Charisteas, el m¨²sico goleador
Angelos Charisteas, de 24 a?os es un 9 cl¨¢sico con hambre de gol. Ayer anot¨® a Iker Casillas en su lista de damnificados, pero el pasado octubre se cobr¨® una v¨ªctima inesperada. El portero del Werder Bremen, Timo Hildebrand, llevaba 885 minutos imbatido cuando recibi¨® un gol en el Wesenstadium. El culpable fue Charisteas, su compa?ero de equipo, en una desafortunada acci¨®n. El delantero griego hab¨ªa fichado por este equipo alem¨¢n, anteriormente entrenado precisamente por Otto Rehhagel, en la temporada 2002-03, tras valorar distintas ofertas. La raz¨®n era evidente: tres millones de euros convirtieron su traspaso del Aris de Sal¨®nica en el m¨¢s caro de la historia del f¨²tbol griego.
Ten¨ªa Charisteas 22 a?os, lo que le convert¨ªa en un futbolista apetecible que, adem¨¢s, destacaba por su precocidad. Debut¨® con la selecci¨®n absoluta cuando a¨²n militaba en la sub 21 y est¨¢ claro que el gol le persigue como una sombra. Lo mismo que bati¨® a su compa?ero Hildebrand necesit¨® s¨®lo dos minutos para marcar su primer gol con Grecia (3-3, ante Rusia).
No cabe duda que este grandull¨®n -1,90 metros y 82 kilos- es un hombre r¨¦cord que, adem¨¢s, quema etapas so?adas con una facilidad pasmosa. Si todo el mundo sue?a con marcar en Old Trafford, Charisteas lo consigui¨® con 19 a?os en el partido que enfrent¨® a Grecia con Inglaterra.
Demasiadas credenciales para que este joven nacido en Serres durase mucho en el f¨²tbol griego, sumido en una crisis econ¨®mica y de resultados. Tras haberse curtido en distintos equipos menores, regres¨® al Aris y de ah¨ª cogi¨® rumbo a Alemania recomendado por su seleccionador.
Un delantero desconocido es siempre recibido en un club grande con una doble mirada: con expectaci¨®n y duda. Pero Charisteas pudo sentir el cari?o de la afici¨®n alemana cuando marc¨® su primer gol, de los nueve que consigui¨® en la Liga alemana, con el Werder. Los seguidores lo celebraron bailando un sirtaki en las gradas que conmovi¨® al joven delantero. En un breve cuestionario recogido en la web del equipo alem¨¢n, Charisteas reconoce que "los dos momentos m¨¢s emotivos" en su carrera han sido "el gol en Old Trafford y el sirtaki de la afici¨®n germana".
Alegr¨ªa por partida doble porque a este futbolista de aspecto rudo, le apasiona la m¨²sica -de hecho, su profesi¨®n so?ada era la de m¨²sico, seg¨²n reconoce-, en la que demuestra una notable sensibilidad por el buzuki, un la¨²d ar¨¢bigo muy utilizado tambi¨¦n en el folclore irland¨¦s.
Pero su trabajo es el gol, que le ha convertido en un ¨ªdolo en Grecia, especialmente a ra¨ªz de los tantos decisivos logrados en la fase de clasificaci¨®n contra Ucrania e Irlanda del Norte (dos). Curtido en el f¨²tbol alem¨¢n, no es extra?o que Rehhagel le haya concedido el puesto de delantero centro en detrimento de Nikolaidis. Ayer tuvo una ocasi¨®n y la aprovech¨®. A¨²n no ha saciado su hambre de gol.
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