500 estafados por un hombre que vend¨ªa pisos de protecci¨®n oficial inexistentes
Las v¨ªctimas abonaron en total 900.000 euros por casas ficticias en Arganzuela y Tetu¨¢n
Unas 500 personas han sido v¨ªctimas de una inmobiliaria que les ofertaba pisos de protecci¨®n oficial (VPO) a precios reducidos. El supuesto estafador, David S. A. H., de 32 a?os, ped¨ªa cantidades que iban de 400 a 37.000 euros, en funci¨®n del n¨²mero de casas y de plazas de garaje que solicitaba cada v¨ªctima. El presunto timador ha sido detenido por agentes de la comisar¨ªa de Arganzuela, que han recibido hasta la fecha 70 denuncias, aunque ¨¦stas aumentan d¨ªa a d¨ªa.La suma abonada por los perjudicados podr¨ªa ascender a 900.000 euros.
J¨®venes que buscaban emanciparse, novios que estaban preparando su boda y matrimonios que quer¨ªan adquirir una vivienda mejor han sido los perjudicados. Las investigaciones comenzaron tras una denuncia de los responsables de la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV), sita en la calle de Palos de la Frontera. Este organismo recibi¨® bastantes llamadas de personas que preguntaban por la entrega de sus pisos. Cuando comprobaban si hab¨ªa alg¨²n expediente a nombre de los interesados, la respuesta de la EMV era siempre negativa. Los agentes del M¨®dulo Integral de Proximidad (MIP) I contactaron con los afectados, lo que permiti¨® esclarecer que las supuestas estafas comenzaron en abril de 2003, cuando David S. A. empez¨® a vender esos pisos.
El reclamo que utilizaba el supuesto autor de la estafa era que hab¨ªa conseguido unos pisos de protecci¨®n oficial y que necesitaba venderlos con la mayor rapidez posible porque, en caso contrario, perder¨ªa los descuentos y el precio tan favorable que hab¨ªa conseguido. Las viviendas se encontraban en tres zonas diferentes: la calle de Canarias y de Juan Mart¨ªn El Empecinado, ambas en el distrito de Arganzuela, y en la avenida de Asturias, en Tetu¨¢n. Fuentes de la EMV se?alaron que en esas calles no ha construido ning¨²n piso ni est¨¢ previsto edificarlo.
En estos casos de supuesta estafa funcionaba sobre todo el boca a boca. El presunto estafador se dirigi¨® en alguna ocasi¨®n a alguna inmobiliaria de la competencia, a cuyos due?os les ofert¨® tres o cuatro pisos de protecci¨®n oficial que ten¨ªa que vender con rapidez. Otras veces lo hac¨ªa a trav¨¦s de conocidos o incluso de conversaciones informales en un bar. Algunas v¨ªctimas le llamaban cuando te¨®ricamente ya hab¨ªan finalizado esas supuestas ofertas, y le preguntaban si a¨²n le quedaba alg¨²n piso. En s¨®lo dos o tres horas, David S. A. H. citaba a la v¨ªctima en su oficina y le informaba de que hab¨ªa conseguido otros pisos y que, si conoc¨ªa a alguien m¨¢s interesado, que se pusiera en contacto con ¨¦l.
Un Mercedes alquilado
El arrojo del supuesto estafador lleg¨® incluso a citar a los compradores en los edificios en los que supuestamente tendr¨ªan sus viviendas. Para la puesta en escena, alquil¨® un Mercedes con ch¨®fer y se hizo acompa?ar de dos guardaespaldas. Unas veces llamaba a sus v¨ªctimas por sus nombres y les entregaba unas llaves. Otras recib¨ªa t¨¢cticamente una llamada a su tel¨¦fono m¨®vil y comenzaba a hablar. Instantes despu¨¦s, colgaba y se marchaba argumentado que ten¨ªa una reuni¨®n urgente con alg¨²n concejal o con los directivos de la EMV.
La sorpresa llegaba despu¨¦s, cuando los compradores, ilusionados por su adquisici¨®n, comprobaban que las llaves no serv¨ªan para abrir las viviendas. David S. A. H. siempre argumentaba que se trataba de una entrega de llaves simb¨®lica y que la real se hab¨ªa retrasado por motivos diferentes. Primero fueron los atentados terroristas del 11 de marzo, que supusieron la paralizaci¨®n de toda actividad de la Administraci¨®n. Despu¨¦s, el enlace entre el Pr¨ªncipe de Asturias y su prometida, Letizia Ortiz. La ¨²ltima, las elecciones europeas.
Cuando los compradores le presionaban por el retraso, ¨¦ste lograba convencerles. De hecho, falsific¨® una carta de la EMV en la que le explicaban que los pisos de marras iban a ser entregados en breve y que la decisi¨®n de dimitir que ¨¦l hab¨ªa planteado ante la demora resultaba injustificada. La polic¨ªa comprob¨® despu¨¦s que falsific¨® el membrete en la carta y lo coloc¨® en el centro del escrito. En las comunicaciones de la EMV, el membrete siempre est¨¢ colocado a la izquierda de la hoja. Otra t¨¢ctica para convencer a los incr¨¦dulos consist¨ªa en llevarles a cenar a un lujoso restaurante.
El dinero que ten¨ªan que entregar los futuros compradores oscilaba entre los 400 y los 37.000 euros, aunque las cantidades m¨¢s frecuentes eran de unos 4.000 euros. La cantidad m¨¢s alta corresponde a una inmobiliaria que estaba interesada en adquirir un piso y 18 plazas de garaje. Para iniciar los tr¨¢mites, les ped¨ªa la misma documentaci¨®n que la EMV, como certificado de empadronamiento, fotocopias del DNI de los interesados, fotocopia del libro de familia...
Los agentes del MIP I de Arganzuela localizaron a David S. A. H. cuando entraba en el domicilio de su madre, donde reside, en la ronda de Valencia. Al entrar en su inmobiliaria, comprobaron que ten¨ªa m¨²ltiples listados escritos a mano en los que s¨®lo constaba el nombre del supuesto comprador y un n¨²mero de tel¨¦fono m¨®vil. Los investigadores cruzaron todos los listados y comprobaron que el n¨²mero de afectados ascend¨ªa en ese momento a 176 compradores. Sin embargo, el embrollo era mucho mayor. All¨ª s¨®lo constaba parte de los supuestos estafados, ya que el resto, hasta 500, hab¨ªan contactado con David S. A. H. a trav¨¦s de ¨¦stos.
Los polic¨ªas tambi¨¦n detuvieron a un supuesto compinche, Juan Antonio S. G., de 45 a?os. ?ste, que est¨¢ en libertad con cargos, igual que David S. A. H., fue acusado de presentar al principal imputado a diversos clientes y de recaudar dinero para ¨¦l.
Los investigadores est¨¢n llamando uno por uno a todos los afectados para cuantificar el montante de la supuesta estafa. Con las primeras 70 denuncias, ascend¨ªa ya a unos 150.000 euros, por lo que esta cantidad podr¨ªa hasta multiplicarse por seis.
David S. A. H. asegur¨® ayer a este peri¨®dico que ¨¦l era "otro afectado" por una serie de personas que le involucraron en este negocio. "He devuelto todas las cantidades de mi dinero, y todo el mundo ha retirado las denuncias porque se han dado cuenta de que he dado la cara", a?adi¨®.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.