jakob Khun tambi¨¦n se alegra de la pelea. As¨ª que en cada salto ca¨ªa un tipo al suelo, agarr¨¢ndose la cabeza y otro se le ven¨ªa encima propulsado por alg¨²n empuj¨®n tard¨ªo. Y todo as¨ª.
Nada queda ya de aquellos croatas liderados por gente como Prosinecki o Boban y de la Suiza que alguna vez fue algo s¨®lo resta el icono de un avejentado Chapuissat, inmediatamente sacrificado por el t¨¦cnico cuando fue expulsado Vogel. Croacia se ha hecho vieja -cinco de sus titulares tienen 30 o m¨¢s a?os- y los jovenes talentos, adem¨¢s de escasear, no parecen contar mucho para un seleccionador brav¨ªo. Suiza, algo m¨¢s joven, s¨®lo aline¨® un futbolista, Frei, el mejor por cierto, por debajo de los 26 a?os.
La crisis es rotunda. Tanto que Mornar, aquel delantero grandull¨®n que jug¨® en el Sevilla, actu¨® de extremo derecho, pegado a la banda, al modo de Joaqu¨ªn. No debe de haber m¨¢s en toda Croacia, aunque el hombre lucha y corre lo indecible. Los extremos estaban prohibidos. Nadie los ten¨ªa y ambos equipos prefer¨ªan amontonar centrocampistas fajadores. Tipos como Bjelica, que tambi¨¦n jug¨® en Espa?a, o Wicky, te¨®ricamente encargados de la distribuci¨®n del producto, se dieron cuenta bien pronto de que no hab¨ªa producto y desaparecieron, caso del croata, o se pusieron el buzo, caso del suizo.
El f¨²tbol sin extremos, el f¨²tbol de atascos permanentes, produce pocas ocasiones de gol que no sean fruto de un rebote o un despiste. La m¨¢s importante que fueron capaces de producir fue un patatazo de Croacia desde su defensa que el veterano Stiel, con su aspecto de forajido secundario en un western cl¨¢sico, se trag¨® en un salto rid¨ªculo, corri¨® hacia su porter¨ªa despavorido, se lanz¨® al suelo, cogi¨® el bal¨®n cerca de la raya, se le escap¨® de las manos y lo atrap¨® de nuevo, con la cabeza, en plena broma. El jugador croata m¨¢s cercano estaba a m¨¢s de 30 metros. Quiz¨¢ fue la mejor escenificaci¨®n de un partido cosido a codazos y encontronazos, rudo y apestoso. Una broma de mal gusto con alg¨²n que otro remate de cabeza, con una pelea formidable de Frei contra tres y cuatro defensas que gan¨® en muchas ocasiones, aunque siempre para nada porque nunca ten¨ªa compa?¨ªa alguna. En Croacia apenas se agradec¨ªa el coraje de Kovac por todo el campo, tan entregado como desordenado, pero al menos presente. Se esperaba una resurrecci¨®n con la entrada de Rapajic, el veterano extremo caracterizado por sus centros enroscados, ideales para los grandullones croatas. Sac¨® un par de ellos que nadie alcanz¨® y decidi¨® borrarse. A Prso y Sokota, dos ¨ªdolos, se les cay¨® la peana y a¨²n se les busca por el estadio de Liria. Su fama es superior a sus cualidades. Y todo antes del esperado Francia-Inglaterra de un desigual Grupo B. Ayer actuaron dos teloneros de serie B y los revendedores perdieron dinero: vend¨ªan los billetes cuatro veces m¨¢s baratos que en la taquilla. Quiz¨¢s a¨²n caros para tan malas versiones de viejos temas.
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