Ramos y Andreas Prittwitz juntan vientos y cuerdas en un disco
El canario Jos¨¦ Antonio Ramos y el alem¨¢n Andreas Prittwitz llevan seis a?os trabajando juntos, pero hasta ahora no se hab¨ªan decidido a grabar un disco a d¨²o. Ramos es un virtuoso del timple, un instrumento de cuerdas aut¨®ctono canario, y Prittwitz, todo un especialista de los instrumentos de viento (saxos, flautas, clarinete). El disco que lleva sus nombres se presenta hoy en Madrid con un concierto en el Centro Cultural de la Villa.
Ya son cuatro los compactos que Prittwitz le ha producido a Ramos: Los cuatro gigantes, Puntales, Jeito y Para timple y piano, a d¨²o con el tambi¨¦n canario Polo Ort¨ª. "Hace dos a?os empezamos a hablar de hacer un disco juntos. La grabaci¨®n sali¨® muy fluida y nos ha encantado porque los dos le damos mucha importancia a la intuici¨®n", dice Prittwitz.
Andreas Prittwitz (M¨²nich, 1960), afincado en Espa?a desde 1978, domina saxos, flautas y clarinete; Jos¨¦ Antonio Ramos (Las Palmas de Gran Canaria, 1969) ha llevado el timple -peque?o instrumento de cuerdas de las islas Canarias emparentado con la guitarra barroca europea- a unas cotas de virtuosismo impensables. "Es un milagro lo que sale de esa guitarrita y esas manazas", dice Prittwitz. "Jos¨¦ Antonio asume muchos riesgos. No le asusta ning¨²n reto y es capaz de subirse a un escenario con los m¨¢s grandes m¨²sicos y dejarles boquiabiertos".
Recuperar el timple
Adem¨¢s de trabajar como productor discogr¨¢fico y en publicidad y documentales, a Prittwitz se le puede ver acompa?ando a Ana Bel¨¦n y V¨ªctor Manuel, Joaqu¨ªn Sabina, Aute, Miguel R¨ªos o Serrat. Ramos, que toca otros instrumentos de cuerda como el cavaquinho, el charango o el cuatro venezolano, ha contribuido a recuperar el timple en una labor en la que no conviene olvidar a Benito Cabrera y Domingo Rodr¨ªguez El Colorao. Ya ha tocado con Carlos N¨²?ez, Kepa Junkera, Javier Ruibal, The Chieftains o Bela Fleck.
El disco tiene seis composiciones de cada uno "y una pieza de Javier L¨®pez de Guere?a situada de forma estrat¨¦gica, que yo ya hab¨ªa grabado en un disco anterior, pero con un resultado que no me hab¨ªa dejado satisfecho", dice Prittwitz. "La 'y' que une nuestros nombres en la portada ha ido creciendo tanto, por cuestiones de dise?o, que casi parece el t¨ªtulo del disco, y da que pensar, pero en realidad no tiene t¨ªtulo espec¨ªfico".
La dif¨ªcil apuesta de vender m¨²sica instrumental. "Aunque como el mercado discogr¨¢fico est¨¢ en las ¨²ltimas, da la sensaci¨®n de que lo nuestro va creciendo. La gente se est¨¢ cansando de o¨ªr siempre el mismo formato de canci¨®n con estribillo. A la m¨²sica instrumental se le ha colocado una etiqueta de dif¨ªcil de o¨ªr completamente falsa", asegura Prittwitz, que en 1998 cre¨® un sello que ya ha llegado a las 35 referencias. "Para abrir puertas a los m¨²sicos con proyectos interesantes a los que no hac¨ªan ni caso en las grandes compa?¨ªas. M¨¢s que un sello es una ONG y cuesta horrores salir adelante. Mi idea es que alg¨²n d¨ªa se autofinancie".
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