El cl¨¢sico m¨¢s apasionante

Si los duelos entre el Boca y el River siguen as¨ª, no hay coraz¨®n que resista. Ni siquiera el de los hinchas de otros equipos ?Qu¨¦ suspenso, se?ores! ?Cu¨¢nta pasi¨®n! El Boca es finalista por cuarta vez consecutiva de la Copa Libertadores de Am¨¦rica luego de eliminar a su hist¨®rico y cl¨¢sico rival, el River, en un partido que retuvo la emoci¨®n en la garganta de todo el pa¨ªs hasta el ¨²ltimo penalti de la serie de cinco para definir la clasificaci¨®n.

Boca hab¨ªa ganado hace una semana 1-0 en su campo, pero el pasado jueves perdi¨® 1-2. En la tanda de penaltis el portero Abbondanzieri detuvo el ¨²ltimo de la serie ejecutado por el joven delantero Maxi L¨®pez y Javier Villarreal convirti¨® a su vez el que le permite al Boca a por su cuarta copa de Libertadores en los ¨²ltimos cinco a?os. El pr¨®ximo mi¨¦rcoles, Boca enfrenta en Buenos Aires al Once Caldas y el mi¨¦rcoles siguiente se disputa el partido de vuelta en Colombia.

En el primer tiempo el Boca control¨® al River y conserv¨® el 1-0, la ventaja del primer partido. Antes de cumplirse el primer minuto de la segunda parte, el ¨¢rbitro expuls¨® al centrocampista colombiano Vargas, del Boca. Cinco minutos m¨¢s tarde, el River igual¨® la eliminatoria con un golazo de Luis Gonz¨¢lez. Once contra diez en el campo y con casi 40 minutos por jugar, todo era de River. Pero el Boca aguant¨®. A ocho minutos del final, el ¨¢rbitro expulso al delantero Sambueza, del River, por insultar al juez de l¨ªnea y en la misma jugada se lesion¨® el marcador Rojas. River ya hab¨ªa hechos los tres cambios, ahora eran diez del Boca contra nueve del River. Boca empat¨® a dos minutos del final con un gol de T¨¦vez, que festej¨® el gol con los brazos encogidos y movi¨¦ndolos como si fueran las alas de una gallina. El ¨¢rbitro consider¨® su actitud una "provocaci¨®n" a los hinchas del River -les llaman los gallinas- y le expuls¨®. Quedaron nueve contra nueve. River, ya desesperado, pas¨® a ganar nuevamente con un gol del juvenil defensa Nasuti en el minutos 94.

Los gritos que se sucedieron a cada gol estremec¨ªan a los barrios de Buenos Aires. Nadie parec¨ªa respirar cuando comenz¨® la tanda de penaltis. Los porteros no lograban detener el bal¨®n y los encargados de rematar no fallaban, ni siquiera los juveniles ?lvarez y Ledesma, designados por el entrenador del Boca, Carlos Bianchi, para hacerse cargo de la responsabilidad. Hasta que le toc¨® el quinto de la serie del River al delantero Maxi L¨®pez, 19 a?os, una de las figuras destacadas. El Pato Abbondanzieri detuvo el remate arroj¨¢ndose por primera vez hacia su izquierda y Villarreal convirti¨® en gol el ¨²ltimo penalti de Boca.

Javier Castrilli, Secretario de Seguridad Deportiva del ministerio de Justicia, orden¨® que los partidos se disputaran sin p¨²blico "visitante". Los clubes fueron autorizados a vender entradas s¨®lo a sus socios. Nunca antes hab¨ªa pasado algo as¨ª. Los hinchas estaban m¨¢s desconcertados que Ad¨¢n el d¨ªa de la madre.