El opio sigue imparable en Afganist¨¢n
Karzai no est¨¢ en condiciones de enfrentarse a quienes controlan la droga
En la carretera de Taloqan a Kunduz, un campesino gu¨ªa dos burros cargados de amapolas de opio. No es una imagen inusual en Afganist¨¢n, el mayor productor de opio del mundo. Un 7% de su poblaci¨®n vive directamente del cultivo de esa droga, que este a?o va a alcanzar r¨¦cords hist¨®ricos, seg¨²n la ONU. Su zar antidroga, el italiano Antonio Maria Costa, ha subrayado, durante una reciente gira por la regi¨®n, que "hace falta m¨¢s que una campa?a antinarc¨®ticos para luchar contra esa plaga". Su pr¨®xima batalla: la corrupci¨®n.
"Es necesario combatir desde la pobreza hasta la corrupci¨®n", explica Costa a sus interlocutores. "La corrupci¨®n est¨¢ extendida y act¨²a como lubricante para el tr¨¢fico (de drogas) y las actividades ilegales como el lavado de dinero", apunta, convencido de que la lucha contra la corrupci¨®n es el primer paso en esta tarea herc¨²lea que llevar¨¢ al menos una generaci¨®n. El director ejecutivo de la Oficina de la ONU para las Drogas y el Crimen (UNODC) trata de conseguir la ayuda de la Comisi¨®n Europea para financiar un programa anticorrupci¨®n en Afganist¨¢n y el resto de las rep¨²blicas centroasi¨¢ticas.
El cultivo de narc¨®ticos origina el 52% del producto interior bruto del pa¨ªs asi¨¢tico
Los campesinos afganos est¨¢n terminando de recoger la cosecha de opio, que este a?o se espera que supere el r¨¦cord de 1999, cuando se alcanzaron las 4.565 toneladas. De acuerdo con sendos estudios preliminares de la ONU y el Departamento de Estado norteamericano, se han cultivado 122.000 hect¨¢reas, el doble que en 2003. Entonces se recolectaron 3.600 toneladas, el 77% de toda la producci¨®n del mundo. En la presente temporada, se calcula que la producci¨®n va a aumentar un 30%.
La cosecha del a?o pasado gener¨® unos beneficios de 1.000 millones de d¨®lares a los 1,7 millones de afganos directamente vinculados con su cultivo, y 1.300 millones a los traficantes que, una vez convertido en pasta de hero¨ªna, lo sacan del pa¨ªs. El opio afgano proporciona el 90% de la hero¨ªna que se consume en Europa. Tales ganancias suponen el 52% del producto interior bruto de Afganist¨¢n, lo que da una idea de la dificultad de sustituir el producto por cultivos alternativos. El trigo, por ejemplo, proporciona 30 veces menos de ingresos a los campesinos.
Todas las fuentes consultadas coinciden en que est¨¢n fallando los esfuerzos para hacer frente al incremento en la producci¨®n y tr¨¢fico de drogas. Los afganos no tienen ni los recursos ni la mano de obra necesaria para luchar contra esa proliferaci¨®n. El plan del Gobierno para erradicar el 25% de los cultivos en tres distritos de cada provincia es tachado de "chiste" por los expertos. La realidad es que, en v¨ªsperas electorales, el presidente Hamid Karzai no est¨¢ en condiciones de enfrentarse a los se?ores de la guerra, que son los que en buena medida controlan el negocio de la droga.
"Algunos administradores provinciales y comandantes militares se llevan una buena parte de ese bot¨ªn", asegura el informe anual de la ONU. "Cuanto m¨¢s se acostumbren, ser¨¢ menos probable que respeten la ley, sean leales a Kabul y apoyen la econom¨ªa legal", a?ade. Lo que es m¨¢s grave si cabe, hay informaciones de los servicios de espionaje que apuntan a una desviaci¨®n de fondos de la droga para financiar el terrorismo. "Asistimos a una interacci¨®n perversa entre el tr¨¢fico y el terrorismo que implica tambi¨¦n a los campesinos", reconoci¨® Costa el pasado domingo al concluir su gira.
Preocupados, algunos diplom¨¢ticos europeos proponen que se desenmascare a los responsables, pero falta voluntad pol¨ªtica. "La econom¨ªa del opio continuar¨¢ creciendo mientras la producci¨®n de la droga y su tr¨¢fico no acarreen ning¨²n castigo o no existan incentivos para abandonarlos", se?ala Costa.
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