Blair: "Ser¨ªa una gran locura retirarse de la UE"

Tony Blair aprovech¨® ayer que ya han pasado las elecciones europeas y que parecen resueltas las grandes objeciones brit¨¢nicas a la Constituci¨®n europea en v¨ªsperas de la negociaci¨®n final, para lanzar uno de sus t¨ªpicos c¨¢nticos europe¨ªstas. Agazapado durante semanas para que su pol¨¦mica figura no restara votos al laborismo, propiciando as¨ª el auge del UKIP, el partido que promueve la retirada brit¨¢nica de la UE, ayer por fin sali¨® al paso de los euroesc¨¦pticos. "Ser¨ªa una extraordinaria locura" abandonar Europa, dijo en su habitual conferencia de prensa mensual. El primer ministro compareci¨® por primera vez en p¨²blico desde el doble varapalo electoral que los laboristas recibieron la pasada semana en las elecciones municipales y europeas.

El desastre de los laboristas apenas ha sido maquillado por el igualmente desolador papel de la oposici¨®n conservadora en estas ¨²ltimas elecciones. Blair lanz¨® un doble mensaje: s¨ª a Europa y no a un cambio de rumbo en la gesti¨®n de su Gobierno. "No quiero menospreciar a la gente que ha votado, sea cual sea el partido. Pero uno tiene que luchar por aquello en lo que cree. Y creo que ser¨ªa un acto de extraordinaria locura para nosotros si este pa¨ªs se retirara a principios del siglo XXI de la mayor alianza pol¨ªtica del mundo y del mayor mercado econ¨®mico, justo ah¨ª, a un paso", dijo intentando responder as¨ª a los 2,6 millones de brit¨¢nicos que han votado por el UKIP.

"Lo que no voy a hacer es situar al Reino Unido en la periferia de Europa. Es de nuestro inter¨¦s esencial estar en el coraz¨®n de Europa en t¨¦rminos de empleo, de comercio y de influencia pol¨ªtica. Sean cuales sean los problemas y dificultades con Europa, la respuesta es marcar nuestro camino en Europa para promover la reforma y el cambio, desde luego no la renegociaci¨®n o la retirada", coment¨® tambi¨¦n, descartando no s¨®lo la posici¨®n aislacionista del UKIP sino la esencia de la pol¨ªtica tory sobre Europa, que reposa ahora en el lema de que cuando lleguen a Downing Street forzar¨¢n la renegociaci¨®n de las condiciones de adhesi¨®n del Reino Unido.

Las palabras de Blair no carecieron de oportunismo. Pronunciadas en v¨ªsperas del tramo final de la negociaci¨®n constitucional en un momento en el que los dem¨¢s socios se disponen a aceptar pr¨¢cticamente todas las exigencias brit¨¢nicas, el primer ministro pareci¨® empezar a vender al p¨²blico las bondades de ese futuro acuerdo. No ser¨ªa nada fuera de lo com¨²n si eso no coincidiera con su estrepitoso silencio en la campa?a electoral, criticado por los medios m¨¢s proeuropeos. Un silencio t¨¢ctico que pareci¨® tener el doble objetivo de no ponerse en primer plano para no azuzar el voto de protesta entre los votantes que se opon¨ªan a la guerra de Irak y a la vez abrir paso al otro voto de protesta, al promovido por el UKIP, ante la convicci¨®n de que su auge ser¨ªa la gran desgracia de los conservadores.

No est¨¢ claro que esa estrategia haya dado frutos, m¨¢s all¨¢ de situar en el centro de la pol¨ªtica a un partido rabiosamente nacionalista y antieuropeo que promueve, por ejemplo, acabar con la libre circulaci¨®n de trabajadores en el mercado interior comunitario. Una encuesta de ICM para The Guardian revelaba ayer que todos los partidos se han visto perjudicados por el UKIP: el 45% de sus votantes antes votaban conservador, el 20% laborista, el 11% liberales-dem¨®cratas, el 5% a otros partidos y un 15% se absten¨ªan. Uno de cuatro votantes del UKIP lo seguir¨¢ haciendo en futuras elecciones.

Laboristas y conservadores intentan pasar cuanto antes la maroma de estas elecciones y centrar el debate en la pol¨ªtica interna. Un esfuerzo bald¨ªo durante las pr¨®ximas semanas en v¨ªspera de la negociaci¨®n final de la Constituci¨®n europea y la transferencia de poder en Irak. "Irak ha dominado la agenda durante meses, enmascarando el progreso en educaci¨®n, en seguridad ciudadana, en sanidad. Pero el progreso es real", manifest¨® Blair.